MARZO 04 DE 2019: BOLETÍN DE LA INDUSTRIA PETROLERA

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Columna de opinión semanal

¿Qué hay detrás de las cifras de ataques a la infraestructura petrolera del país?

En lo corrido del año, los oleoductos Caño Limón – Coveñas, Transandino y Mansoyá han sido blanco de ataque por diversos grupos para fines que van desde las demostraciones de fuerza de algunos actores armados no estatales, hasta el hurto de crudo para el procesamiento de alcaloides y refinación artesanal de gasolina. Estas actuaciones generan impactos negativos en el ambiente, la salud y modo de vida de las comunidades, las finanzas públicas y de la industria. No obstante, las cifras provistas por las autoridades sobre estos lamentables hechos, no son claras y son motivo de incertidumbre y análisis.     

Según Ecopetrol, durante lo corrido de 2019, el oleoducto Caño Limón – Coveñas ha sido atacado 10 veces; sin embargo, el sistema de alertas de conflictividad armada, social y ambiental asociada a la industria petrolera de Crudo Transparente, reporta 7. Situación similar ocurrió en 2018, según la estatal petrolera ese año cerró con 107 ataques a la infraestructura energética, pero CT solo contabilizó 25.

La disparidad constante en las cifras, motivó a que el año pasado CT presentará una serie de derechos de petición a la estatal petrolera y el Ejército Nacional solicitando la desagregación de la información por fechas y lugar de los hechos. Lamentablemente, fueron negados porque según la primera, esa información reposa en las autoridades competentes y existen reservas sobre investigaciones de carácter penal; por su parte el Ejército, respondió que dicha información goza de reserva legal en el grado de clasificación “secreta”.  

En otro momento, CT indagó con representantes de Ecopetrol sobre la cifra de ataques (más de 1.400) reportados por ellos en Caño Limón – Coveñas en varios comunicados. Sin embargo, sostuvieron que no llevaban este registro, que mucha de la información sobre el tema aún no había sido digitalizada y si acaso tenían cifras consolidadas de la última década. Lo mismo respondió la división del Ejército encargada del tema.

La tesis sostenida por la compañía es que hay que creerle a las cifras que reportan porque primero, la petrolera nacional cotiza en la Bolsa de Nueva York; razón por la cual, está obligada a emitir información veraz; y segundo, porque el tema repercute seriamente en la inversión extranjera directa y en las comunidades. No hay que ir muy lejos para tumbar este argumento, Lehman Brother, uno de los fondos de inversión más importante de Estados Unidos y que cotizaba en Wall Street, manipuló sus indicadores para aumentar los precios de las hipotecas subprime, lo que derivaría en 2008 en su quiebra y la crisis económica más grave desde la gran depresión del 29.

Con lo anterior, no estoy sosteniendo que Ecopetrol manipule la información que emite; lo que afirmo es que creer a ciegas no puede ser la premisa. La falta de claridad sobre las cifras de ataques genera mayor desconfianza en las instituciones del Estado y suscita preguntas.

Primero, por qué en Colombia son pocos, por no decir nulos, los reportes que se hacen sobre daños en la infraestructura petrolera por fallas del personal o los sistemas a cargo de estas. En su mayoría, todo es atribuido al conflicto armado. Caso contrario sucede en Estados Unidos, donde la Pipeline and Hazardous Materials Safety Administration -PHMSA (de la Agencia de Transporte de los Estados Unidos), encargada de los oleoductos del país, reporta anualmente decenas de fallas en estas infraestructuras por mal mantenimiento o errores en sus operaciones por parte de las compañías.

Segundo, cuál es la efectividad de los batallones minero energéticos, los cuales fueron creados para el cuidado permanente de los oleoductos y otras estructuras de carácter prioritario para el país, y que han recibido contribuciones en equipos por parte de empresas petroleras. Además, los cuerpos de seguridad del Estado, no deberían recibir financiación privada, ya sea bien monetaria o en especie, debido a que esto termina convirtiéndolos, de alguna manera, en cuerpos privados y en Colombia sí que se sabe de las graves consecuencias que esto trae.

Para finalizar, es claro que los ataques a la infraestructura petrolera, sea el actor que los ejecute, son condenables y sus responsables deben ser castigados con todo el peso de la ley y la sanción social. Sus consecuencias generan la contaminación de fuentes hídricas, limitan el acceso al agua para las comunidades, afectan ecosistemas, repercuten negativamente en la economía local porque la pesca se suspende y las tierras se contaminan; sumado a que la estatal petrolera debe invertir en la reparación de los daños cantidades significativas de dinero -solo en el tercer trimestre de 2016, Ecopetrol destinó 25 mil millones de pesos para reparación de sistemas de transporte, retiro de conexiones ilícitas y descontaminación de las áreas afectadas- y las finanzas públicas se resienten significativamente.

En Colombia no puede seguirse ocultando información de interés general aludiendo a temas de seguridad nacional. Mucho menos, emitiendo datos y cifras que no tienen un soporte real. El conflicto armado generó este tipo de argumentos, pero es imperioso que se modernice la mentalidad y se empiece a divulgar información que nos compete a todos para la toma de decisiones sobre el futuro del país. Mucho de lo que está en juego con el tema de los ataques a los oleoductos, tiene que ver con las negociaciones de paz con el ELN.

Noticias

Nuevo equipo de investigaciones en Crudo transparente: región – país

Atrás, de izquierda a derecha: Danna Rodriguez (Región Norte – Costa Atlántica); Diego López (Llanos Orientales); Adriano Escobar (Putumayo); Álvaro Jiménez (Presidente Junta Directiva CT); Elizabeth Perea (Región Sur); Daniel Castillo (Economista Investigador). Adelante, de izq. a derecha: Yessica Prieto (Directora Nal. de proyectos e investigaciones); María Fernanda Cortázar (Región Centro); Katherine Casas (Investigadora Nal.); Silvia Pabón (Región Nororiente) y Jhoana Barragán (Asistente Administrativa).

Durante los días 26 y 27 de febrero de 2019 Crudo Transparente extendió la bienvenida al nuevo equipo de trabajo conformado por 6 investigadores regionales. En esta etapa de fortalecimiento, junto con el apoyo de la Real Embajada de Noruega en Colombia, esperamos ampliar la cobertura, profundizando sobre el estudio de las realidades sociales, ambientales y económicas del país, directamente en las zonas de exploración y explotación.

El encuentro se llevó a cabo en la Casa de Encuentro San Pedro Claver, en Bogotá.

El momento fue propicio para conocer la trayectoria de la organización, perfilar los lineamientos del trabajo anual, colaboraciones, temas de investigaciones, difusión y por supuesto, escuchar a cada uno de los miembros, quienes también manifestaron sus objetivos y proyecciones en esta fase, así como su experiencia previa en terreno.

La familia de Crudo Transparente crece y espera facilitar la producción de información para el análisis, un pensamiento investigativo, como también, permitir espacios de socialización, para concertar un sector minero-energético informado, abierto y responsable entre sociedad civil, gobierno y empresa.  

Un grata bienvenida al equipo de investigadores.

The Guardian: pueblo Siona afectado por petrolera en Putumayo

Foto: Mateo Barriga/Amazon Frontlines

El medio británico publicó un reporte sobre cómo el pueblo originario Siona que habita en el Putumayo (Colombia) acusa a la multinacional Amerisur Resources por verter miles de litros de agua contaminada con petróleo, en el río Piñuña Blanco, importante para la comunidad. Los grupos indígenas exigen que se descontaminen los cuerpos de agua, mientras que la empresa con sede en el Reino Unido, afirma que no es culpable de tal afectación.

Próximo a la población en condiciones de vulnerabilidad, se encuentra el pozo Platanillo explotado por la filial británica. Según testimonios en la operación se expulsaban aguas de manera irregular, lo que habría generado serios problemas en la salud de las personas: dermatitis, infecciones y daños generales a la salud. Más de 600 habitantes del resguardo se vieron afectados, según el medio.

“La compañía lo hacía de noche, más que nada muy temprano en la madrugada. Tenía un serio impacto en nosotros. El olor era muy fuerte… y uno lo podía sentir, estaban contaminando el agua, los peces, el río”, resalta uno de los testimonios en el reporte de The Guardian.

Un pronunciamiento de la empresa afirma que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) dio vía libre a reinyecciones, y que, en una visita de campo no se encontraron contaminantes en el agua. Aún así, la comunidad tomó la decisión de ir ante las autoridades británicas, para hallar soluciones a esta problemática.

Vía Mi Putumayo: Comunidad indígena acusa a petrolera de contaminar su agua. 23/02/19 y Vía The Guardian: Colombian tribe calls for action on alleged effects of UK oil firm. 22/02/19

Atentan contra el Oleoducto Caño Limón-Coveñas en Arauca

El jueves se informó de un nuevo ataque a la infraestructura petrolera del país, esta vez en inmediaciones de la vereda Caño Claro, en Saravena (Arauca). El evento fue reportado ante los consejos territoriales para la Gestión del Riesgo de Desastres del municipio, también a Corporinoquia y otras autoridades competentes.

Ecopetrol declaró que al momento de la afectación, el bombeo se encontraba fuera de operación. De igual manera, activó un plan de contingencia para que el daño ambiental en la zona no sobrepase los alrededores del punto de origen.

Según se publicó en El Espectador, en lo que va de 2019 se tiene registro de 9 atentados contra este oleoducto, los cuales se reparten de la siguiente manera: seis en Arauca y tres en Norte de Santander. Cabe señalar que, en nuestro sistema de alertas que nutre el Pulso Petrolero, se registran 6 ataques al Oleoducto Caño Limón – Coveñas.

Vía El Espectador: Nuevo atentado en contra del oleoducto Caño Limón-Coveñas. 28/02/19

Fracking: Ecopetrol invertiría US$500 millones en Colombia

Foto: Dinero

En una entrevista concedida a El Tiempo, el presidente de la Estatal, Felipe Bayón, destacó las ganancias que ha logrado la compañía tras la crisis. Por ejemplo, en 2018 rondaron los 11,6 billones de pesos, un 75% más que en 2017. Nuevas perspectivas económicas, rompen la tendencia a la baja de la producción, al mismo tiempo que, en caja, Ecopetrol cuenta con 14 billones de pesos, para ayudar a las proyecciones de mediano plazo.

Respecto al tema el directivo dijo: “Hay que destacar que Ecopetrol ha destinado 500 millones de dólares en el período 2019-2021 para el desarrollo de los pilotos de no convencionales (fracking). La realización está sujeta a las decisiones de Gobierno y, de ser exitosos, permitirían avanzar a una fase de expansión comercial después del 2022. Estamos siendo mucho más explícitos y dando la guía de qué estamos viendo”.

Vía El Tiempo: Ecopetrol invertirá US$500 millones en pilotos de ‘fracking’. 27/02/

Venta de vehículos híbridos y eléctricos, incrementará hasta en un 221% en 2019

Según EV-Volumes, el año anterior 2 de cada 10 autos vendidos a nivel mundial eran híbridos o eléctricos. De acuerdo con la consultora, la venta de este tipo de autos sobrepasó la barrera de los dos millones de unidades en 2018, un aumento del 63%.

La Asociación Colombiana de Vehículos Automotores (Andemos), comunicó que para 2019 se espera que las ventas de este sector crezcan hasta en un 221,8%. Dicho porcentaje “se lograría con la venta de 1.500 vehículos eléctricos y 1.500 híbridos que permite comercializar actualmente el Decreto 1116”, así lo afirmó Oliverio García, presidente de Andemos.

Diversos factores “impiden” la entrada definitiva de este tipo de autos en el mercado colombiano, así lo manifestó Edge Egashira, presidente de Automotores Toyota Colombia: “Es una buena propuesta desde el punto de vista ambiental, pero el tema es que no hay una infraestructura para cargas desarrollada en Colombia. En la medida en que el Gobierno promueva esa infraestructura, podríamos evaluar la entrada de la marca”.

Vía La República: Segmento de vehículos híbridos y eléctricos crecerá 221,8% al cierre de 2019. 01/03/19

Columna de opinión regional

¿Puede ser el turismo realmente el nuevo petróleo de Boyacá?

Por: María Fernanda Cortázar

El pasado sábado 2 de marzo, el presidente Iván Duque reafirmó durante el Taller Construyendo País número 23, que se llevó a cabo en Aquitania, Boyacá, su deseo de hacer del turismo el nuevo petróleo del departamento y de Colombia.

“Yo quiero que Boyacá sea conocido por esos 4 millones 274 mil visitantes no residentes que tuvo Colombia el año pasado, en el mejor año del turismo en la historia de nuestro país. Que conozcan toda esta riqueza y que tengan como uno de los destinos obligados cuando se visita Colombia, a Boyacá y su inmensa y rica geografía”, aseguró el presidente.

Pero, ¿qué tan correcto es decir que este sector puede llegar a ser el nuevo petróleo de Boyacá? Este departamento se ha caracterizado por ser uno de los destinos más importantes para los turistas dentro del país, tanto así que hace parte de las principales actividades económicas de Boyacá, representando el  19,13% del PIB departamental, mientras que el sector extractivo es el 7,64%.

Así mismo, las actividades relacionadas con el turismo se encuentran, por lo menos, en 11 municipios como Tota, Ráquira, Villa de Leyva y Chiquinquirá, mientras que el fuerte de la industria petrolera en la región está ubicada en Puerto Boyacá.

Además de esto, Boyacá se encuentra en medio de un debate sobre qué se debe hacer con las actividades extractivas. Por un lado, están instituciones como la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) que continúa adjudicando áreas en el departamento, principalmente para exploración, y las empresas, que en su mayoría son extranjeras, y que ven en este territorio un gran potencial para la extracción de petróleo; y por otro están las comunidades, e incluso el Gobierno local, que rechazan generalmente este tipo de actividades.

Este inconformismo se ha visto acompañado de diversos hechos como la acción popular interpuesta por el gobernador Carlos Amaya, con el fin de prohibir todo tipo de actividades relacionadas con la extracción de petróleo; o los plantones y protestas por parte de la comunidad durante el 2018, que le han costado a la industria la salida del territorio de importantes empresas como fue el caso de la Geofisyka Torun, que realizaba estudios de sísmica en 13 municipios del departamento.

Lo anterior nos demuestra que el turismo dentro de la región es más fuerte que la industria petrolera. Por tanto, puede ser un desacierto pretender que este sea el nuevo petróleo de Boyacá. Lo que sí se debe hacer es fortalecer el sector invirtiendo más en la infraestructura vial para mejorar la conexión entre municipios, y en los servicios de educación, para formar más técnicos y profesionales en áreas afines a este.

Todo esto, sin dejar de lado al sector extractivo que también tiene importancia para el departamento, y que cuenta con un gran reto que es dejar de lado la incertidumbre que se presenta hasta el momento frente a lo que se puede o no hacer con respecto a la exploración y explotación de hidrocarburos dentro del territorio.

INDICADORES BRENT & WTI / SEMANA

Crudo Transparente por un sector minero-energético abierto, informado y responsable