¿QUÉ HA PASADO CON LA RECONVERSIÓN SOCIOLABORAL DE LOS PIMPINEROS EN NORTE DE SANTANDER?

Por: Silvia Pabón

 

La dinámica del contrabando en Norte de Santander ha constituido una problemática social que se ve reflejada en las principales calles del departamento por medio de los vendedores de combustible o pimpineros. Su actividad es producto de factores como las altas tasas de desempleo y los altos índices de informalidad del municipio de San José de Cúcuta que la han catalogado como la ciudad con más trabajadores informales del país: en 2019 el 71,2 % hacen parte del sector informal mientras que a nivel nacional la cifra fue de 47,6 %. Por eso, las diferentes administraciones locales se han preocupado por buscar alternativas productivas que permitan un cambio de actividad económica fomentando la legalidad del quehacer de este grupo poblacional.

 

En ese sentido, la presente investigación pretende abordar los programas de reconversión sociolaboral que se han desarrollado en Norte de Santander. El objetivo es entender cuáles logros se pueden destacar de las iniciativas y cuáles han sido las principales fallas de la mayoría mediante una contextualización del mercado laboral, del análisis de las dificultades a las que se han enfrentado los pimpineros ante la crisis en Venezuela y de los principales programas implementados en la historia del departamento.

 

Contexto socioeconómico de Norte de Santander

 

De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la variación porcentual, para el 2018, del producto Interno Bruto (PIB) de Norte de Santander fue de 2,7 % superando al nacional que fue de 2,5 %; sin embargo, el departamento sólo aportó el 1,6 % a ese porcentaje total.

 

Con respecto al mercado laboral, las estadísticas del Dane revelan que la tasa de desempleo del departamento históricamente ha presentado un comportamiento mayor comparado con la tasa nacional. De hecho, desde el 2010 hasta el 2015, el desempleo en el país presentó una tendencia a la baja obteniendo la tasa mínima en este último año (8,8 %) pero tuvo un incremento progresivo en los años posteriores como consecuencia de la desaceleración económica que sufrió por la caída de los precios del petróleo [1].

 

Así mismo, se observa que en promedio para el periodo 2010 2018, el desempleo en Norte de Santander ha sido 2,7 puntos porcentuales mayor con respecto al total del país, alcanzando su punto máximo en 2018 donde el porcentaje de desocupados fue de 13,4 %.

 

Esto puede explicarse por la deficiencia de su tejido empresarial que no es suficiente para satisfacer la oferta laboral.  De acuerdo con el Índice Departamental de Competitividad (IDC), que mide anualmente aspectos de incidencia sobre el nivel de competitividad mediante 10 pilares agrupados en factores como condiciones básicas, eficiencia, sofisticación e innovación, el indicador de Norte de Santander relacionado con la dinámica empresarial registró tan solo 2,56 puntos (de 10 posibles) como consecuencia de los bajos puntajes obtenidos en la tasa de natalidad empresarial, la densidad empresarial y la participación de medianas y grandes empresas dentro del total de sociedades empresariales [2].

 

Además, la crisis que ha vivido Venezuela desde 2014 ha contribuido con las deficiencias del mercado laboral y la economía del departamento, pues gran parte de su columna vertebral es el comercio de bienes y servicios con el país vecino.

 

En ese sentido, la tasa de desempleo de Cúcuta y su área metropolitana (Villa del Rosario, Los Patios, El Zulia, San Cayetano y Puerto Santander) también ha registrado cifras superiores comparadas con las del resto de ciudades durante el periodo 2010 2019, por ser la ciudad capital del departamento que hace parte de la frontera con Venezuela, tal como se evidencia en el gráfico 1.

 

Gráfico 1. Comportamiento de la tasa de desempleo en Cúcuta Trimestre móvil (oct-dic) 2010-2019
Fuente: Información tomada del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo

 

En cuanto a la tasa de ocupación, que evidencia la capacidad del mercado laboral de atraer la población económicamente activa [3], se encuentra que Cúcuta y su área metropolitana disminuyeron la proporción de ocupados desde el 2014 al 2018 en promedio 1,45 puntos porcentuales, con una diferencia mayor del año 2017 al 2018 con 2,6 puntos porcentuales [4].

 

El hecho de que en 2018 se haya alcanzado la tasa de ocupación más baja (50,9 %) puede explicarse también por los efectos de la migración. De acuerdo con Carlos Luna, presidente de la Cámara de Comercio de Cúcuta, el incremento del flujo migratorio ha generado una mayor oferta de mano de obra venezolana,  incentivando a los empresarios a contratar por debajo de las condiciones legales laborales [5].

 

En consecuencia de lo anterior, la participación de informalidad en Cúcuta se ha caracterizado por ser superior a la observada a nivel nacional con una diferencia de 20 puntos porcentuales en promedio durante 2010 2019. Desde 2016 la informalidad en el país ha marcado una tendencia a la baja; sin embargo, esto no ocurre con Cúcuta donde el comportamiento ha registrado una tendencia superior, más variable.

 

Una de las expresiones más notorias de la informalidad y del débil mercado laboral de Norte de Santander son los pimpineros, personas cuya actividad económica es la comercialización ilegal de combustible [6], por medio de pimpinas, en las principales vías del departamento.  De acuerdo con la caracterización realizada por el grupo de investigación Altos Estudios de Frontera de la Universidad Simón Bolívar, Sede Cúcuta, este grupo poblacional está generalmente conformado por personas cabeza de familia entre los 20 y 40 años que lleva entre 5 y 10 años en el oficio, no tiene otro trabajo, tiene aproximadamente entre 3 y 5 personas a cargo y no tiene estudios secundarios [7].

 

Su actividad informal depende de factores como las relaciones bilaterales entre los dos países, la política comercial de combustible [8], los controles al contrabando  y la disponibilidad del producto en las estaciones de servicio venezolanas, pues desde allí se suministra el combustible para ser ingresado al país por la zona de frontera.

 

En el contrabando de combustible  se encuentran dos escenarios para su adquisición. El primero de ellos, consiste en aquellas personas que compran el producto en la línea de frontera (cuyos vendedores son comerciantes ilegales venezolanos), se ubican en determinados puntos del lado colombiano en carreteras  y desde allí lo revenden; y el segundo, son aquellos que van hasta la línea de frontera, adquieren el producto, lo introducen al departamento por las “trochas” y lo comercializan a través de las pimpinas en diferentes zonas del departamento. Para mayor información ver Contrabando de combustible en Norte de Santander: Complicidad fronteriza.

 

De hecho, en mayo de 2019 la escasez de combustible en Venezuela empezó a afectar la dinámica del contrabando en Norte de Santander. Debido a que el combustible en pimpinas era más económico (la diferencia de precios puede estar entre $500 y $1000) y a la facilidad de encontrarlo en las calles, los conductores preferían comprarle a los pimpineros. No obstante, el cambio se dio como consecuencia de la obsolescencia, la falta de personal y la deficiencia en el mantenimiento de las refinerías de la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA).

 

Además, las sanciones impuestas por Estados Unidos, que dificultaron la adquisición de aditivos y diluyentes necesarios para destilar el pesado crudo venezolano, tuvo efectos negativos en la producción [9]. Finalmente, el alto consumo a precios bajos gracias al subsidio de la gasolina que otorga el gobierno de Venezuela tuvo sus implicaciones, pues la petrolera de ese país ha valorado,en sus informes financieros, el costo de mantener los subsidios al combustible en 24.549 millones de dólares [10].

 

En consecuencia, al escasear el combustible en el vecino país, los consumidores nortesantandereanos, que estaban acostumbrados a abastecerse por medio de los pimpineros, acudieron a la compra legal en las estaciones de servicio porque los precios de venta de las pimpinas eran superiores, un galón podría estar costando entre $9.000 y $10.000 por esos días. [11]

 

De acuerdo con Yuleima García, líder del Sindicato de Trabajadores de Gasolina (Sintragasolina) de Norte de Santander, cuando el precio de venta de las pimpinas se eleva por la reducción de combustible que ingresa por la frontera, muchos pimpineros prefieren esperar a que el precio se estabilice; por eso, en situaciones de escasez, en las calles del departamento se ven pocos vendedores informales ejerciendo su actividad. Además aclaró que hasta el momento, el gremio al que representa nunca ha presenciado una situación donde la gasolina que comercializan se haya agotado por completo al punto de no ingresar “ni una gota” al departamento.

 

Iniciativas de reconversión socio laboral en la historia del departamento

 

La reconversión laboral es un proceso de capacitación y formación en una actividad económica diferente a la habitual que debe realizar estudios integrando elementos económicos, sociales y culturales relacionados con la población objetivo, con el fin de lograr una planificación oportuna que permita alcanzar los resultados deseables [12].

 

En 2004 el Ministerio de Minas y Energía reconoció la problemática de la venta ilegal de combustible en los departamentos fronterizos del país y manifestó su interés por buscarle una solución mediante un programa de reconversión laboral que beneficiase a los pimpineros de estas regiones. En ese año, se firmó un convenio con Ecopetrol, el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, el Fondo de Inversión para la Paz y la Fundación Catatumbo para llevar a cabo la iniciativa en Norte de Santander, Guajira, Arauca, Vichada y Guainía. Sin embargo, fue en 2005 que se dio inicio al programa en Norte de Santander buscando beneficiar a cerca de 420 familias ubicadas en Cúcuta y su Área Metropolitana, Ocaña y Pamplona. El objetivo era brindar capacitaciones en oficios como reparación de motores, ventas y decoración de acabados en estuco yeso y pintura [13].

 

En 2008 surgió la idea, por parte del gobierno nacional, de crear una cooperativa que agrupara a pimpineros de diferentes municipios y con la cual pudieran convertirse en distribuidores mayoristas de combustible. En el 2009 nace la Cooperativa Multiactiva de Pimpineros del Norte (Coomulpinort) [14] llegando a agrupar a 1300 pimpineros  y quedando registrada, el 1 de julio de 2009, como empresa mayorista para la distribución de combustibles [15].

 

De hecho, para poner en marcha la Cooperativa, el gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, presentó en 2010 una iniciativa que consistía en el alquiler de la planta de combustible Agua Linda, ubicada en el municipio de Los Patios, para convertir a 1322 pimpineros en distribuidores mayoristas de combustibles [16]. En marzo de 2011 Coomulpinort inició operaciones atendiendo a estaciones de servicio del departamento con combustible venezolano importado. El 90 % de sus recursos recaudados serían destinados al Fondo de Crédito y Capital Semilla par el financiamiento de proyectos productivos de sus asociados [17].

 

En el segundo semestre del 2011, el Ministerio de Minas y Energía, junto con la Gobernación de Norte de Santander, la Alcaldía de Cúcuta, el Sena y el Instituto Financiero de Norte de Santander (Infinorte) llevaron a cabo un programa de reconversión que tenía por objetivo generar un cambio de actividad económica enfocada en los servicios pecuario, producción, servicios y comercio [18]. De las 1272 personas inscritas al programa, 506 lograron abandonar el comercio ilegal mediante la consolidación del proceso como distribuidores mayoristas de combustibles con Coomulpinort [19].

 

Posteriormente, la iniciativa consistió en la generación de capacidades empresariales y el acompañamiento para la realización de un plan de negocios que les permitiera a los pimpineros de Cúcuta, Los Patios, Villa del Rosario, Puerto Santander, El Zulia, Sardinata, Tibú, Pamplona, Ocaña y Abrego, cambiar de actividad económica. Era operado por la Fundación del Catatumbo de Ecopetrol (Fundescat) y contó con el apoyo de la Gobernación de Norte de Santander, la Alcaldía de Cúcuta, el Ministerio de minas, Ecopetrol, el Instituto Financiero de Norte de Santander (Infinorte), Coomulpinort y el Sena [20]. Su ejecución se encontró con dificultades como la falta de incentivos económicos y deficiencias en la calidad de los cursos de capacitación que se dictaban.

 

Tras el cierre de la frontera, en 2015 se puso en marcha el convenio interadministrativo entre Innpulsa-Bancoldex y Ministerio de Minas y Energía con el cual se pretendía que empresas,  entidades sin ánimo de lucro o Entidades Promotoras de Desarrollo Productivo (EPDP) ya consolidadas presentaran proyectos con las cuales pudieran vincular a los pimpineros beneficiarios del programa [21].

 

Para el caso de Norte de Santander, el programa a corte de 2017, había aprobado 7 proyectos implicando la inversión de $ 3.978.240.000 con 488 pimpineros beneficiarios. Estos proyectos productivos estaban relacionados con la distribución de repuestos de motos y talleres, empresa transformadora de residuos de aceites, minimercados, producción de insumos para zapatos, unidades de venta de accesorios de telefonía celular, reciclaje de llantas y plástico y una cooperativa de transporte de carga [22].

 

Para el 2019 se iniciaron dos proyectos: El primero, a cargo del Ministerio de Minas y Energía, y la Secretaría de Minas y Energía del departamento, en convenio con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), consistía en la selección de 19 emprendimientos productivos con el fin de fortalecer el sector microempresarial mediante el desarrollo de competencias y habilidades empresariales.

 

El segundo proyecto fue iniciativa de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), el Ministerio de Energía y el Centro de Innovación Labco work y se denominó “Mi combustible soy yo”. Era un programa para la formación en empleabilidad, emprendimiento y bienestar integral de 41 pimpineros de Cúcuta, Agua Clara y Tibú. El objetivo principal de la primera fase era el desarrollo de habilidades socioemocionales y capacitaciones para diseñar modelos de negocios mediante talleres pedagógicos. En la segunda etapa se pretendía la implementación de algunas de las ideas productivas que se llevaría a cabo en el 2020, de acuerdo con Yuleima García; sin embargo, afirmó que con el cambio de administración local los beneficiarios, incluyéndose ella, están a la espera.

 

Logros de las iniciativas de reconversión

 

Existen ideas productivas que a la fecha pueden mostrar la posibilidad de lograr una reconversión pese a las dificultades y errores que se presentan en el proceso. Una de ellas es Coomulpinort que se ha posicionado como una de las distribuidoras mayoristas de combustible más importante del departamento. 

 

De acuerdo con Yuleima García, ha sido un ejemplo de reconversión gracias a los esfuerzos conjuntos de las entidades gubernamentales porque desde su creación contó con el apoyo, el acompañamiento y las garantías necesarias para hacer del proyecto una propuesta sostenible. No obstante, la líder sindical afirmó que actualmente hay pimpineros que están afiliados a la cooperativa pero que siguen vendiendo pimpinas de combustible en las calles, reflejando la falta de un mayor control y seguimiento para garantizar el éxito al 100 % de la reconversión que pretende la distribuidora.

 

El otro logro es la cooperativa de transporte Rapi Carga Express que actualmente tiene divididos a sus asociados. Crudo Transparente conversó con Nelly Flórez, quien estuvo a cargo de la gerencia durante 3 años y de quien fue la idea del negocio. Los 10 años que duró ejerciendo la  venta de combustible en las calles le permitieron aprender las actividades de logística del sector transporte porque la mayoría de sus clientes pertenecían a este gremio.

 

En 2016, por la crisis del cierre de la frontera, Nelly y otros compañeros organizaron una huelga de hambre para que la administración municipal les brindara algún apoyo económico y fue así como el alcalde de la época, César Rojas, le propuso participar del programa de reconversión financiado por Innpulsa. De esta manera, reunió a los 29 pimpineros que buscaban beneficiarse con la cooperativa e iniciaron el proceso con la Caja de Compensación de Norte de Santander (Comfanorte) quienes recibieron la financiación e hicieron.

 

Según Nelly, el proyecto pretendía beneficiar a 29 pimpineros y cada uno esperaba ganar un salario mínimo mensual para lo cual se tenían previstos unos ingresos entre $40.000.000- $50.000.000 mensuales; sin embargo, durante los tres primeros meses lo máximo que se llegó a ganar fueron $9.000.000 mensuales que eran insuficientes para cubrir la nómina. Por esta situación,  algunos socios empezaron a tener dudas del desempeño de la gerente y ella perdió el cargo en la empresa.  “Yo fui la de la idea, hice todo el proceso, prácticamente lo que hicieron fue utilizarme para que hiciera todo el trabajo durante los 3 años y a lo que ya conseguí todo, automáticamente nos sacaron” añadió.

 

No obstante, Nelly afirmó que algunos socios la apoyaron y gracias a eso ella continúo con su plan de negocio para no volver a la venta informal y fue así como en el 2019 conformó la empresa Rapi Express, también dedicada al transporte de carga y de domicilios. Según sus afirmaciones, de los 29 socios que aún hacen parte, sólo 3 están laborando actualmente en la cooperativa, 10 están en su empresa y el resto volvió a la venta de combustible en las calles. “Lamentablemente ninguno de nosotros estamos beneficiándonos de este dinero que el Ministerio e Innpulsa donaron para nosotros”, fueron las palabras de Nelly.

 

Cuando Crudo Transparente conversó con Milena Flórez, quien desde el retiro de Nelly figura como la representante legal de la cooperativa, el testimonio fue diferente. Según ella, continuaron laborando cinco personas que fueron pimpineras pero una de ellas tuvo que retirarse por problemas internos, 8 se fueron con la empresa creada por Nelly y el resto tienen otros trabajos que no están relacionados con las pimpinas pues, hasta donde ella tiene conocimiento, no volvieron a la informalidad porque se comprometieron a cambiar de actividad económica.

 

Según Milena, las razones por las que la ex gerente tuvo que dejar su puesto fue la falta de entrega del balance físico de la cooperativa junto con los documentos que soportaran que se le debía la suma de $25.000.000 como lo aseguraba Nelly. Para algunos socios era inconcebible esta deuda  teniendo en cuenta que apenas se estaban iniciando labores y por eso tomaron la decisión de firmar su renuncia.

 

Milena considera: “En realidad no es que se haya dividido porque en la cooperativa legal, la que debería estar funcionando con todos los asociados, a ellos se les ha ofrecido el trabajo para que se vinculen pero ellos en realidad quieren es que se les de herramientas y eso no se puede entonces nosotros ya hicimos una conciliación con ellos, exponiendo que eran recursos públicos y que son recursos para la cooperativa”.

 

Para ella fue un acto de competencia desleal el haber creado una empresa con la misma actividad económica. Sin embargo, después ella afirmó que no todos los 29 asociados pueden laborar actualmente porque no se puede ingresar personal sin tener los ingresos suficientes para pagarles el salario y que por eso, solo estaban laborando 6 personas, de las cuales 2 de ellas, incluyéndose, no hacen parte del gremio de los pimpineros.

 

Independientemente de los inconvenientes internos que se han presentado entre los dos proyectos, lo que hay que resaltar es que son muestra de que la idea que surgió de los mismos pimpineros resultó más exitosa que aquellas propuestas por empresas o entidades con el fin de lograr la vinculación productiva, pues éstas terminaron fracasando.

 

 

Fallas de los proyectos productivos

 

Emplear caracterizaciones socioeconómicas en los procesos de reconversión sociolaboral de los pimpineros es fundamental para conocer sus perfiles, entender el entorno que los rodea y con ello, determinar las necesidades y dificultades que servirán de base para la planeación de las iniciativas. Sin embargo, pese a los intentos por brindar ayudas productivas que permitan un cambio definitivo de actividad a este grupo poblacional, los comerciantes informales de combustible de Norte de Santander han visto cómo estas oportunidades se quedan estancadas precisamente por la falta de un análisis previo de sus condiciones económicas, sociales y culturales.

 

Por ejemplo, la falta de una caracterización efectiva de perfiles ocupacionales que incluyera ideas propias de emprendimiento fue una de las razones que pueden explicar el fracaso del programa liderado por Fundescat. Además, el hecho de que los beneficiarios pudieran acceder al capital semilla, que consistía en el otorgamiento de $2.000.000, fue considerada como una estrategia insuficiente para iniciar un negocio que fuera sostenible y de hecho, se encontraron situaciones donde los pimpineros utilizaban este dinero para la compra de más pimpinas porque les era más rentable [23].

 

De acuerdo con Yuleima García, el Censo que se realizó en 2015 al gremio de pimpineros del departamento no fue del todo exacto. La idea era caracterizar a afiliados de Sintragasolina o Coomulpinort y para ello, se hacían filtros en la entrada del lugar para garantizar que las personas a ser encuestadas realmente pertenecieran al gremio; sin embargo, la falta de tiempo hizo que este registro se eliminará y así, muchas personas ajenas a la actividad informal quedaron censadas. 

 

Lo cuestionable de esa información fue la que utilizó el Ministerio de Minas y Energía junto con la autoridad local para implementar el programa de reconversión sociolaboral iniciado en 2015. Además, es el documento de referencia que las autoridades e instituciones interesadas utilizan para planear las diferentes iniciativas de reconversión; por ende, es indispensable realizar un nuevo censo o una caracterización que refleje información verídica y permita determinar las verdaderas necesidades de todos los pimpineros que laboran en Norte de Santander.

 

A raíz de lo anterior, se presentaron inconvenientes relacionados con el desconocimiento de aspectos económicos de los beneficiarios. Ellos habían propuesto que se tuvieran en cuenta otras ayudas como otorgar subsidios de transporte para poder desplazarse a los lugares de las capacitaciones o subsidios de manutención que garantizara la asistencia completa a las mismas. No obstante, como su labor consiste en una remuneración diaria, muchos sólo pudieron asistir a los primeros días de formación porque tenían que retornar a su actividad informal para llevar el sustento a sus familias.

 

Además, la duración de las capacitaciones estaba prevista para un periodo de 3 o 4 meses, tiempo que para los beneficiarios resultó siendo insuficiente para aprender las habilidades y técnicas requeridas en labores que eran nuevas y desconocidas.

 

Para el caso del negocio de los aceites residuales donde fueron entregados 35 motocargueros, no se realizó un perfil de los beneficiarios que permitiera dar cuenta de si cumplían con las condiciones básicas de la cooperativa. No todos los pimpineros que participaron sabían manejar o no contaban con la licencia adecuada para hacerlo. Además, la idea inicial del negocio tuvo que ser complementada con actividades de reciclaje porque los proponentes no tuvieron en cuenta que existe un mercado del producto, es decir, hay gente que compra el aceite a los restaurantes por aproximadamente $20.000 pesos la pimpina, entonces cuando llegaba una persona que estaba en proceso de reconversión a solicitarlo gratis, difícilmente se lo iban a entregar sin recibir nada a cambio.

 

De hecho, en el acta de liquidación del contrato del proyecto, dónde la Cámara de Comercio de Cúcuta aparece como la contratista del mismo, se afirma que el proyecto presentó una ejecución técnica del 97,9 %; sin embargo, ésta no culminó las actividades de monitoreo y seguimiento, impidiendo la validación el modelo de negocio dentro del plazo establecido. Lo anterior, puede demostrar que la entrega de herramientas y el ofrecimiento de talleres y capacitaciones por parte de las entidades proponentes no bastó para garantizar la sostenibilidad al menos mediante acompañamientos en los primeros meses donde posicionar la idea de negocio se convierte en el desafío más importante. 

 

Así mismo, la líder sindical afirmó que la falta de una vinculación efectiva por parte de la gobernación, la alcaldía y demás instituciones que tuvieran relación con la problemática dificultó la sostenibilidad de los proyectos.  Como la iniciativa consistía en que empresas o entidades sin ánimo de lucro presentaban los proyectos productivos en los cuales los beneficiarios pudieran vincularse, para ella algunos de estos intermediarios no tuvieron el sentido social ni el compromiso suficiente para sacarlos adelante.

 

Desde su participación en la cooperativa del taller de motos, Yuleima le contó a Crudo Transparente que cuando abrieron las puertas del negocio se enfrentaron ante el temor de que no tenían el conocimiento necesario para poder responder a los servicios que los clientes solicitaran; pues de hecho la gente se daba cuenta que en ocasiones improvisaban y que apenas estaban en proceso de aprendizaje.

 

Conclusiones

 

Los vendedores informales de combustible, más conocidos como pimpineros, son un grupo poblacional característico de Norte de Santander, especialmente en las ciudades fronterizas. Ellos son el reflejo de la informalidad que sufre el departamento como consecuencia de las altas tasas de desempleo y de la insuficiencia del tejido empresarial para cubrir la totalidad de la demanda de trabajo.

 

Al analizar las diferentes iniciativas para promover su reconversión sociolaboral se encontró que las principales fallas están desde la planeación de los proyectos. Quienes planifican los programas en ocasiones olvidan que la venta de pimpinas es un trabajo informal cuyos ingresos dependen del día a día y en consecuencia, muchos pimpineros no culminan las capacitaciones y se ven obligados a retornar a sus actividades ante la falta de subsidios de transporte o manutención.  De allí la importancia de que se haga un perfil económico y social donde se determinen las necesidades de cada beneficiario junto con sus competencias para encaminarlo en el proceso de formación que mejor se adecue a sus habilidades.

 

Además, la duración de los procesos de capacitación ha sido insuficiente para lograr un aprendizaje efectivo de labores que resultan ser completamente nuevas para los beneficiarios. De acuerdo con Yuleima, esta fue una de las razones principales del fracaso del programa de reconversión del 2016, pues los pimpineros no llegaron a prepararse completamente y una vez abrieron los locales, la improvisación y el desconocimiento de la técnica fue evidente para los clientes. 

 

Afortunadamente, Coomulpinort, Cooperativa Rapi Carga Express y Rapi Express pueden hoy dar muestra de que pese a las dificultades, vale la pena unificar esfuerzos para lograr una verdadera reconversión en los pimpineros que les permita tener un proyecto de vida diferente al de la informalidad.

 

Lo primordial es la disposición de las partes para lograr cambios que sean de beneficio para todos y el acompañamiento constante por parte de las administraciones locales a los negocios o cooperativas que en la actualidad siguen funcionando. Por eso, el establecimiento de mesas de diálogo donde las iniciativas productivas de sus compañeros también puedan ser escuchadas es imperante para lograr un trabajo que se construya en conjunto para garantizar su viabilidad y sostenibilidad.

 


Bibliografía

 

[1] Fedesarrollo, Informe mensual de mercado laboral: Perspectivas del mercado laboral colombiano en 2016, 2015, [en línea] disponible en: https://www.repository.fedesarrollo.org.co/bitstream/handle/11445/3078/IML_Diciembre_2015.pdf?sequence=2&isAllowed=y

 

[2] Consejo Privado de Competitividad, Indice de Competitividad Norte de Santander, 2018, [en línea] disponible en: https://idc.compite.com.co/departamento/norte-de-santander

 

[3] Ibid

 

[4] Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, Perfiles económicos departamentales: Norte de Santander, 2020, [en línea] disponible en: http://www.mincit.gov.co/CMSPages/GetFile.aspx?guid=343b884d-95de-4e64-8f0f-f76334a7dd74

 

[5] Diario La República, Migración venezolana empeora los indicadores de Cúcuta y Riohacha, 2019, [en línea] disponible en: https://www.larepublica.co/economia/migracion-venezolana-empeora-los-indicadores-de-cucuta-y-riohacha-2826398

 

[6] Arias, R. M., Arias, N. A., Alves, G. B., & Ortiz, F. A. . Corrupción y contrabando en la frontera Norte de Santander (Colombia) y Táchira (Venezuela), 2019, [en línea] disponible en:

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7113723

 

[7] https://www.laopinion.com.co/region/pimpineros-cansados-de-vivir-en-la-ilegalidad-186034#OP

 

[8] Jimenez,C. & Soledad, J., 2013, La venta informal de combustible en la frontera Colombia-Venezuela: El papel de los pimpineros como grupo vulnerable, [en línea] disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4239054

 

[9] Instituto Español de Estudios Estratégicos, Panorama geopolítico de los conflictos 2019, 2019, [en línea] disponible en: http://www.ieee.es/Galerias/fichero/panoramas/panorama_geopolitico_conflictos_2019.pdf

 

[10] Ibid

 

[11]Crudo Transparente, Contrabando de combustible en Norte de Santander: Complicidad fronteriza, 2019,[en línea] disponible en: https://crudotransparente.com/2019/10/02/complicidad-fronteriza-el-contrabando-de-combustible-en-norte-de-santander/

 

[12] Ochoa, M. (2017). Formulación de una metodología de reconversión socio-laboral para los pequeños mineros del municipio de Cucunubá- Cundinamarca desde la política de productividad y competitividad del país 2032. [en línea] disponible en: https://bdigital.uexternado.edu.co/bitstream/001/617/1/DNA-spa-2017-Formulacion_de_una_metodologia_de_reconversion_socio_laboral.pdf

 

[13] Zambrano, M. (2017). Análisis del programa de reconversión sociolaboral de comerciantes informales de combustible,“Pimpineros”, en Cúcuta 2010-1014, 2017, [en línea] disponible en: https://bdigital.uexternado.edu.co/bitstream/001/554/1/JIA-spa-2017-Análisis_del_programa_de_reconversión_sociolaboral_de_comerciantes_informales_de_combustible_pimpineros_en_Cúcuta_2010_1014.pdf

 

[14] Coomulpinort, ¿Quienes somos?, [en línea] disponible en: http://www.coomulpinort.com.co/quienes-somos/

 

[15] Zambrano, M. (2017). Análisis del programa de reconversión sociolaboral de comerciantes informales de combustible,“Pimpineros”, en Cúcuta 2010-1014, 2017, [en línea] disponible en: https://bdigital.uexternado.edu.co/bitstream/001/554/1/JIA-spa-2017-Análisis_del_programa_de_reconversión_sociolaboral_de_comerciantes_informales_de_combustible_pimpineros_en_Cúcuta_2010_1014.pdf

 

[16] Diario El Tiempo, Pimpineros se alistan para ser distribuidores mayoristas de combustibles, 2010, [en línea] disponible en: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-7820021

 

[17] Zambrano, M. (2017). Análisis del programa de reconversión sociolaboral de comerciantes informales de combustible,“Pimpineros”, en Cúcuta 2010-1014, 2017, [en línea] disponible en: https://bdigital.uexternado.edu.co/bitstream/001/554/1/JIA-spa-2017-Análisis_del_programa_de_reconversión_sociolaboral_de_comerciantes_informales_de_combustible_pimpineros_en_Cúcuta_2010_1014.pdf

 

[18] Ministerio de Minas y Energía, Memorias al Congreso de la República 2011-2012, [en línea] disponible en: https://biblioteca.minminas.gov.co/pdf/2011%20-%202012%20MEMORIAS%20AL%20CONGRESO%20DE%20LA%20REPUBLICA.pdf

 

[19] Ibid

 

[20] Zambrano, M. (2017). Análisis del programa de reconversión sociolaboral de comerciantes informales de combustible,“Pimpineros”, en Cúcuta 2010-1014, 2017, [en línea] disponible en: https://bdigital.uexternado.edu.co/bitstream/001/554/1/JIA-spa-2017-Análisis_del_programa_de_reconversión_sociolaboral_de_comerciantes_informales_de_combustible_pimpineros_en_Cúcuta_2010_1014.pdf

 

[21] Fondo Innpulsa Colombia, Convocatoria Nacional para la entrega de recursos de cofinanciacion que tenga por objeto la reconversión socio laboral en zona de frontera, 2016, [en línea] disponible en: https://innpulsacolombia.com/es/oferta/convocatoria-nacional-para-la-entrega-de-recursos-de-cofinanciacion-que-tenga-por-objeto-la-3

 

[22] Ministerio de Minas y Energía, Programa de reconversión socio laboral, 2015, [en línea] disponible en: https://www.minenergia.gov.co/programa-de-reconversion-socio-laboral

 

[23] Zambrano, M. (2017). Análisis del programa de reconversión sociolaboral de comerciantes informales de combustible,“Pimpineros”, en Cúcuta 2010-. 1014, 2017, [en línea] disponible en: https://bdigital.uexternado.edu.co/bitstream/001/554/1/JIA-spa-2017-Análisis_del_programa_de_reconversión_sociolaboral_de_comerciantes_informales_de_combustible_pimpineros_en_Cúcuta_2010_1014.pdf