Por: Daniel Castillo Camacho
La extracción de hidrocarburos representa para Colombia una fuente de ingresos fiscales importante, altos niveles de inversión extranjera y competitividad en el sector externo, ya que representa el 40 % del total de exportaciones nacionales, lo que la convierte en la industria que mayor flujo de divisas genera para el país.
No obstante, aunque Colombia ha basado su economía en la producción minero energética, mayoritariamente en la extracción de crudo, al punto de convertirse en dependiente de esta actividad, la Nación sigue siendo un competidor discreto dentro del panorama internacional ya que no es uno de los principales productores, sus costos operativos son altos y como en la mayoría de países latinoamericanos, el precio que necesita para generar rentabilidad es de 30 dólares por barril.
Por su parte, la producción de gas también constituye una actividad fundamental para el país, puesto que el 100 % de lo producido se destina al consumo interno, lo que ha permitido que el precio que pagan los hogares y la industria haya sido bajo y constante durante años.
La problemática radica en que la autosuficiencia energética del país esta en riesgo, ya que las reservas de crudo y gas, según los últimos datos entregados por el Ministerio de Minas y Energía y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), equivalen a 6,2 años para petróleo y 9,8 años para gas. Además, hay ausencia de nuevos hallazgos, por lo que el abastecimiento dependerá del recobro mejorado de los pozos, la intensificación del offshore y la pertinencia o viabilidad de explotar yacimientos no convencionales.
Por tal motivo, la presente investigación busca hacer un análisis cuantitativo y cualitativo del posible escenario en el que Colombia tenga que importar crudo y gas para satisfacer su demanda interna, tocando temas generales de la situación de la cuenta corriente, revisando las implicaciones fiscales, el posible precio que debería pagar la ciudadanía por estos servicios y las alternativas que tendría el país ante el contexto descrito, planteando algunos escenarios posibles.
Exportaciones e importaciones
En este apartado se busca establecer cual ha sido la importancia del sector extractivo en el comportamiento internacional de la economía colombiana para entender tanto la dependencia petrolera del país como las dificultades que tendría que afrontar ante su ausencia.
En los últimos años el déficit en cuenta corriente de Colombia, que es la diferencia entre el total de exportaciones e importaciones, ha crecido por la falta de diversificación productiva de la economía nacional, que ha llevado no solo a depender del petróleo como único bien con cierto nivel de competitividad, sino que en cuanto a productos agrícolas, ganaderos, de manufactura y tecnológicos, el país ha tenido que adquirirlos en el exterior ante la imposibilidad de producirlos localmente; elevando así sus costos y disminuyendo, paralelamente, las posibilidades de un crecimiento mayor de la economía.
Gráfico No.1 Cuenta corriente de Colombia 2010 – 2019 (Cifras en millones de dólares)
Como se aprecia en el gráfico No.1, a partir del año 2013 se presenta un déficit en la cuenta corriente del país, ya que las exportaciones comenzaron a caer notablemente, mientras que las importaciones lo hicieron a un ritmo menor.
En 2011 y 2012 se evidenció el mejor comportamiento de la cuenta corriente explicado por la bonanza petrolera de esos años, con un precio internacional del petróleo por encima de los 100 dólares en promedio, acompañado de un buen nivel de producción y una alta demanda mundial de crudo. Sin embargo, entre 2014 y 2019 se produjo una caída del precio del barril Brent que lo llevó por debajo de los 40 dólares, mientras que los niveles de producción de petróleo en el país cayeron y la demanda mundial, principalmente de Estados Unidos, disminuyó por el aumento en su producción interna gracias al fracking.
Otro fenómeno que desencadenó el comportamiento del gráfico anterior, es la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, que trajo sus primeros efectos hacia 2014 cuando algunas industrias, principalmente agrícolas y manufactureras, se vieron afectadas por no poder competir ante los precios y formas de producción norteamericanas.
Gráfico No.2 Comportamiento de la cuenta corriente (Millones de dólares)
Como complemento de lo anterior, el gráfico No.2 entrega el comportamiento de la cuenta corriente en los últimos 10 años. Como se evidencia, los años 2011 y 2012 fueron los únicos en presentar superávit con 2 682 y 1 077 millones de dólares respectivamente; mientras que, en 2015, en plena crisis petrolera, se presentó el mayor déficit del periodo con un saldo negativo de 18 040 millones de dólares. Por su parte, el actual déficit en cuenta corriente (diciembre de 2019) es de 13 207 millones de dólares.
En cuanto a los bienes importados, como lo demuestra el gráfico No. 3, según los 3 grandes grupos avalados por la Organización Mundial del Comercio (OMC), las manufacturas comprenden la mayor cantidad de compras hechas por el país con un total de 40.2 millones de dólares para 2019, por debajo de la mayor cifra registrada que fue 48.7 millones de dólares en 2014. Esta situación se puede explicar tanto por la renta petrolera que permite importar bienes diversos, como por la falta de tecnificación y desarrollo en otros sectores productivos que no pueden competir internacionalmente [1].
En el caso de los bienes que ha adquirido la Nación, pertenecientes a la industria extractiva, su comportamiento en los últimos 10 años ha sido constante promediando 50 millones de dólares, a excepción del año 2014 donde la cifra alcanzó los 80 millones de dólares; siendo la única vigencia en la que superó a la compra de producto agrícolas.
Gráfico No.3 Importaciones por grandes grupos según OMC 2010-2019 (Miles de dólares)
Al tener en cuenta los principales capítulos de importación, en la sección de combustibles y aceites minerales definida por la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), se evidencia que entre los años 2012 y 2015 existió un aumento importante de las importaciones de este tipo de bienes, gracias a la gran cantidad de etanol o alcohol carburante que fue adquirido para compensar la oferta interna y que provino principalmente de Estados Unidos y México [2] [3].
Gráfico No.4 Importación de combustibles y aceites minerales 2010-2019 (millones de dólares)
Como aparece en el gráfico No.4, en los últimos diez años se han importado combustibles y aceites minerales por un promedio de 4 600 millones de dólares, que equivalen al 7 % del promedio de las importaciones en el mismo periodo.
Si bien el TLC firmado con Estados Unidos tiene un apartado en el que Colombia se ve comprometida a adquirir su etanol, existen otras explicaciones para entender por qué el país importa bienes de la industria, estas están relacionadas con la imposibilidad que tiene el país de producir combustibles más amigables con el medio ambiente y que, a pesar de que las refinerías de Barrancabermeja y Cartagena tienen su capacidad a tope, no puede abastecer la totalidad de la demanda interna porque la naturaleza del crudo que se produce internamente en el país es muy pesado para refinar y convertirlo en gasolina.
Gráfico No.5 Importación de gasolina 2010-2019 (Cifras en millones de dólares)
En el gráfico No.5 se ve como la importación de gasolina ha crecido notablemente en la última década, ya que para 2010 la cifra era de 26 millones de dólares, mientras que en 2019 fueron 1 388 millones de dólares, que representan un aumento de 5 000 %. Este comportamiento e se debe, como se dijo anteriormente, a la dificultad que ha tenido el país para cubrir la totalidad de la demanda de combustible. Tanto gasolina regular como diésel (ACPM) y jet están siendo adquiridos principalmente a Estados Unidos y según la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), la cifra seguirá creciendo si no se encuentran nuevos hallazgos [4].
Por otro lado, Colombia, hasta la fecha, no presenta datos de importación de gas, ya que la producción local aún logra satisfacer el 100 % de la demanda del país. Su problemática como se abordará más adelante, tiene que ver con las reservas y la necesidad de encontrar nuevas fuentes para extraer este hidrocarburo.
De esta manera se evidencia como se ha incrementado el déficit en cuenta corriente, durante el último decenio, por el posicionamiento del petróleo como principal bien de exportación, pero con las limitantes de su producción baja y la volatilidad del precio internacional. Además, como consecuencia de lo anterior las importaciones, incluyendo bienes de la industria extractiva, crecieron notablemente ante la imposibilidad de cubrir la demanda interna con la producción local.
Producción y Consumo de petróleo y gas en Colombia
En esta sección se busca entender cual ha sido el comportamiento de los últimos diez años en cuanto a oferta y demanda de petróleo y gas en Colombia y cuales son los pronósticos a nivel mundial para los próximos años, teniendo en cuenta la crisis económica por la que atraviesa el planeta como consecuencia de la pandemia covid-19 y la intención clara de transitar hacia energías limpias.
- Producción y consumo de petróleo
Colombia, en los últimos diez años, ha logrado posicionarse como una nación exportadora, pero no como gran productora de crudo. Para 2019 sus cifras de producción de petróleo distan de los grandes extractores de petróleo como Estados Unidos, Arabia Saudita o Rusia que han logrado superar los 10 millones de barriles promedio por día calendario (bpdc), pero también está lejos de un segundo escalón de países como Canadá, Irán o Brasil que han superado los 2 millones de bpdc.
Pese a lo anterior, el nivel de producción logrado en el país ha permitido una renta importante principalmente para las finanzas territoriales. El gráfico No.6 muestra el comportamiento de este rubro en el periodo 2010-2019 con datos del Ministerio de Minas y Energía y la Agencia Nacional de Hidrocarburos [5] [6].
Gráfico No.6 Producción de Petróleo en Colombia 2010-2019 (Barriles promedio por día calendario – bpdc)
En el periodo analizado Colombia ha promediado 913 800 bpdc producidos, siendo los años 2013 y 2015 los de mejor comportamiento, ya que se superó el millón de barriles producidos por día, coincidiendo en el 2013 con precios altos, lo cual permitió recaudar una gran cantidad de recursos para la Nación; mientras que en 2015 se enfrentó a una crisis con precios bajos y dificultad para exportar la cantidad de barriles disponible. En contraste, los últimos cuatro años han significado una disminución productiva (872 000 bpdc), con algunos comportamientos favorables del precio del barril Brent.
Los niveles de producción mencionados anteriormente han permitido que Colombia, por algunos periodos, logre tener reservas petroleras que generan tranquilidad con respecto al abastecimiento interno de crudo; sin embargo, como muestra el gráfico No.7 en los últimos años esta cifra ha disminuido considerablemente por cuenta de la ausencia de nuevos hallazgos y la dificultad en el recobro mejorado de los pozos.
Gráfico No.7 Reservas de petróleo en Colombia 2010-2018 (Millones de barriles)
Entre los años 2010 y 2015 las reservas petroleras lograron superar los 2 mil millones de barriles, equivalentes a 7,2 años en promedio, teniendo su punto más alto a finales de 2013 cuando la cifra llegó a 2 445 millones de barriles, es decir, 7,8 años de existencias. En el periodo 2016-2018 las reservas han caído considerablemente, a tal punto que la cantidad promedio ha sido 1 800 millones de barriles o 5,8 años [7]. El año 2019 no ha sido incorporado en las bases de datos de la ANH o el Ministerio de Minas y Energía; no obstante, Ecopetrol ha asegurado que las reservas ascienden a 1 893 millones de barriles, equivalentes a 7,2 años. Esta cifra debe ser revisada ya que para 2018 oficialmente fueron 1 958 millones de barriles con 6,2 años de equivalencia [8].
En cuanto a consumo, si se tiene en cuenta que Colombia exportó en promedio 412 mil barriles diarios y la producción fue de 885 844 bpdc, es posible afirmar que el 46,5 % del total es destinado a ventas en el exterior, principalmente a Estados Unidos; mientras que el 53,5 % restante, es decir, 473 844 bpdc, se utiliza para consumo interno e incorporación de nuevas reservas [9].
Como se dijo anteriormente, las reservas actuales de crudo equivalen a 6,2 años con un total de 1 958 millones de barriles, lo que quiere decir que el país tendría alrededor de 316 millones de barriles disponibles por año o 878 mil barriles diarios. Por lo cual, la cantidad de crudo para consumo interno pasaría a ser de 466 mil bpdc si la cantidad exportada se mantiene en 412 mil.
Aunque Colombia depende en el mercado externo del petróleo y en el corto o mediano plazo sería difícil cambiar el modelo productivo y posicionar una industria diferente a la extractiva, si el país lo hiciera y dejara la totalidad de las reservas actuales para consumo interno estas equivaldrían a 11,5 años.
- Producción y Consumo de gas
Colombia ha logrado en los últimos diez años consolidar la producción de gas natural, gracias al objetivo que han tenido los últimos gobernantes de llevar este hidrocarburo en forma de servicio domiciliario a la totalidad de la población. No obstante, la tendencia indica que el gas explotado ha disminuido; generando una problemática de abastecimiento, ya que el país, como se mencionó al principio, consume el 100 % de lo que produce.
El gráfico No.8 muestra la disminución de millones de pies cúbicos diarios (mpcd) entre 2010 y 2019 con datos tomados tanto de la ANH como de Promigas. El año con mejor comportamiento fue 2010 con 3 133 mpcd mientras que en 2019 se produjeron 2 078 mpcd; lo que significa una reducción de 33,6 % [10] [11].
Gráfico No.8 Producción de gas en Colombia 2010-2019 (Millones de pies cúbicos diarios)
Es evidente la tendencia decreciente que ha tenido la producción de gas en Colombia durante la ultima década, a excepción del periodo 2014-2015 en el que tuvo comportamiento positivo en 6,3 %. En promedio, la tasa a la que disminuyó la producción de gas fue de 4,3 %; poniendo en evidencia la dificultad que ha tenido la industria para encontrar la forma de mantener constante el abastecimiento y así poder suplir la demanda en el mediano plazo.
Gráfico No.9 Reservas de gas en Colombia 2010-2018 (Giga pies cúbicos)
Como se observa en el gráfico No.9 al igual que en el apartado de producción, la tendencia en cuanto a las reservas probadas de gas es decreciente, pasando de 5 405 giga pies cúbicos en el inicio de la década, a 3 782 giga pies cúbicos en 2018, lo que se traduce en 9,8 años de autosuficiencia [12].
Según datos de Promigas, el consumo de gas en Colombia asciende a 908 mpcd, lo que quiere decir que ante la cifra de producción de 2 078 mpcd en 2019, el 46,7 % se utiliza para el consumo de hogares e industria, mientras que el 53,3 % se destina a engrosar las reservas probadas.
La problemática en este caso es el inminente aumento de la demanda de gas ya sea por el aumento de cobertura alrededor del país o por la necesidad de utilizar este hidrocarburo en más escenarios de la vida cotidiana gracias al logro de la transición energética que se busca. Ante estos escenarios, si no se incorporan nuevas reservas, el incremento en el consumo podría convertir la cifra actual a 5,5 años.
Costos de importar petróleo y gas
Esta sección busca calcular valores que permitan aproximarse al costo que traería para el país tener que abastecerse de hidrocarburos importados ante los posibles escenarios a los que se puede enfrentar la economía colombiana.
- Impacto Fiscal:
El impacto fiscal de no producir petróleo y gas para la Nación se focalizaría en tres rubros: regalías, impuestos y dividendos provenientes de Ecopetrol.
En el caso de las regalías, la Nación dejaría de recibir el 82 % del total, lo que se traduce aproximadamente en 7.5 billones de pesos al año, si se toma como base el presupuesto de regalías 2019-2020; generando que las entidades territoriales no cuenten en sus arcas con recursos para ejecutar proyectos de inversión; obligándolas a cubrir ese vacío fiscal con mayor recaudo de impuestos, endeudamiento o transferencias del Gobierno Nacional Central. No obstante, en este último caso, el GNC no tendrá tampoco la disponibilidad de recursos para suplir esta necesidad, ya que ningún otro sector productivo generará ingresos de esta magnitud en el corto y mediano plazo [13].
Por otro lado, el país dejaría de recibir alrededor de 19 billones de pesos por impuestos provenientes del sector y por concepto de dividendos de Ecopetrol; por lo tanto, dejarían de existir alrededor de 6 billones de pesos anuales en las arcas estatales [14] [15].
La regla fiscal dicta que el déficit presentado por la diferencia entre ingresos y gastos de la Nación, debe representar el 2,5 % del PIB que, para este año, serían alrededor de 27 billones de pesos. De producirse el escenario de tener que importar hidrocarburos, este desbalance fiscal ascendería a 59 billones de pesos que representarían el 5,4 % del PIB, un poco más del doble de lo que dicta el instrumento fiscal.
- Cuenta corriente:
En este caso, Colombia perdería su principal bien de exportación, tal como se ha mencionado al inicio de la investigación, lo que traería como consecuencia una ampliación del déficit en cuenta corriente.
Teniendo en cuenta que las exportaciones totales de Colombia en 2019 fueron de 39 500 millones de dólares, dentro de las cuales 15 900 millones (40 %) correspondieron a petróleo y sus productos derivados, el déficit en cuenta corriente sin tener el crudo como posibilidad de bien negociable en el mercado externo pasaría de 13 207 a 29 107 millones de dólares.
Sin embargo, el déficit será mayor cuando las importaciones de crudo comiencen a crecer, por esto es necesario tener en cuenta los siguientes escenarios:
- Escenario de demanda constante:
Si la demanda por petróleo y gas se mantuviera constante en el tiempo, Colombia necesitaría importar 326 880 millones de pies cúbicos gas y 169 millones de barriles del petróleo al año.
En primera medida el país deberá decidir si importa la referencia Brent que es la producida actualmente o WTI que es más liviano para su manejo en las refinerías nacionales y tanto su precio internacional como de transporte, al venir de un socio comercial como Estados Unidos, puede ser más bajo.
Estimaciones hechas en 2017 por la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet) indican que Colombia debería importar 30 billones de pesos al año en petróleo, mientras que Ecopetrol y la Asociación Colombiana del Petróleo han asegurado que serían 40 billones de pesos y 10 mil millones de dólares respectivamente [16] [17] [18].
Sin embargo, a continuación se exponen los resultados de los cálculos hechos para esta investigación:
En cuanto a petróleo, cualquiera se la decisión, las proyecciones ubican los precios en un mínimo de 30 dólares; por lo tanto, en este caso, el costo para el país sería de 5 076 millones de dólares. Respecto a gas, teniendo en cuenta el precio de 1,79 dólares por millón de BTU, la Nación debería pagar 6 000 millones de dólares anuales. El déficit en cuenta corriente pasaría a ser de 75 mil millones de dólares.
Es importante tener en cuenta que el precio del gas a nivel internacional se ha mantenido relativamente constantes rondando los 2 dólares por millón de BTU; pero el petróleo puede mejorar su situación por ejemplo subiendo a 40 o 50 dólares por barril, por lo que en el primer caso el país debería pagar 6 760 millones de dólares anuales, mientras que en el segundo el costo sería de 8 450 millones de dólares por año; generándose un déficit fiscal de 80 mil y 83 900 millones de dólares respectivamente.
En los escenarios planteados el costo comercial de la gasolina podría subir entre un 30 % o 40 % por el aumento de “ingreso al productor” en la fórmula de cálculo establecida en el país; de tal manera que el galón de gasolina podría costar 11 500 pesos. Por su parte el gas domiciliario podría subir entre el 40 % y el 50 % por el aumento de costos de transporte e importación, lo que ubicaría los precios promedio en 23 mil pesos para estratos 1 y 2, 45 700 pesos para estratos 3 y 4 y 55 mil pesos para estratos 5 y 6.
- Escenario con cambio en la demanda:
En el caso del gas los organismos internacionales pronostican una demanda constante de este hidrocarburo a nivel mundial durante las próximas dos décadas, por lo que tanto la cantidad como el costo no tendrían variación con respecto al escenario descrito anteriormente.
Respecto al petróleo, la Agencia Internacional de Energía, a pesar de la crisis actual donde la demanda internacional de crudo ha caído, prevé un aumento de la demanda de este de hidrocarburo de 1 % de barriles diarios hasta 2030 y de 0,1 % hasta 2040 [19].
En este escenario, Colombia debería importar hasta 2030 un total de 171 millones de barriles de petróleo al año con un costo de 8 550 millones dólares, teniendo en cuenta el precio que proyecta el Banco Mundial para los próximos diez años es 50 dólares; en caso de que no supere la barrera de 40 dólares el barril, Colombia tendría que pagar 6 840 millones de dólares anuales.
Para 2040, con precio de petróleo a 50 dólares, Colombia tendría que pagar 8 450 millones de dólares anuales; mientras que con el barril a 40 dólares debería pagar 6 700 millones de dólares al año.
Cabe mencionar que si el país logra la transición energética que espera y necesita el escenario de demanda variaría durante las próximas dos décadas en un 40 %, pasando a consumir 101 millones de barriles de petróleo al año y 457 mil millones de pies cúbicos de gas anuales. Ante esa posibilidad, la Nación tendría que pagar entre 4 mil y 5 mil millones de dólares anuales por las importaciones de petróleo y alrededor de 8 300 millones de dólares anuales por las de gas, para un total de entre 12 300 y 13 300 millones dólares por año para suplir la demanda interna de hidrocarburos. Esto significaría una reducción de costos de aproximadamente 35 %.
Es evidente que importar hidrocarburos para abastecer la demanda interna en Colombia puede significar un desajuste fiscal y en cuenta corriente que debe obligar al Gobierno a pensar seriamente en impulsar otras industrias que permitan competir en el mercado internacional para suplir el vacío que dejaría el petróleo, además de evitar exenciones tributarias a industrias que no lo necesitan y fortalecer mecanismos para erradicar tanto la elusión como la evasión de impuestos.
Por otro lado, es necesario revisar las fórmulas con las que se calculan los precios comerciales de la gasolina y el gas natural domiciliario, ya que como se mencionó, las tarifas podrían subir entre un 40 % y 50 %.
Alternativas para satisfacer la demanda de hidrocarburos
Además de importar petróleo y gas que como se evidenció traería costos elevados para la Nación y para la ciudadanía, existen dos alternativas que el país ha estado discutiendo desde hace unos años que son la explotación offshore y la de yacimientos no convencionales o fracking.
Frente a esto, desde el año 2004 En la costa Caribe se han venido haciendo exploraciones costa afuera por parte de Ecopetrol y algunas compañías extranjeras que en 2017 entregaron resultados favorables; evidenciando la posible existencia de alrededor de 240 millones de barriles equivalente de gas. Esta posible explotación, junto con otros contratos costa afuera firmados por la ANH, y las reservas de gas que pueden existir en la costa pacífica, permitirían abastecer la demanda interna hasta 2028 según Naturgas [20].
La otra posibilidad que baraja el Gobierno es la de explotar yacimientos no convencionales para producir tanto petróleo como gas, que, según la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, permitirá incrementar la producción de crudo en 2 800 millones de barriles que aumentarían las reservas nacionales hasta 25 años; así mismo, la producción de gas permitiría abastecer la demanda interna los próximos 25 o 30 años [21].
Aunque esto podría aliviar también los costos fiscales, la comisión de expertos de la Universidad Nacional solicitada por el Consejo de Estado para tomar una decisión sobre la viabilidad de los proyectos piloto de fracking, aseguró que “Para establecer los beneficios del fracking para la economía del país es necesario incorporar en los análisis y cuantificaciones aspectos centrales como: los altos costos ambientales y operativos de cada pozo y la necesidad de perforar continuamente nuevos pozos; la volatilidad de los precios del crudo en el mercado internacional y sus importantes implicaciones en la renta petrolera y, por ende, en los ingresos territoriales y nacionales y finalmente, el alto costo fiscal para el Estado del gran portafolio de beneficios tributarios ofrecidos a las empresas del sector, sin que estos beneficios se reflejen en una evaluación rigurosa y objetiva del impacto real del sector petrolero en la economía colombiana” [22].
Conclusiones y Recomendaciones
El petróleo ha representado para Colombia una fuente de ingresos importante desde el punto de vista fiscal y de divisas durante la última década; convirtiéndose en una actividad económica fundamental para asegurar la estabilidad y el crecimiento tanto de la producción nacional como de las condiciones de vida de la población a través de la inversión de los recursos provenientes del sector en proyectos regionales y territoriales.
A pesar de la proyección internacional del mercado petrolero y el provecho que ha logrado Colombia de este, las cuentas internacionales aumentan cada vez más su déficit poniendo al país en una situación de deuda y de baja calificación internacional para inversiones, que, ante cualquier crisis petrolera, como la actual, se acentúa. La dependencia exportadora y de ingresos fiscales que tiene la Nación de la actividad extractiva no ha permitido un crecimiento real de la economía en los últimos años.
La producción tanto de gas como de petróleo ha disminuido con el transcurrir del decenio pasado; afectando seriamente las reservas nacionales de estos dos hidrocarburos y por ende el futuro autoabastecimiento.
El déficit fiscal ante el escenario de importar petróleo y gas podría equivaler al 5,5 % del PIB, ya que se perderían fuentes de financiamiento para el Estado. Así mismo, los costos monetarios harían que el déficit en cuenta corriente fuera aún mayor con incrementos en los precios comerciales de hasta un 40 % en la gasolina y el gas natural domiciliario.
Si se logra la transición energética, en un escenario de nulo abastecimiento interno, el hecho de que el gas sea más importante que el crudo para el funcionamiento de la economía y la sociedad, disminuye hasta en 34 % los costos monetarios a incurrir.
La explotación de yacimientos no convencionales debe ser tomada con rigurosidad ya que, ante los puntos expuestos por la comisión de expertos de la Universidad Nacional, su viabilidad económica esta en entredicho, aún más si se tiene en cuenta la coyuntura mundial.
Una posible salida a la problemática descrita en esta investigación es calcular los costos tanto de una transición energética como de una transformación de modelo productivo que desligue al país de la dependencia petrolera y permita expandir la economía en las próximas dos décadas.
Bibliografía
[1] Organización Mundial del Comercio, Documentos oficiales, 2014. https://www.wto.org/spanish/docs_s/docs_s.htm
[2] Asociación Latinoamericana de Integración, Capítulos arancelarios – combustibles, 2012. http://www2.aladi.org/naladisa02/27.pdf
[3] El Espectador, “Los temores por la importación de etanol desde EE. UU, 2016”. https://www.elespectador.com/noticias/economia/los-temores-importacion-de-etanol-eeuu-articulo-632656
[4] Portafolio, “Sigue creciendo importación de combustibles líquidos”, 2019. https://www.portafolio.co/economia/sigue-creciendo-importacion-de-los-combustibles-liquidos-530814
[5] Ministerio de Minas y Energía, Servicio al Ciudadano – Transparencia, 2011-2014. https://www.minenergia.gov.co/busquedas?param=crudo
[6] Agencia Nacional de Hidrocarburos, Producción Fiscalizada, 2013-2019. http://www.anh.gov.co/estadisticas-del-sector/sistemas-integrados-de-operaciones/estadisticas-de-produccion
[7] Datos abiertos Gobierno Nacional, Histórico reservas probadas y producción de petróleo, 2018. https://www.datos.gov.co/Minas-y-Energ-a/Hist-rico-Reservas-Probadas-y-Producci-n-de-Petr-l/ha9p-fkzn
[8] Ecopetrol, Sala de Prensa: “El Grupo Ecopetrol incrementó sus reservas probadas de hidrocarburos a 1.893 millones de barriles equivalentes al cierre de 2019”, 2020. https://www.ecopetrol.com.co/wps/portal/es/ecopetrol-web/nuestra-empresa/sala-de-prensa/boletines-de-prensa/boletines-2019/boletines-2018/El+Grupo+Ecopetrol+incrementa+reservas+probadas+de+hidrocarburos+a+1.893+millones+de+barriles+equivalentes+al+cierre+de+2019
[9] Petroguía, “Colombia sube al cuarto puesto como suplidor de petróleo a EEUU”, 2019. http://www.petroguia.com/pet/noticias/petr%C3%B3leo/colombia-sube-al-cuarto-puesto-como-suplidor-de-petr%C3%B3leo-eeuu
[10] Agencia Nacional de Hidrocarburos, Producción fiscalizada, 2019. http://www.anh.gov.co/estadisticas-del-sector/sistemas-integrados-de-operaciones/estadisticas-de-produccion
[11] Promigas, Informe sector gas natural 2012, página 77, 2013. http://www.promigas.com/Es/Noticias/Documents/Informe-Sector-Gas/2012.pdf
[12] Promigas, Informe sector gas natural 2019, 2019. http://www.promigas.com/Es/Paginas/informeFinanciero/colombia/01.aspx
[13] Ministerio de Justicia, Sistema Único de Información Normativa, Ley 1942 de 2018, 2018. http://www.suin-juriscol.gov.co/viewDocument.asp?ruta=Leyes/30036063
[14] La República, “El Presupuesto General de la Nación 2020 se calculó con un precio del Brent en US$67”, 2020. https://www.larepublica.co/finanzas/esta-es-la-influencia-que-tienen-los-precios-del-petroleo-en-la-economia-colombiana-2974654
[15] La República, “Nación recibiría $6,5 billones de Ecopetrol tras propuesta de dividendo de $180 por acción”, 2020. https://www.larepublica.co/economia/nacion-recibiria-65-billones-de-utilidades-de-ecopetrol-tras-propuesta-de-dividendo-de-180-por-accion-2972222
[16] Dinero, “¿Cuenta regresiva?: Colombia empezaría a importar $ 30 billones en petróleo al año”, 2017. https://www.dinero.com/pais/articulo/colombia-empezaria-a-importar-petroleo-segun-acipet/251295
[17] La Republica, “Sin reservas, al año se gastarían $ 40 billones en importaciones”, 2019. https://www.larepublica.co/economia/sin-reservas-al-ano-se-gastarian-40-billones-en-importaciones-2864987
[18] Asociación Colombiana del Petróleo ACP, Informe económico, 2017. https://acp.com.co/web2017/es/sala-de-prensa/especiales-acp/50-sala-de-prensa/actualidad-acp/780-carta-del-presidente-espectadores-de-una-crisis-anunciada
[19] Reuters, “Crecimiento de demanda mundial crudo se frenará a partir de 2025: AIE”, 2019. https://lta.reuters.com/articulo/petroleo-aie-demanda-idLTAKBN1XN14B-OUSLT
[20] Crudo Transparente, Casas K, Sector gasífero en Colombia: importancia y retos para el autoabastecimiento y transición energética., 2019. https://crudotransparente.com/2019/09/26/sector-gasifero-en-colombia-importancia-y-retos-para-el-autoabastecimiento-y-transicion-energetica/
[21] Semana, “¿Fractura económica?”, 2019. https://www.semana.com/economia/articulo/fracking-en-colombia-el-impacto-en-la-economia-finanzas-publicas-y-sostenibilidad/631844
[22] El Espectador, Los siete puntos clave en la discusión del “fracking” que analizará el Consejo de Estado, 2020. https://www.elespectador.com/noticias/judicial/los-siete-puntos-clave-en-la-discusion-del-fracking-que-analizara-el-consejo-de-estado-articulo-911917
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