El sector carbonífero en el Cesar: Impactos de la política de descarbonización de sus socios comerciales

Por: Silvia Pabón

 

El carbón se ha posicionado como uno de los principales combustibles usado en las industrias, en la generación de electricidad y especialmente en centrales termoeléctricas. De acuerdo con un informe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) en 2018 la demanda mundial de carbón incrementó en un 1,1 % con relación al año anterior, representando el 40 % de la generación de electricidad; sin embargo, es el principal causante de la contaminación y el cambio climático [1].

 

En el mundo se ha reconocido el cambio climático como un gran problema para la humanidad y al carbón como uno de los principales factores de contaminación, pues, el 40 % de las emisiones de dióxido de carbono corresponden al uso de este combustible fósil. De acuerdo al Índice de Economías de Bajo Carbono de 2019, Alemania (-6,5 %), México (-5,2 %), Francia (-4,2 %), Italia (-4,0 %) y Arabia Saudí (-4,0 %) son los países que más han reducido sus emisiones de CO2 con una cifra global promedio de – 4,78 %  y de otros gases contaminantes en el último año.

 

 

En 2015 mediante el Acuerdo de París la comunidad internacional (a excepción de Estados Unidos) se comprometió en mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de los 2 grados centígrados. Uno de los mayores retos para el cumplimiento del acuerdo es la generación de energía a nivel mundial, la cual en su mayoría depende del carbón, el petróleo o el gas; y es aquí donde crece la relevancia de las políticas de descarbonización.

 

Adicional al Acuerdo de París, en septiembre de 2019 se realizó la Cumbre de Acción Climática donde 66 países se comprometieron a llevar a cabo medidas para combatir la crisis climática, incluida la limitación de la cantidad de electricidad producida a partir de fuentes de carbón. Entre estos están Alemania, quien espera eliminar totalmente el carbón de su economía en 2038, Chile cerrará todas sus centrales eléctricas de carbón en 2040 y Corea del Sur clausurará 10 plantas para 2022 [2].

 

En este mismo escenario se encuentra Colombia, que ha venido adoptando medidas para combatir el cambio climático como la Convención Marco de las Naciones Unidas mediante la ley 165 de 1994 y el protocolo de Kyoto por la ley 629 de 2000, que procuran reducir las emisiones de gases de efecto invernadero [3]. Así mismo, en 2014 por medio de la ley 1715 de 2014 se integra al Sistema Energético Nacional el uso de energías renovables no convencionales con el objetivo de implementar un desarrollo económico sostenible, y recientemente a través del Acuerdo de París en 2018 el país establece el compromiso a reducir las emisiones internas de gases de efecto invernadero para el 2030 en al menos un 20 %[4].

 

Sin embargo, estas decisiones representan un gran desafío para el país, ya que gran parte de la economía nacional y regional dependen de la minería de carbón. Por ejemplo, para el 2019, el Producto Interno Bruto (PIB) del sector de minería fue de 1,65 % correspondiente a 14 502 millones de pesos de los cuales el mayor aporte lo hizo la extracción de carbón de piedra y lignito con 9 393 millones de pesos; esto es equivalente a una participación del 6 5 %. 

 

En términos de empleo, las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) revelan que para 2019, la actividad de extracción de carbón de piedra generó aproximadamente 50 000 empleos directos a nivel nacional, de los cuales 2 000 corresponden a trabajadores por cuenta propia, 47 000 son asalariados y 1 000 son empleadores. 

 

En cuanto a las exportaciones, Colombia exportó 74.6 millones de toneladas de carbón que equivalen aproximadamente al 86 % del total de carbón producido a nivel nacional. Por eso, en términos de comercio exterior, el carbón es uno de los productos de exportación más importantes para el país en tanto que representó para el 2019 cerca del 14 % del valor total de las exportaciones igual a un total de 5 668 millones de dólares [5]. El país exporta el recurso a más de 40 países, siendo en 2019 los principales socios comerciales Turquía, Israel, Países Bajos, Portugal, Chile y México.

 

Adicionalmente, del total de producción en 2019 correspondiente a 83.9 millones de toneladas, la proporción que se destinó a satisfacer la demanda interna del carbón fue aproximadamente del 3,8 % equivalente a 3 239 000 ton utilizados para Minerales no metálicos, productos alimenticios, producción de papel y cartón, textiles, prendas de vestir y bebidas [6].

 

Bajo este contexto, las políticas y los acuerdos que se han adoptado en pro de combatir el cambio climático conlleva a replantear la utilización de combustibles fósiles como el carbón en el desarrollo de las prácticas industriales y cotidianas y a ser reemplazarlos por alternativas de energías renovables y sostenibles. Esto sin duda genera impactos internos y globales, pues, muchos países como Colombia dependen en su economía de la producción y exportación del carbón; en este sentido, Crudo Transparente se propone exponer las dinámicas socioeconómicas y ambientales de la minería del carbón en el departamento del Cesar para entender la influencia que tendrían las decisiones internacionales referentes a  la política de descarbonización.

 

 

 

  • Aspectos generales de la minería del carbón

 

La historia del carbón en Cesar se remonta a los años ochenta, cuando los habitantes del municipio de La Jagua de Ibirico descubrieron depósitos de este mineral que fue usado como combustible para sus estufas. La primera empresa en extraer carbón de manera profesional fue Carbones del Caribe; sin embargo, Drummond Ltd. fue la que abrió la primera mina a cielo abierto (explotaciones mineras que se desarrollan en la superficie del terreno) en el departamento, denominada Pribbenow, ubicada cerca del corregimiento de La Loma en el municipio de El Paso [7].

 

En la tabla 1 se encuentran las empresas que en la actualidad tienen presencia en el territorio. Se destaca que la Drummond Ltd es la más importante del departamento en tanto que obtiene una participación del 62,75 % de la producción total, en dónde el proyecto El Descanso, ubicado en los municipios de Becerril y Agustín Codazzi, es el que mayor potencial presenta con una producción de 23.1 millones de toneladas aproximadamente para el 2019.

 

Las otras empresas presentes en el departamento son C.I. Prodeco S.A, Carbones de la Jagua S.A y Consorcio Minero Unido S.A, las cuales conforman el Grupo Prodeco y son filiales de Glencore [8], multinacional Suiza dedicada a la compraventa y producción de materias primas y alimentos alrededor del mundo. Además se encuentra Colombian Natural Resources (CNR) , que fue adquirida en 2015 por la empresa estadounidense Murray Energy Corp [9], compañía carbonífera privada más grande de Estados Unidos.

 

Tabla 1. Empresas, proyectos y producción de carbón para Cesar en 2019
Empresa Proyecto Producción de carbón (Toneladas)
Drummond Ltd El Descanso 23.144.797,68
La Loma 9.499.609,07
C.I. Prodeco S.A. Calenturitas 9.809.813,00
Carbones De La Jagua S.A. La Jagua 3.973.744,17
Colombian Natural Resources  S.A.S. El Hatillo 2.348.058,23
La Francia 1.699.916,38
Consorcio Minero Unido S.A. Yerbabuena 1.549.305,17
TOTAL PRODUCCIÓN 2019 52.025.243,70

Fuente: Elaboración propia con datos de la Agencia Nacional de Minería

 

Así mismo, la tabla 1 evidencia que para el 2019 el Cesar produjo un total de 52 025 244 toneladas de carbón aproximadamente, de las cuales La Jagua de Ibirico se llevó el 43 % de participación, seguido de Becerril con el 29 %, Agustín Codazzi con el 20 % y por último El Paso con el 8 %. Es importante tener presente que para 2018, el Ministerio de Minas y Energía reveló que las reservas de carbón medidas para el departamento fueron de 1 440,19 millones de toneladas [10].

 

  • Aspectos económicos

 

Resulta indispensable conocer cuál es el aporte en términos económicos del sector carbonífero al César, que lo convierten en el departamento de mayor importancia dentro de esta industria por su producción.  De acuerdo con el Dane, para 2018, la explotación de minas y canteras representó la actividad con mayor aporte al PIB departamental con una participación del 44,6 % [11].

 

En cuanto al tipo de empleo que genera el sector en el departamento, según el Simco, para 2018 el 77,34 % fue permanente, el 16,71 % fue temporal, el 5,67 % aprendiz y el 0,28 % era propietario. Se destaca que la cualificación educativa requerida para los puestos de trabajo fue del 48,99 % para los directivos, 30,20 % para los técnicos, 20,52 % profesionales y el 0,29 % operarios [12].

 

Analizando la generación de puestos de trabajo que otorgó la industria para el 2019, se encontró que los proyectos El Descanso y La Loma generaron 4 198 empleos directos y 4 710 indirectos [13], en el de Calenturitas 765 personas fueron empleadas directamente y 2 420 fueron contratistas [14]; por último, el de La Jagua ocupó a 716 empleados directos y a 1 702 contratistas [15].

 

La brecha de género que predomina en la industria carbonífera se puede ver por la baja participación de las mujeres en los puestos de trabajo propios de esta actividad. Según Simco, para el 2018, del total de empleados en la industria del carbón en Cesar, solo el 23,51 % correspondió a mujeres mientras que el 76,49 % restante a hombres [16]. Esto demuestra que las actividades de extracción del mineral están separadas por género: mientras los hombres generalmente hacen trabajos físicos pesados, las mujeres son contratadas para limpiar o cocinar,  reforzando con ello los estereotipos de género que predominan en la sociedad [17].

 

Con relación al comercio exterior, las cifras de Simco muestran que para el 2019 el departamento exportó un total de 43.9 millones de toneladas de carbón por $ 3 011 millones de dólares, los cuales corresponden al 53 % del total de ingresos recibidos a nivel nacional por concepto de exportaciones del mineral. El subproducto principal que exporta el Cesar es el carbón térmico, un tipo de carbón mineral que en Colombia se utiliza para la generación de electricidad, fabricación de cemento y en las industria textil y de alimentos [18].

 

Teniendo en cuenta el valor de las exportaciones, los principales socios comerciales del departamento son Turquía con el 17,5 % , seguido de Israel y México cada uno con participación del 9,9 %, Corea con el 9,8 %, Brasil con el 8 %, Chile con el 7,9 % y Estados Unidos con 6,1 %. Países como Guatemala, Países Bajos, Puerto Rico, Polonia, Portugal, República Dominicana, Canadá, España y China también tienen participación pero en proporciones inferiores al 5 %.

 

El interés de países como Turquía en el carbón que se produce en el Cesar radica en el alto valor térmico que posee este mineral, el cual es utilizado por para la generación eléctrica en las nuevas centrales carboneras que se planean construir en este país [19].

 

  • Conflictividad armada

 

La llegada de estas compañías mineras a los territorios implicó un cambio en la actividad económica de la región puesto que antes de la minería, existía dinamismo del sector agrícola gracias a las áreas sembradas de productos como algodón, arroz y maíz. No obstante, la expansión de la industria carbonífera contribuyó a agudizar las dinámicas de violencia como las extorsiones a las empresas mineras, la violencia sindical y el desplazamiento forzado [20].

 

La expansión del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se dio en los setenta con presencia inicialmente en la Serranía del Perijá mientras que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Extintas Farc) llegaron al centro del departamento en 1980. Con el fortalecimiento de la gran minería, los ataques a la infraestructura de esta industria, asaltos a campamentos, quema de vehículos, robo de carbón y sabotaje de la maquinaria se convirtieron en expresiones comunes cuando las compañías no querían pagar la extorsión cobrada para poder desarrollar sus actividades en el territorio [21].

 

Adicionalmente, el conflicto se profundizó con la violencia por parte del paramilitarismo, que protagonizaron asesinatos y desplazamiento forzados de los campesinos principalmente en los municipios cercanos a las explotaciones mineras como La Jagua de Ibirico, El Paso, Chiriguaná, Becerril, San Diego y Agustín Codazzi. Lo anterior se dio porque con la llegada de este fenómeno, hubo interés por comprar tierras porque se especulaba que el suelo tenía potencial de carbón que podría ser comprado por alguna compañía; por eso, se intimidaba a los propietarios de las fincas para que desalojaran sus terrenos y una vez fuera, se vieran presionados a venderlos a precios que estaban muy por debajo de su avalúo [22].

 

Una de las razones que explican el desplazamiento forzado y el despojo de tierras por parte de los paramilitares sobre comunidades campesinas del Cesar,  es la expansión de la minería del carbón debido a que grandes terratenientes de la región se unieron con paramilitares para expropiar la tierra a los campesinos y luego venderlas a las multinacionales mineras [23].

 

También se creó una coalición entre algunos miembros de la Fuerza Pública y un grupo de dirigentes políticos y empresarios, quienes encontraron en el paramilitarismo la forma para proteger la industria del carbón y brindar seguridad [24]. De hecho, altos directivos de la Drummond están en un proceso legal por supuestos vinculos con la financiación de paramilitares entre 1996 y 2009 y con el asesinato en 2001 de Víctor Orcasita y Valmore Locarno, presidente y vicepresidente, respectivamente, de Sintramienergética (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Minera, Petroquímica, Agrocombustibles y Energética) [25].

 

Por este crimen ejecutado con ayuda del paramilitarismo, ya fue condenado Jaime Blanco Maya, quien dirigía la empresa Industrial de Servicios y Alimentos (ISA), contratista de la Drummond. Este empresario aparentemente sirvió de intermediario con la multinacional para financiar a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) entre 1993 y 2002. Lo anterior se daría mediante sobrecostos en contratos de alimentación para respaldar económicamente al paramilitarismo a cambio de seguridad, con el fin de evitar las pérdidas millonarias que estaba teniendo la compañía por los ataques de los grupos armados no estatales al tren que transportaba carbón desde la mina hacia el puerto [26].

 

  • Aspectos sociales y ambientales

 

Un impacto social y ambiental que ha tenido el ejercicio de la actividad carbonífera en el departamento es el reasentamiento involuntario (desplazamiento físico de personas causado por un proyecto) de tres poblaciones del corredor minero (Plan Bonito y El Hatillo en jurisdicción del municipio El Paso y Boquerón en jurisdicción del municipio de La Jagua) implatado  en 2010 por el entonces llamado Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial a las empresas CNR, Drummond Ltd. y Grupo Prodeco. Lo anterior se dio debido a que en un estudio realizado a la calidad del aire de esas zonas se encontró que los niveles de material particulado de carbón en la atmósfera eran más elevados que los límites máximos permisibles, los cuales ponían en riesgo la salud de estas comunidades [27].

 

De esta manera, la comunidad de Plan Bonito fue reasentada en 2014, en noviembre 2018 se firmó el Plan de Acción de Reasentamiento (PAR) para El Hatillo y actualmente se avanza en el proceso de formulación del PAR en Boquerón [28].

 

Concretamente para la comunidad de El Hatillo, la llegada de la minería a su territorio implicó el cambio de su actividad productiva. Antes de que las compañías mineras se establecieran en la zona, los habitantes se dedicaban a la ganadería, la producción de algodón y arroz, y a la pesca; sin embargo, el desvío del río Calenturitas y el acaparamiento de sus tierras de cultivo por parte de las empresas hizo que su economía se transformara y tuvieran que dedicarse a la cría de cerdos, trabajos con empresas productoras o transformadoras de palma africana de aceite y actividades informales [29].

 

De acuerdo con un informe de la Secretaría de Salud de 2011, más de la mitad de la población de El Hatillo presenta problemas respiratorios, de la piel y oculares afectando principalmente a adultos mayores, niños y adolescentes como consecuencia de la contaminación ambiental del territorio [30].

 

Según Johana Casa y Erney Galván, veedores del Cesar, otro impacto social que ha evidenciado el corredor minero con la llegada de la industria carbonifera es la prostitución infantil. Para Galván, esto se debe a la movilidad y tránsito de personal que llega al territorio, quienes vulneran los derechos de los niños e incluso de las mujeres explotandolos sexualmente y tomando ventaja de las condiciones de pobreza y falta de oportunidades presentes en estos territorios.

 

Con respecto a las protestas en contra de las compañías mineras se encontró que desde 2011 se han presentado un total de 13 manifestaciones donde la mayoría estuvo protagonizada por los trabajadores debido a inconformismos relacionados con los salarios y la exigencia de mayores beneficios en salud, educación y vivienda. Por ejemplo, en contra de CNR se presentó una exigencia en 2014 donde cerca de 37 empleados solicitaron la devolución de sus cargos, luego de que la empresa les hubiera enviado un proceso de retiro voluntario.

 

Así mismo, se observó que en contra de la Drummond se han presentado siete conflictos laborales, en donde se incluye el rechazo por parte de los trabajadores en 2011 frente al accidente laboral que ocasionó la muerte de un empleado y la huelga en 2013 que duró 45 días. Las manifestaciones más recientes se dieron por la falta de reintegración a los puestos de trabajos que tuvieron que ser suspendidos por la COVID-19.

 

De igual manera, en contra de la compañía Prodeco se hallaron tres manifestaciones por parte de los empleados: en 2011 más de 1 200 trabajadores entraron en cese de actividades para exigir mayor estabilidad laboral, en 2019 se evidenció inconformismo por el despido masivo de trabajadores en las minas Calenturitas y La Jagua y en 2020 por la cancelación de 400 contratos como consecuencia de la pandemia.

 

Por su parte, desde la comunidad, las manifestaciones en contra de las empresas no han sido tan comunes y solo se han presentado cuatro, donde dos de ellas, que tuvieron lugar en 2012 y 2015, están relacionadas con exigencias por contaminación auditiva y ambiental de la actividad carbonífera. Además, en noviembre de 2019 se presentó el bloqueo de la línea férrea por donde diariamente pasan más de 20 trenes cargados con carbón desde las minas en el centro del Cesar hasta los puertos del Magdalena como mecanismo de presión para exigir a las empresas Drummond, Prodeco y CNR que garantizaran los recursos para el reasentamiento de las familias de la vereda El Hatillo, en el municipio de El Paso [31].

 

Así mismo, por la cuarentena decretada por el gobierno nacional para mitigar el contagio de la COVID-19, los habitantes de El Paso realizaron bloqueos para evitar el ingreso de buses que transportaban trabajadores de la Drummond, afirmando que, con la continuidad de la operación de la compañía, esta podría ser un foco de contagio por el ingreso de personal externo a la región [32].

 

 

Las finanzas del departamento y de los municipios del corredor minero dependen en gran medida de los recursos de regalías. A nivel departamental, en diciembre de 2019, se recibió por concepto de transferencias del Sistema General de Regalías (SGR) 244 866 millones de pesos que equivalen al 24,68 % de sus ingresos operacionales totales.

 

Además, las ejecuciones presupuestales de las zonas mineras muestran que por ejemplo, de acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación (DNP) para el 2017 los ingresos por concepto de regalías representaron el 27,3 % del total para Agustin Codazzi, el 46,3 % para Becerril y el 33,1 % para La Jagua de Ibirico [33].

 

No obstante, resulta paradójico que aunque las regalías contribuyen de manera significativa a las finanzas de estas zonas de influencia, son territorios cuyos habitantes presentan necesidades básicas insatisfechas, especialmente en la parte rural. De acuerdo con el Dane, el caso de Becerril es el que más llama la atención puesto que el 67 % de los habitantes rurales presentaron necesidades básicas insatisfechas y 43,4 % presentan condiciones de miseria.

 

Por eso, de acuerdo con Astrid Navarro, Secretaria Técnica del Comité de seguimiento a la inversión de las Regalías del Cesar (Csir Cesar), las comunidades no perciben a las regalías como un beneficio que mejore su calidad de vida debido a que la inversión a los proyectos del departamento presentan el principal problema de la no priorización de necesidades; además, cuando las iniciativas están en ejecución se presentan fallas en los procesos de supervisión que se suman al problema de corrupción y mal manejo de los recursos. Para esto es importante que las comunidades tengan voz y voto en los procesos de formulación, viabilidad, priorización y aprobación de los proyectos que mejor respondan a sus necesidades; lo cual puede lograrse gracias a la autonomía que otorga la nueva reforma del SGR a las entidades territoriales.

 

En cuanto al comercio exterior, la salida de la minería del carbón generaría un choque en las exportaciones teniendo en cuenta que el mineral ha sido el principal producto de exportación en el departamento en tanto que tiene una participación, a corte de julio de 2020 del 97,7 %.

 

Así mismo, al analizar la importancia de la extracción de carbón en el Cesar en términos de empleo, se encontró que pese a que es la principal actividad económica que se desarrolla en la región, no es una fuente de empleo fuerte puesto que en promedio sólo emplea en el departamento a cerca de 15 000 habitantes, lo que corresponde al 4 % del total de ocupados para el 2019 que fue de 408 357 personas.

 

A pesar de lo anterior, la salida de la industria del mineral traería consecuencias negativas a la economía de los municipios mineros debido a que esta gira en torno al desarrollo de la actividad. De esta manera, según Astrid, las cifras de desempleo en los municipios extractores se incrementaría por los trabajadores de otros sectores que son activados por la industria, especialmente el de servicios relacionado con el alojamiento y los restaurantes; también, de acuerdo con Fernando Herrera del Centro de Estudios Regionales del Cesar (Cesore), el de transporte y el de combustible.

 

Para Wilfran Ruiz, Presidente de Sintracarbón (Sindicato de Trabajadores de la Industria del Carbón) Seccional La Jagua, en un contexto de descarbonización, la problemática social en los municipios mineros se agudizaría porque no habrían fuentes de empleo teniendo en cuenta que la industria se deterioraría y con ello, los demás sectores productivos anclados. Para él, si no se establece una política seria frente a la posibilidad de explorar otras economías, como la agricultura, no habrá formas de sostenimiento teniendo en cuenta que no se contarían con suficientes tierras con capacidades de cultivo debido a las consecuencias ambientales de la extracción.

 

De la misma forma, Erney Galván, Veedor ambiental del Cesar, resalta que sin la minería se podría generar una catástrofe social debido a que la mayor parte de la economía se sostiene con recursos de regalías que dejarían de percibirse. Por eso, resalta la necesidad de que el territorio vuelva a sus actividades principales como la agricultura y la ganadería y además, de desarrollar las energías alternativas, explotar el potencial en cuanto al turismo y la cultura. También concuerda con que los recursos deben invertirse en el desarrollo de la ciencia y la tecnología y en el impulso a los microempresarios y en general a la comunidad para que se busquen otras alternativas de actividad económica.

 

Es por eso que Jainer Salazar, Veedor de la comunidad en Chiriguaná, considera que desde ya se deben buscar otras fuentes de empleo mediante el campo, la pesca y el ecoturismo. Así mismo, alude a la importancia de que los recursos de regalías sean invertidos en proyectos que perduren como las microempresas; de tal manera que cuando las compañías mineras se vayan de los territorios, la gente tenga los medios para subsistir.

 

Para Alfredo Coronado, geólogo y asesor de despacho del gobernador del Cesar, el consumo del carbón que se extrae en Colombia no va a disminuir por los acuerdos ambientales en la medida en que lo que se estipula en ellos es que los carbones que se produzcan tengan menos del 1% de azufre y esa condición la cumple el mineral del territorio nacional. Sin embargo, afirmó que lo que sí puede pasar es una reducción en las reservas en las minas La Jagua y Calenturitas que equivaldría a una disminución del 40 % del volumen de carbón en unos 15 años; lo cual traería consecuencias en términos de ingresos y de empleo para el departamento.

 

Por ello y con el fin de contrarrestar los efectos negativos de la baja de las reservas, Coronado mencionó la importancia de administrar mejor las regalías para que sean inversiones que generen empleo especialmente en las zonas mineras y para eso, resaltó que se debe apuntar a la ganadería y a la energía fotovoltaica, con gas y con lo que quede de carbón pues para él, lo primordial no es vender el carbón como materia prima sino ofrecerlo  transformado en energía.

 

Fernando Herrera realizó un análisis interesante de los sectores en los cuales el departamento podría tener potencial en lo que desde el Cesor han llamado una economía post-carbón; allí encontró que existen cuatro sectores que deberían ser impulsados:

 

  1. El agropecuario enfocado al tema agroindustrial y ligado a cadenas de valor internacional en productos como el café, el cacao y la piña y a la ganadería bajo unas condiciones laborales favorables junto con apoyos al pequeño campesino.
  2. La prestación de servicios de salud y educación en el municipio de Valledupar por su ventaja de ser una ciudad unimodal que no hace parte de un conjunto de ciudades,  pero que si tiene otros municipios a su alrededor que requieren de este tipo de servicios especializados.
  3. La economía cultural relacionada con el turismo, el teatro y la historia.
  4. Las energías alternativas como la solar, teniendo en cuenta que los altos niveles de radiación en el Cesar permitieron que en 2019 se inaugurara en el municipio de El Paso, la planta de energía solar más grande del país, representando el 80% de la capacidad instalada de este tipo de energía a nivel nacional.

 

Con todo lo anterior, se demuestra que la decisión de disminuir el consumo del mineral por parte de las economías que son compradoras del carbón extraído en el Cesar, con el fin de alcanzar sus metas en pro del cambio climático, podría implicar en un futuro  la salida de la industria carbonífera del territorio. Esto traería consecuencias negativas especialmente para las finanzas de los territorios, que dependen de los ingresos por concepto de regalías.

 

Para 2017-2018, el objetivo de Turquía, principal socio comercial del Cesar por el carbón, era conseguir la reducción del 33 % al 35 % con respecto a la intensidad de carbono de 2005 para el 2030 y en ese sentido, el Índice de Economías Bajas en Carbono (LCEI por sus siglas en inglés), que registran la tasa de transición del carbono y la compara con los objetivos de cada país, reveló cifras favorables en términos ambientales debido a que la intensidad del uso del carbón para este país se redujo 2,2 % [34].

 

Con respecto a México, segundo socio comercial del departamento, el índice demostró que para los periodos anteriormente mencionados, el país latinoamericano se comprometió a reducir la intensidad de carbón al punto de que siempre se ha ubicado entre los países que más disminuyen el uso del mineral en sus regiones.

 

 

En términos ambientales, con la salida de la industria del carbón, el departamento dejaría de incrementar el pasivo ambiental que desde su llegada, ha generado con el desarrollo de su actividad.

 

Uno de los beneficios sería para los ecosistemas y la fauna silvestre que habita en ellos porque dejarían de ser suprimidos [34]; esto debido a que la minería a cielo abierto afecta directamente a la flora y fauna en tanto que no permite la existencia de árboles, plantas o capa superficial en la tierra. De hecho, para 2017 el Ideam determinó que el 81,9 % de los suelos del Cesar presentaban degradación por erosión (pérdida de la capa superficial de la tierra) con focos en municipios como El Paso, Bosconia, El Copey, Agustín Codazzi y Becerril [35].

 

A su vez, las fuentes hídricas de los municipios carboníferos,  dejarían de ser intervenidas por las compañías mineras quienes afectan su cauce natural para el desarrollo de sus actividades. La Procuraduría General de la Nación estableció en 2008  la existencia de un impacto negativo al medio ambiente por parte de la compañía minera Drummond en las zonas de influencia, el cual está relacionado con el desvío de fuentes hídricas como el caño San Antonio, filtraciones, botaderos estériles, daños al duelo y la tala masica de árboles [36].

 

Así mismo, la Contraloría General de la República realizó en 2018 una auditoría a la gran minería del Cesar, en donde se encontraron irregularidades en las minas Calenturitas, de la empresa Prodeco y La Loma, de la compañía Drummond [37].

 

Por ejemplo, al analizar la licencia ambiental concedida a la Drummond para el proyecto La Loma, el ente de control encontró que se estaban explorando nuevas áreas distintas a las aprobadas. Además, señaló que la modificación al plan de manejo ambiental aceptado por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) en 2016, donde se incluía la desviación del arroyo San Antonio, en el municipio de La Jagua de Ibirico, no incluyó criterios ambientales que permitieran determinar las medidas para proteger o impedir daños al ambiente [38].

 

Por parte de la empresa Prodeco, en 2009 se solicitó al Ministerio de Ambiente la autorización de desviar los ríos Calenturitas, Tucuy, Maracas y el arroyo Caimancito y en 2011 se avaló la ampliación de la Mina Calenturitas; sin embargo, la Contraloría señaló que el aumento de las áreas de influencia y explotación están afectando la salud de la población y las condiciones ambientales de su entorno [39].

 

Adicionalmente a lo anterior, la calidad del aire se mejoraría especialmente en las zonas de influencia pues desde 2007 los municipios La Jagua de Ibirico, Becerril y El Paso han sido declarados áreas fuente de contaminación como consecuencia de la concentración de partículas contaminantes en el aire, que pueden afectar la salud humana [40].

 

 

La llegada de la minería del carbón al Cesar implicó cambios en las dinámicas económicas y sociales del departamento. Cuando se conoció el potencial carbonífero del subsuelo, se dio un giro de las actividades de ganadería, pesca y agricultura para darle paso a la naciente industria extractiva y en consecuencia, se despertó un interés en los grupos armados no estatales para comprar tierras, de manera forzada, que podrían ser revendidas a las multinacionales que llegaban al territorio. Esta situación intensificó el panorama de violencia y trajo como consecuencia desplazamientos forzados, asesinatos y despojo de tierras.

 

De igual manera, el medio ambiente ha sufrido las consecuencias de la extracción en tanto que los impactos de la industria en los municipios del corredor minero han estado relacionados con la desviación de fuentes hidrícas, afectaciones a la flora y fauna y con la disminuciones en la calidad del aire. Este último aspecto provocó el reasentamiento involuntario de las comunidades de Plan Bonito y El Hatillo en el municipio de El Paso, y Boquerón en el municipio de La Jagua debido a que las emisiones han afectado su salud en términos respiratorios y de la piel.

 

No obstante, la importancia de la industria carbonífera para el Cesar es evidente en la medida en que el aporte que hace la explotación de minas y canteras al PIB fue de  44,6 % para el 2018 y es el principal producto de exportación con una participación del 97,7 %. Además, los 52 millones de toneladas extraídos en 2019 lo han convertido en el primer departamento productor a nivel nacional por el potencial en los municipios de La Jagua de Ibirico, Becerril, El Paso, Agustín Codazzi y Chiriguaná.

 

En consecuencia, esta actividad dinamiza el resto de sectores de la economía, especialmente el de alojamiento y restaurantes, lo cual ha generado una dependencia al sector en el corredor minero. Así,  bajo un contexto donde la descarbonización toma más fuerza a nivel mundial, los efectos podrían ser catastróficos para el Cesar en la medida en que no se contarían con suficientes fuentes de empleo y las finanzas municipales se verían afectadas teniendo en cuenta que los ingresos por concepto de regalías corresponden al 27,3 % del total para Agustín Codazzi, el 46,3 % para Becerril y el 33,1 % para La Jagua de Ibirico.

 

En ese sentido, el reto está en concientizar a las comunidades y a las entidades territoriales para que se presente como prioridad, la necesidad de diversificar la economía de los territorios mineros para que la descarbonización no golpee tan fuerte sus dinámicas sociales y económicas. Desde ya se deben buscar incentivos que permitan aprovechar sectores con alto potencial como la agricultura enfocada a los mercados internacionales, el ecoturismo, la riqueza cultural y las energías alternativas.

 

Por eso, el llamado es a analizar las capacidades productivas del corredor minero del Cesar y a hacer un mejor uso de las inversiones con recursos de regalías, pues la idea es que una vez las compañías mineras abandonen los territorios, la comunidad tenga los medios y los recursos para continuar desarrollando otros sectores sin que el cambio tenga consecuencias negativas en su calidad de vida.

 

Bibliografía

 

[1]Atalayar (2019) “El carbón seguirá siendo la principal fuente de energía en el mundo” [en línea], disponible en: https://atalayar.com/content/el-carb%C3%B3n-seguir%C3%A1-siendo-la-principal-fuente-de-energ%C3%ADa-en-el-mundo

[2]Noticias ONU (2019) “¿Está el mundo listo para terminar la era del carbón y adoptar la energía limpia?”[en línea], disponible en: https://news.un.org/es/story/2019/12/1466311

[3]Tierra Digna (2015) “El Carbón de Colombia ¿quién gana, quién pierde?” [en línea], disponible en:https://tierradigna.org/pdfs/informe-carbon.pdf

[4]Indepaz (2020) “COLOMBIA: TRANCISIÓN, DESCARBONIZACIÓN O RETORICA “[en línea], disponible en: http://www.indepaz.org.co/wp-content/uploads/2020/08/ARTICULO-DESCARBONIZACION11AGOSTO2020.pdf

[5]Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas “Estadísticas: comercio internacional- exportaciones” [en línea], disponible en:https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/comercio-internacional/exportaciones

[6]Unidad de Planeación Mineroenergetica [en línea], disponible en: https://www1.upme.gov.co/InformacionCifras/Paginas/PETROLEO.aspx

[7] Ambiente y Desarrollo, La minería de carbón en Colombia y la situación económica de las mujeres rurales: la comunidad El Hatillo (Cesar, Colombia), 2019, [en línea] disponible en:

https://revistas.javeriana.edu.co/files-articulos/AyD/23-45%20(2019-II)/151562724006/151562724006_visor_jats.pdf 

[8]Grupo Prodeco, Quienes somos, [en línea] disponible en:  http://www.grupoprodeco.com.co/es/quienes-somos/grupo-prodeco/

[9]  Ambiente y Desarrollo, La minería de carbón en Colombia y la situación económica de las mujeres rurales: la comunidad El Hatillo (Cesar, Colombia), 2019, [en línea] disponible en: https://revistas.javeriana.edu.co/files-articulos/AyD/23-45%20(2019-II)/151562724006/151562724006_visor_jats.pdf 

[10] Ministerio de Minas , Producción y exportaciones de carbón en Colombia, 2019, [en línea] disponible en: https://www.minenergia.gov.co/documents/10192/24089918/Produccion+y+Exportaciones+Carbón+primer+trimestre+2019.pdf/64893cd1-e103-4f47-9d8d-a078796e32af

[11] Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Cuentas nacionales departamentales: PIB por departamento- Resultados por departamento, [en línea] disponible en:

https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/cuentas-nacionales/cuentas-nacionales-departamentales

[12] Sistema de Información Minero Colombiano, Información en escenarios mineros, 2018,  [en línea] disponible en:

https://www1.upme.gov.co/simco/Cifras-Sectoriales/Paginas/Inf-Social-escenarios-mineros.aspx

[13] Agencia Nacional de Minería, Proyecto Drummond, 2019,  [en línea] disponible en:

https://www.anm.gov.co/sites/default/files/DocumentosAnm/Drummond.pdf

[14] Agencia Nacional de Minería, Calenturitas, 2019,  [en línea] disponible en:

 https://www.anm.gov.co/sites/default/files/DocumentosAnm/Calenturitas.pdf

[15] Agencia Nacional de Minería, La Jagua, 2019,  [en línea] disponible en:

https://www.anm.gov.co/sites/default/files/DocumentosAnm/La_Jagua.pdf

[16] Sistema de Información Minero Colombiano, Información social en escenarios mineros, 2018, [en línea] disponible en:

https://www1.upme.gov.co/simco/Cifras-Sectoriales/Paginas/Inf-Social-escenarios-mineros.aspx.

[17] Villegas,P., La minería de carbón en Colombia y la situación económica de las mujeres rurales: la comunidad El Hatillo (Cesar, Colombia), 2019,[en línea] disponible en: https://revistas.javeriana.edu.co/files-articulos/AyD/23-45%20(2019-II)/151562724006/151562724006_visor_jats.pdf

[18] Sistema de Información Minero Colombiano,Carbón térmico: Balance 2016-2016, 2017, [en línea] disponible en: http://www1.upme.gov.co/simco/Cifras-Sectoriales/Datos/mercado-nal/MNAL_carbontermico.pdf

[19] Cardoso, A. & Turhan, E., Ecología política de las nuevas geografías del carbón: La cadena de carbón entre Colombia y Turquía, 2018, [en línea] disponible en:  https://rosalux.org.ec/pdfs/FRLKlima_Cadena_carbon%20Turquia_Colombia_compressed.pdf

[20] Quiroga, D. Minería de carbón y guerra: una mirada a la economía política del conflicto armado del Cesar y La Guajira, 2018,  [en línea] disponible en: https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=ZCueDwAAQBAJ&oi=fnd&pg=PA193&dq=generación+empleo+explotación+de+carbon+cesar&ots=dPjj19PD19&sig=E–RijFV1hLjexMNgxeXOEW3ILI#v=onepage&q=generación%20empleo%20explotación%20de%20carbon%20cesar&f=false

[21] Centro Nacional de Memoria Histórica, La maldita tierra: Guerrilla, paramilitares, mineras y conflicto armado en el departamento de Cesar, 2016,  [en línea] disponible en: https://www.centrodememoriahistorica.gov.co/descargas/informes2016/maldita-tierra/la-maldita-tierra.pdf 

[22] Ibid        

[23]  Gomez, D., Los años del retorno: Violencia, desplazamiento forzado y organización campesina en la comunidad de El Toco en el Cesar, 2018,[en línea] disponible en: https://paxencolombia.org/wp-content/uploads/2019/04/PAX_REPORT_El_Toco_V02_FINAL_web_spreads.pd

[24] Ibid

[25] El Espectador, Los testigos contra los directivos de la Drummond,2020,[en línea] disponible en:

https://www.elespectador.com/noticias/judicial/los-testigos-contra-los-directivos-de-la-drummond-articulo-898638/

[26] Verdad Abierta, Blanco Maya confiesa que fue el puente entre Drummond y ‘paras’, 2012, [en línea] disponible en:

https://verdadabierta.com/contratista-de-la-drummond-acusa-a-la-empresa-minera-de-financiar-a-los-paramilitares/

[27] Villegas,P., La minería de carbón en Colombia y la situación económica de las mujeres rurales: la comunidad El Hatillo (Cesar, Colombia), 2019,[en línea] disponible en: https://revistas.javeriana.edu.co/files-articulos/AyD/23-45%20(2019-II)/151562724006/151562724006_visor_jats.pdf

[28] Reasentamientos Cesar, Avances, 2020, [en línea] disponible en:

https://reasentamientoscesar.com/avances

[29] Organización Pensamiento y acción social, Todas y todos con El Hatillo, [en línea] disponible en:

https://www.pas.org.co/todos-con-el-hatillo

[30] Ibid

[31] El Heraldo, Comunidad de El Hatillo bloquea línea del carbón para exigir reasentamiento, 2019,  [en línea] disponible en: https://www.elheraldo.co/cesar/comunidad-de-el-hatillo-bloquea-linea-del-carbon-para-exigir-reasentamiento-680411

[32] La FM, Drummond asegura que no hay personal extranjero y que no hay contagios en la mina, 2020,  [en línea] disponible en:

https://www.lafm.com.co/colombia/drummond-asegura-que-no-hay-personal-extranjero-y-que-no-hay-contagios-en-la-mina

[33]  Departamento Nacional de Planeación, Operaciones efectivas de caja, 2017, [en línea] disponible en: https://www.dnp.gov.co/programas/desarrollo-territorial/Estudios-Territoriales/Informacion-Presupuestal/Ejecuciones-Presupuestales/Paginas/Operaciones%20Efectivas%20de%20Caja.aspx

[34] Sánchez, F., Colombia: el panorama en Cesar y Caquetá debido a erosión y conflicto de uso de suelos, 2017, [en línea] disponible en: https://es.mongabay.com/2017/06/colombia-panorama-erosion-conflicto-uso-suelos-cesar-caqueta/

[35] PWC, Emissions relapse, The Low Carbon Economy Index, 2019,[en línea] disponible en: https://www.pwc.co.uk/sustainability-climate-change/assets/pdf/low-carbon-economy-index-2019.pdf

[36] , Montoya, E., La extracción de carbón en el centro del Cesar, Colombia: apuntes para la comprensión del conflicto ambiental, 2018, [en línea] disponible en: https://revistas.unal.edu.co/index.php/gestion/article/view/77836/69684

[37] Ostau, F. & Niñi, L., La responsabilidad social empresarial en las empresas del sector carbonífero colombiano, 2012, [en línea] disponible en:https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4031895

[38] El Heraldo,Minería en Cesar: ríos y caños fueron desviados sin estudios,2018,   [en línea] disponible en:https://www.elheraldo.co/colombia/mineria-en-cesar-rios-y-canos-fueron-desviados-sin-estudios-534676 

[39] Ibid

[40]Cancino, A., Meneses, G., Santander,J.,Blanco, C.& Villate,A.Una mirada al panorama socioeconómico, ambiental y fiscal de la minería del carbón en el Cesar,2014, [en línea] disponible en:https://revistas.usergioarboleda.edu.co/index.php/ceye/article/view/264/224