BOLETÍN SEMANAL DE LA INDUSTRIA PETROLERA

Columna de Opinión Nacional

 

 

 

Lo peor de la crisis está por venir 

 

Yessica Prieto Ramos

 

El precio del petróleo sigue bajando. Según expertos, el Covid-19 producirá un recorte de la demanda de petróleo entre 14 y 20 millones de barriles diarios que, junto con la sobreoferta de más de 4 millones de barriles a causa de la disputa entre los rusos y saudíes, hará que el precio del commodity llegue, incluso, hasta los 20 dólares. Esta situación impactará de manera más dura a las economías que dependen de la venta de este recurso, como es el caso de varios países en América Latina y obligará a las compañías a tomar decisiones que terminarán por afectar los territorios de manera considerable. 

 

De acuerdo a proyecciones realizadas por la OPEP y la AIE, países como Colombia, Brasil, Ecuador, México y Venezuela, dejarán de percibir entre el 50 % y el 85 % de sus ingresos de exportaciones. Así mismo, las compañías nacionales (Ecopetrol, Petrobras, Petroecuador, Pemex y PDVSA), deberán afrontar el cierre de campos y sus consecuentes despidos de trabajadores, ocasionando graves problemas en los departamentos productores. 

 

Siendo este el panorama, cabe entonces preguntarse cuál será el impacto que esta situación tendrá sobre el país y las regiones productoras. En un sentido, las compañías perderán el interés en producir petróleo en Colombia debido a que el margen de ganancia disminuye cada vez más y operar en el no es fácil, nuestra geografía representa grandes desafíos para las empresas y los temas de seguridad, junto a la conflictividad social, aumentan los riesgos de inversión que nadie, en con las circunstancias actuales, está dispuesto a correr. 

 

Así mismo, el recorte en inversiones que están haciendo las empresas petroleras, que en el caso de Ecopetrol es de 1 200 millones de dólares (y que debe ajustarse porque se hizo con una proyección sobre los 30 dólares por barril), se orientan a mantener la producción y a aplazar los proyectos de exploración; poniendo en riesgo la búsqueda de nuevos yacimientos que le garanticen al país la autosuficiencia energética tanto de petróleo como de gas. La misma suerte correrán los gastos de inversión social que terminan por ser prioritarios en zonas donde el Estado aún no provee infraestructura física y social para atender las necesidades de la población. 

 

Por otro lado, está en peligro la vinculación laboral de los trabajadores asociados a la industria; situación que dejaría en graves aprietos las economías locales de los departamentos y municipios productores pues son incontables los negocios que sobreviven alrededor de la economía petrolera. Recordemos que el sector extractivo provee más de 100 mil empleos, muchos de los cuales los aporta la industria de hidrocarburos. En la crisis de 2016, de acuerdo a cifras oficiales de gremios y compañías, se perdieron 10 mil empleos y muchas empresas locales dedicadas a la provisión de bienes y servicios quebraron. 

 

Para finalizar, vale la pena preguntarse entonces qué pasará con los proyectos piloto de investigación integral que se adelantarán para determinar la viabilidad de la explotación de los yacimientos no convencionales del país. Es mucho lo que se juega en estos proyectos; no solo estamos hablando de los impactos que estos podrían generar tanto en la salud humana como en el ambiente, sino en términos monetarios. Es sabido que el fracking implica una inyección de capital superior a un proyecto convencional y que el retorno de la inversión es lento; por lo tanto, existen deducciones importantes de impuestos a las compañías que deciden hacerlos y el pago de regalías depende de que el precio del barril se posicione muy por encima de lo que está actualmente. 

 

 


En Comunidades de Barrancabermeja y Puerto Wilches se suspende el servicio de gas

 

 

Según informó en un comunicado Ecopetrol el 19 de marzo, la acción delincuencial de instalación de una válvula ilícita sobre el gasoducto en el sector del Llanito puso en jaque el suministro de gas y a cientos de familias de la zona.

 

La válvula ilícita de 12 pulgadas habría sido instalada en el gasoducto que suministra gas a comunidades del Magdalena Medio, Llanito, Puente Sogamoso, El Pedral, Puerto Wilches y zona rural de Barrancabermeja, por tal motivo Ecopetrol se vio obligado a suspender el servicio de abastecimiento de combustible a partir de las 6:00 pm del jueves 19 de marzo mientras se adelantan los trabajos para retirar la válvula y posteriormente restablecer el servicio hacia las comunidades afectadas.

 

El restablecimiento del servicio podría tardar entre 8 y 48 horas en algunos sectores, debido a la complejidad de los procedimientos que se realizarán con el fin de proteger las comunidades y el medio ambiente. 

 

Vía Blu Radio: Válvula ilícita deja sin gas a comunidades de Barrancabermeja y Puerto Wilches.19/03/2020.

 


Frontera Energy planea reducir gastos

 

 

 

La petrolera canadiense, Frontera Energy, anunció que prevé una reducción en su plan de capital 2020, como una medida para ahorrar costos. Esto debido a la pandemia de COVID-19 y a la acelerada caída de los precios del petróleo.

 

La compañía petrolera planifica reducir en un 60% los gastos que se tenían proyectados para el 2020. Esta disminución se llevará a cabo, en las actividades de desarrollo y mantenimiento, tanto en su unidad de negocios de petróleo ligero y mediano en Colombia como en sus principales activos a nivel mundial. Por lo tanto, se espera que la producción anual promedio de Frontera para el año 2020 esté entre los 55.000 a 60.000 barriles por día (bpd), es decir una disminución de 8%.

 

Adicionalmente, David Dyck, actual director financiero de la compañía, abandonará su cargo a partir del 31 de marzo. Dyck será reemplazado por Alejandro Piñeros, actual vicepresidente corporativo de Estrategia y Planificación de la empresa, desde el primero de abril de 2020.

 

Según el presidente del consejo de administración de Frontera Energy, Gabriel de Alba, la compañía está tomando las medidas de recorte de costos como una forma de proteger a sus colaboradores y su capital frente a la crisis económica creada por la pandemia del COVID-19.

 

Vía Valora Analitik: Frontera Energy reducirá plan de capital ante bajos precios del crudo; cambia su CFO 23/03/2020

 


Nuevo decreto genera polémica por uso de recursos regionales

 

 

 

El lunes 23 de marzo, el Gobierno Nacional emitió el decreto 444 por el cual se crea el Fondo de Mitigación de Emergencias (Fome), con el objetivo de atender las necesidades de los sectores de salud y económico del país contra las consecuencias de la pandemia del COVID-19. Sin embargo, varios actores políticos entre ellos Claudia López, alcaldesa de Bogotá; Ricardo Orozco Valero, gobernador de Tolima; Juan Guillermo Zuluaga, gobernador del Meta; Juan Fernando Cristo, exministro de interior; Roy Barreras, senador; y entre otros han expresado su descontento hacia la decisión, porque consideran que ese decreto le permite al gobierno entregar recursos a los bancos.

 

Quienes rechazan el decreto consideran que se les está quitando recursos a las regiones porque las fuentes de financiación del Fome serán el Fondo de Ahorro y Estabilización (FAE), el Fondo de Pensiones Territoriales (Fonpet) y el capital asignado en el Presupuesto General de la Nación. Adicionalmente, los recursos del fondo pueden ser utilizados como apoyo de liquidez para las empresas del sector financiero.

 

El Gobierno colombiano ha reiterado que los recursos del Fome serán destinados para garantizar la liquidez y los recursos necesarios para la salud, servicios, asistencia humanitaria y atenciones a comunidades vulnerables durante la emergencia. Así como para proveer financiamiento a empresas privadas, públicas o mixtas que presenten dificultades para enfrentar las consecuencias económicas de la pandemia.

 

Se debe aclarar que en el decreto 444, se establece que el Gobierno colombiano tendrá que reembolsar estos recursos al Fonpet, máximo durante las 10 vigencias fiscales subsiguientes a la fecha del desembolso.

 

Vía El Nuevo Día: Controversia por propuesta de usar recursos de Fonpet para crisis económica 23/03/2020

 

Vía El Tiempo: Polémica por decreto que regula recursos para enfrentar el covid-19 23/03/2020

 

 


Ecopetrol: Planta de gas de Cusiana en Casanare aplaza cierre ante COVID-19

 

 

Ecopetrol informó que aplaza inicialmente por tres meses el cierre de la planta de gas de Cusiana, la cual está programada desde el 3 al 23 de abril, medida adoptada como barrera de contención y prevención ante posibles contagios de su personal de mantenimiento frente al COVID-19.

 

Es importante resaltar que las plantas de Cusiana presentan un servicio importante en el sector, ya que despachan alrededor de 270 millones de pies cúbicos diarios de gas natural para el país a sus diferentes usuarios. Dichos lineamientos fueron adaptados con el fin de mantener el abastecimiento de combustible a las diferentes comunidades ante la emergencia de salud pública que se vive en estos momentos en el país.

 

Luego de analizar el inminente riesgo al que están expuestos quienes trabajan en la planta, Ecopetrol adoptó protocolos de aislamiento y cuarentena como medidas de responsabilidad y prevención. Sin embargo durante los tres meses la empresa petrolera se compromete a realizar monitoreos constantemente con el propósito de ofrecer una operación segura de sus instalaciones, con el propósito de no dejar de suministrar el servicio de gas natural a los mercados que están siendo abastecidos actualmente ante la coyuntura que se está presentando en el país.  

 

Vía Prensa Libre Casanare: Ecopetrol aplazó parada de planta de gas de Cusiana en Casanare por coyuntura de coronavirus.19/03/2020.

Vía el diario del Llano: Ecopetrol aplaza parada de planta de gas de Cusiana. 20/03/2020

 


La Asociación Colombiana de Petróleo cumple con la reducción de precios de la gasolina y del Diesel

 

 

 

La Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) acató la medida impuesta por el Gobierno colombiano, de reducir en un 13% el precio de la gasolina y un 9% el precio del diésel, que entró en vigor el pasado 21 de marzo.

 

No obstante, la ACP cumplió con la medida con ciertas reservas puesto que, según un comunicado que publicaron aclaran que las variaciones mensuales no pueden superar el 3%. Sin embargo, entienden la situación excepcional por la cual está pasando el país debido a la pandemia causada por el COVID-19 y esperan que la reducción de los precios contribuya a aliviar la situación económica de los transportadores y de todos los colombianos.

 

Según el Gobierno colombiano la disminución del precio de la gasolina será de 1.200 pesos colombianos, pasando de un precio promedio de $9.159 a $7.958 por galón. Mientras que, el precio del diésel se reducirá 800 pesos colombianos, pasando de $8.952 a $8.152 promedio por galón. Y aplica para las estaciones de servicio de todos los departamentos, ciudades y municipios de Colombia. 

 

A su vez el Ministerio de Minas y Energía aseguró que los nuevos precios se aplicarán de manera progresiva en los centros mayoristas y en las estaciones de servicio, teniendo en cuenta el inventario de combustibles existentes previo al anuncio de la medida. Y aclaran que quienes no cumplan con la reducción de precios podrían enfrentar sanciones económicas por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio de hasta 1 755 millones de pesos.

 

Vía Petrogui@: Gobierno de Duque rechazó petición de la ACP de rebaja progresiva en precio de la gasolina 23/03/2020

Vía Portafolio: Gobierno reduce precio de la gasolina en el país 16/03/2020

Vía ACP: Comunicado a la opinión pública 20/03/2020

 

 


Columna de Opinión Regional 

 

 

Derechos laborales, sexuales y reproductivos de las mujeres en contextos petroleros

-El caso de las mujeres de El Morro-

 

Natalia Roa López

 

 

Gracias a la Encuesta Nacional de Demografía y Salud- ENDS (2015), sabemos que en Colombia y particularmente en la Orinoquía, existen brechas significativas a nivel de derechos laborales, sexuales y reproductivos, que dejan a las mujeres en desventaja y mayor vulnerabilidad, si se les compara con los hombres. 

 

Por ejemplo, a nivel de derechos sexuales y reproductivos, el conocimiento de métodos anticonceptivos por parte de mujeres de 13 a 49 años que viven en la Orinoquia, es de 78.3%. Además, la edad promedio en la que inician sus relaciones sexuales es de 16.5 años, y la edad promedio de la primera unión es de 19.6 años. En esa medida, ellas no sólo empiezan sus relaciones sexuales a temprana edad, sino que son más propensas al embarazo, lo que en mucho casos limita su proyecto de vida.

 

Adicionalmente, la tasa de fecundidad total de la región es de 2.2 hijos por mujer, pero la tasa de fecundidad deseada es de 1.6 hijos por mujer, lo que señala que tienen más hijos/as de los que quieren. 

 

Por otro lado, a nivel de los derechos laborales, vale la pena mencionar que en la Orinoquía el 51% de las mujeres trabaja actualmente, respecto al 75% de los hombres. Sin embargo, para el total del país en la zona rural, al 82.7% de las trabajadoras les pagan con dinero, al 1,9% en especie, y al 8,9% no les pagan.

 

Estas y otras cifras de la ENDS demuestran que en Colombia, y específicamente en la Orinoquía, la inequidad de género se expresa en la educación, la salud, el acceso al trabajo y la remuneración, lo que dificulta el empoderamiento femenino, y el desarrollo equitativo entre hombres y mujeres, sobre todo cuando habitan zonas rurales. 

 

El PNUD (2011) dice que para cerrar esta brecha de desigualdad es necesaria una transformación cultural y educativa, que involucre tanto a hombres como a mujeres, y que reconozca que existe discriminación. En ese sentido, desde la Asociación de Becarios de Casanare- ABC, creímos que la tarea desde la Comunicación para el Desarrollo, podía basarse  en la creación de narrativas innovadoras que documentaran experiencias rurales ejemplares, instalaran preguntas de género, construyeran memoria, y a la vez estimularan el cambio social. De lograrlo creímos que podríamos inspirar a mujeres y hombres a repensarnos y redefinir nuestras propias formas de ser, de estar y de relacionarnos.

 

Fue así que decidimos producir un documental de 30 minutos llamado “Cuatro Golondrinas no hacen llover”, basado en una historia de empoderamiento femenino que gira alrededor de un grupo de mujeres rurales, quienes cansadas de ser excluidas de las oportunidades laborales que el boom petrolero había traído a su pueblo (El Morro-Yopal, Casanare), decidieron organizarse para exigir su participación. 

 

El documental describe con claridad la forma como ellas se organizaron, las dificultades que tuvieron que enfrentar y los cambios más significativos que gestaron al conquistar el mundo laboral. Además, esto nos permitió saber que 18 años después de conformar un gremio femenino, más de 345 mujeres del pueblo lograron participar en las dinámicas laborales de la industria petrolera, cambiaron sus planes de vida, obtuvieron mayor acceso a servicios educativos y de salud sexual y reproductiva, aumentaron su participación política, y llevaron bienestar y educación a sus familias. 

 

Gracias a esto, aprendimos que cuando las mujeres empiezan a ejercer sus derechos, no sólo logran transformar sus planes de vida, sino que también traen bienestar a sus familias, éxito a las empresas, y participación y desarrollo a sus comunidades.

 

A pesar de esto, el documental también develó un desconocimiento parcial de los derechos de las mujeres, así como otros limitantes y motores de inequidad que se siguen expresando en los contextos petroleros a través de creencias naturalizadas frente a su sexualidad y reproducción (acoso sexual, renuncias ante embarazos, promiscuidad, etc.), que persisten, incluso en las lideresas del gremio. 

 

Esto nos demostró que los contextos petroleros pueden ser un escenario interesante para promover y profundizar la comprensión de los derechos de las mujeres en contextos rurales, además de reconocer a las comunidades campesinas como agentes de cambio social para la equidad, de identificar cómo se expresa la inequidad de género en estas zonas, y de incentivar la generación de nuevas estrategias en pro de la igualdad. Esta, es una oportunidad valiosísima para que las industrias y empresas ajusten y extiendan sus políticas y planes de Responsabilidad Social Empresarial, con un énfasis en el desarrollo de las mujeres.