¿QUÉ CONSECUENCIAS DESENCADENAN LOS ATAQUES AL CAÑO LIMÓN COVEÑAS? ANÁLISIS PERIODO 2016-2020

Por: Katherine Casas Pérez

 

Introducción

 

En las últimas décadas la historia colombiana ha estado marcada por el conflicto y, pese a varias negociaciones y acuerdos de paz, ha sido difícil de superar. La violencia ha provocado el desplazamiento forzado de más de 8.1 millones de colombianos desde 1985.

 

Según diversos analistas, la violencia en el país puede estar enmarcada en las siguientes causas: la primera, por razones políticas y religiosas; la segunda, por la exclusión social y las desigualdades; y por último, la lucha por el territorio y la defensa de los recursos naturales. [1]

 

Esta última causa está estrechamente relacionada con los atentados contra la infraestructura energética del país, perpetuados por los grupos armados no estatales, como las extintas Farc, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las BACRIM, entre otros. Estas acciones se han convertido en un método para desestabilizar la institucionalidad y a su vez la divulgación ideológica de los actores armados, que para el caso del ELN, es la protección y la nacionalización de los recursos naturales.

 

En consecuencia, según el informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP): “Verdad y afectaciones a la infraestructura petrolera en Colombia en el marco del conflicto armado”, publicado en junio de 2020, más de 3 600 ataques se perpetraron entre 1986 y 2015 y los oleoductos más afectados fueron: el Caño Limón Coveñas y Trasandino.

 

Particularmente, desde 1986 el oleoducto Caño Limón Coveñas, la infraestructura de hidrocarburos más importante del país, sufrió más de 1 500 atentados y dejó más de 3.7 millones de barriles de petróleo derramados. Además, según cifras de Ecopetrol, estos hostigamientos han afectado más de 65 000 metros cuadrados de suelo y cerca de 40 500 metros lineales de cuerpos de agua.

 

Junto con estos hostigamientos, las instalaciones de válvulas ilícitas, (artefactos puestos a lo largo de las líneas de transporte o producción de hidrocarburos, con el fin de extraer petróleo de manera ilegal) se han convertido, en los últimos años, en una problemática para Ecopetrol, las compañías petroleras y para la Nación por las pérdidas económicas y afectaciones ambientales que causan.

 

Por tal razón, dada la relevancia de esta infraestructura de transporte para el país y las pérdidas económicas y ambientales que generan los hostigamientos; el objetivo de la siguiente investigación es revisar y analizar los impactos económicos, sociales y ambientales de las acciones violentas e instalaciones ilegales al oleoducto Caño Limón Coveñas.

 

El análisis anterior se deriva de las cifras publicadas por Ecopetrol entre el 2016 y 2020, dado que, según lo publicado por la Estatal, estos atentados e instalaciones han presentado un incremento los últimos cuatro años y para ese mismo periodo, el Gobierno colombiano y las extintas Farc habían iniciado sus diálogos de paz, lo que hubiera ayudado a disminuir los actos violentos contra el oleoducto.

 

¿Cómo está conformada la infraestructura petrolera colombiana? Principales características del oleoducto Caño Limón Coveñas

 

Según Cenit Transporte (empresa colombiana que brinda servicios portuarios, logísticos, de transporte y almacenamiento a la industria de petróleo y gas), hay actualmente un total de 136 equipamientos que configuran la estructura petrolera en el país, las cuales se categorizan de la siguiente manera: 394 campos petroleros, un campo offshore, cinco refinerías, entre otras divisiones energéticas. Estas estructuras, a su vez, están conectadas por oleoductos, poliductos y propanoductos, con una extensión total de 8 789 km.

 

En el caso de los oleoductos, el país cuenta actualmente con nueve de estas infraestructuras: Bicentenario; Caño Limón Coveñas; Central de los Llanos; Chucurayaco-Orito; Mansoyá-Orito; Ocensa; San Miguel-Orito; Trasandino y Pacífico. [2]

 

El oleoducto Caño Limón Coveñas es propiedad de Cenit y es operado por la Vicepresidencia de Transporte y Logística de Ecopetrol. Mide alrededor de 778 km y tiene una capacidad de transporte de hasta 210 000 barriles diarios de crudo; además, para su operación cuenta con siete estaciones: Caño Limón, Vanadia, Samore, Toledo, Tibú, Ayacucho y Coveñas. [3]

 

Caño Limón Coveñas es considerado el oleoducto principal del país, ya que atraviesa 253 veredas, 33 municipios y siete departamentos: Arauca, Boyacá, Norte de Santander, Cesar, Magdalena, Bolívar y Sucre. Su recorrido empieza en Arauquita, Arauca y finaliza en el puerto de Coveñas, Sucre. En el mapa No. 1, se detalla este trazado.

Mapa No. 1. Trazado del oleoducto Caño Limón Coveñas

 

Fuente: elaboración propia con datos de United States Government Accountability Office.

 

Desde su creación, en 1985, el oleoducto Caño Limón Coveñas ha transportado 1 445 millones de barriles de crudo y su yacimiento, el Caño Limón (Arauca), es uno de los campos insignias del país. [4] Este complejo energético fue uno de los hallazgos más significativos de la historia petrolera colombiana, ya que tenía reservas calculadas en 1.2 billones de barriles, lo que permitió triplicar la explotación petrolera entre 1980 y 1990; pasando, de 131 000 a 483 000 barriles diarios. Por tal razón, para exportar este petróleo de los llanos, fue construido el oleoducto Caño Limón Coveñas. [5]

 

Esta infraestructura ha sido objeto de más de 1 500 atentados, lo que ha dejado 3.7 millones de barriles derramados; según lo estimado por la Asociación Colombiana de Petróleos, ACP. Asimismo, con respecto a cifras económicas, la ACP calcula que por cada día de suspensión en la operación de este oleoducto a causa de los ataques e instalación de válvulas ilícitas, el país pierde $ 2.5 millones de dólares.

 

Según datos de Ecopetrol, aproximadamente, en los últimos 40 años, los hostigamientos a este tubo han afectado más de 65 000 metros cuadrados de suelo y cerca de 40 500 metros lineales de cuerpos de agua. Ríos como:  Arauca, Tibú, Catatumbo, y Tarra; y las quebradas: El Loro, El Carmen, La Medrosa, La Pérdida y Caño Victoria han sido lo más impactos. [6]

 

Análisis sobre los ataques al Caño Limón Coveñas. Periodo 2016-2020

 

Teniendo en cuenta las cifras publicadas por Ecopetrol, entre el los años 2016 y 2020 los ataques al oleoducto Caño Limón Coveñas han tenido el siguiente comportamiento; ver gráfico uno.  

 

Gráfico número 1. Atentados al oleoducto Caño Limón Coveñas

Fuente: Elaboración propia, datos proporcionados por Ecopetrol.

 

Cómo se ha mencionado, desde la inauguración de este oleoducto se han registrado más de 1 500 atentados y en los últimos cinco años estos ataques suman 233. Asimismo, como muestra el gráfico uno, entre el 2016 y 2018 se denota un aumento en cada periodo de alrededor de 20 ataques; siendo el 2018 el más crítico con respecto a estos sucesos.

 

Vale la pena recordar, que desde el 2012 iniciaron los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y las extintas Farc; uno de los actores armados con mayor responsable en estos hostigamientos, junto con el ELN [7]. Contrario a lo que se podría pensar, las negociaciones no ayudaron a disminuir los ataques contra el Caño Limón Coveñas; por el contrario, aumentaron una vez se firmaron los acuerdos de paz en 2016.

 

Igualmente, según lo analizado los departamentos más afectados fueron: Arauca, Norte de Santander y Boyacá. Es importante resaltar que después del 2018, Arauca ha sufrido el incremento de acciones violentas por parte de grupos armados no estatales, especialmente, frentes del ELN y disidencias de las extintas Farc, se han afianzado en el territorio para disputarse el poder regional, los cultivos de hoja de coca y demás economías ilegales en la zona.  Lo anterior incrementando la violencia en los últimos cinco años en Arauca. [8]

 

Desde otro ámbito, en términos económicos es importante mencionar que, teniendo en cuenta el periodo 2016 – 2020, se han derramado 111 681 barriles, lo que significa un promedio de 20 000 barriles de petróleo por año (esta cifra está basada en la información proporcionada por los medios de comunicación). Para el periodo en mención, se liquidaron 78.117 billones de regalías con una producción de 182 682 686 millones de barriles. De esta manera, si se hubieran contabilizado los 111 681 barriles, las cifras de producción hubiera. sido 0,06 % adicional; generando, aproximadamente, 47 756 millones de pesos más en regalías.

 

Ahora bien, si se tienen en cuenta el mismo periodo, pero con un promedio de 130 000 barriles derramados por año (este dato es un promedio de los 3.7 millones de barriles, que según Ecopetrol se han derramado en los último 30 años), se hubieran producido alrededor de 650 000 barriles adicionales, por lo que aproximadamente se dejaron de percibir 277 949 millones de regalías.   

 

Según información de Ecopetrol, la inversión en cuanto a reparaciones es alrededor de 32 000 millones de pesos por año; si se tiene en cuenta que la petrolera afirma que del 2009 al 2017 ha destinado 251 millones para este aspecto.

 

Análisis sobre las instalaciones ilícitas al oleoducto Caño Limón Coveñas. Periodo 2016-2020

 

 

Los barriles derramados y las contaminaciones de crudo no solo se generan por los atentados a los oleoductos o complejos energéticos; sino también, por los hurtos de petróleo a través de artefactos denominados válvulas ilícitas.

 

Estas instalaciones ilegales se usan principalmente para robar el producto transportado que usualmente es empleado por los grupos armados como insumo para el procesamiento de hoja de coca, financiamiento y comercio ilegal. De esta manera, mafias y grupos armados no estatales, como el ELN y los Pelusos, usan estas “pegas” para armar conductos en dirección a complejos energéticos improvisados e ilícitos. [9]

 

Gráfico número 2.  Instalaciones ilegales de válvulas ilícitas en el Caño Limón

Fuente: Elaboración propia con datos proporcionados por Ecopetrol.

 

Como muestra el anterior gráfico, la tendencia de las instalaciones de válvulas ilícitas en el oleoducto Caño Limón Coveñas presentó un aumento entre el 2016 y 2018. En promedio, según datos de la Estatal y medios de comunicación, se derraman aproximadamente más de 20 000 barriles diarios de crudo debido a estos artefactos; asimismo, solo para el 2016 las pérdidas para la petrolera sumaron 32 mil  millones de pesos por estas pegas.

 

Por otro lado, la zona más perjudicada por estas instalaciones ilícitas es el nororiente del país, más exactamente el Catatumbo, Norte de Santander. [10].  Los actores que tienen influencia en esta zona son el ELN, EPL y las disidencias de las extintas Farc, En concordancia con lo anterior, se tiene registro que antes del inicio de los Acuerdos de Paz, en el 2015, el Ejercito Nacional desinstalaban válvulas ilícitas en el Catatumbo en los laboratorios improvisados de este antiguo grupo. [11]

 

Alrededor de cinco meses por año se interrumpen las operaciones de Caño Limón Coveñas y bajo este este escenario los grupos armados no estatales, utilizan el insumo robado para la producción de pasta coca [12]. Lo preocupante de esta situación, es que Ecopetrol sostiene que las cifras de estas instalaciones van en aumento si se incluyen las acciones registradas en las infraestructuras en los campos de producción, como por ejemplo las líneas de gas [13].

 

De igual manera, el impacto económico es alarmante; entre enero y agosto del 2020, el hurto registrado por estas “pegas” fue de por los menos 600 000 barriles de hidrocarburos, lo que significa 2 500 barriles diarios robados en promedio, correspondiente al Caño Limón y el valor robado puede estar cercano a los 22 millones de dólares[14].

 

¿Qué otros impactos generan los derrames causados por los ataques e instalaciones ilícitas?

 

 

Cuando se genera un atentado en contra de la infraestructura petrolera, este desencadena un nivel de contaminación de altas proporciones que terminan en desastres ambientales; causando daños irreparables a la fauna, flora y comunidades aledañas a estos complejos.

 

Desde la entrada en operación del oleoducto Caño Limón Coveñas, hace más de 30 años, este ha sido dinamitado más de 1 500 veces, situación que ha ocasionado el derrame aproximado de más de 4 millones de barriles de petróleo en suelos, quebradas y ríos de los departamentos de: Arauca, Boyacá, Norte de Santander, Cesar, Magdalena, Bolívar y Sucre.

 

Se tiene registro que en 1986, fue la primera voladura de esta infraestructura en el corregimiento Donjuana, Carmen de Tonchalá, Norte de Santander, causado por el ELN; derramando 45 743 barriles de petróleo. Desde ahí, como muestra la tabla número uno se siguió presentado estas contaminaciones, tras los atentados.

 

 

Tabla 1 Ejemplo de contaminaciones por atentados al Caño Limón Coveñas
Año Barriles derramados Sector
1986 45 743 barriles Carmen de Tonchalá, Norte de Santander
1990 14 000 barriles Zapatosa, Cesar
1992 45 000 barriles Remedios, Antioquia
2014 __ Toledo, Norte de Santander
2019 __ Teorema, Norte de Santander

Fuente: Elaboración propia, datos proporcionados por Fundación ideas para la Paz (FIP) y Semana Sostenible.

 

 

La tabla número uno, muestra algunos de los principales atentados al Caño Limón Coveñas que más causaron derrames de crudo; siendo Norte de Santander la zona más afectada por estas contaminaciones. Además, en la tabla se puede evidenciar que alrededor de 40 000 barriles se derraman tras estos actos violentos que desencadena impactos más allá de lo económico, también se generan complicaciones ambientales y sociales.

 

Desde la perspectiva ambiental, el derrame de hidrocarburos perjudica el suelo, el agua y el aire. Con relación al suelo, estas manchas representan el 70 % del total de los ecosistemas impactados; en el agua, estos hechos causan de forma inmediata una película sobre la superficie de la fuente hídrica que impide la entrada de la luz en la misma, perjudicando el proceso reproductivo de las especies; en el aire, estos derrames en su mayoría, generan emisiones producto de la combustión, dado que se crea óxido nitroso de la quema del combustible. [15]

 

También la fauna y flora se ve impactada tras estos actos. En el caso de la fauna, estudios demuestran que la interacción de hidrocarburos en los entornos de los animales, afecta el ciclo de los nutrientes y los diferentes vínculos de la cadena alimenticia; perjudicando, reptiles, mamíferos y anfibios. Y para el caso de la flora, un desastre ambiental, como la devastación acelerada de los bosques, desencadena graves consecuencias como por el ejemplo la disminución en la productividad de los suelos.  [16]

 

Por otro lado, estas acciones violentas aparte de dejar secuelas ambientales, ha ocasionado heridas y muertes a integrantes de la Fuerza Pública, civiles y trabajadores de empresas contratistas de Ecopetrol y compañías petroleras cercanas. Según información de la Estatal, entre 2016 y 2018 fueron asesinados 115 integrantes de la Fuerza Pública y 314 resultaron heridos mientras cuidaban la red de oleoductos. [17]

 

Para finalizar, las comunidades y residentes cercanas a este oleoducto también se han visto impactados por estos atentados. Tras las voladuras y derrames, se contamina la tierra y fuentes hídricas que abastece el ganado, hidrata los cultivos y provee a los pobladores que allí residen; esto afectando la cotidianidad y actividades económicas y salubridad de estos ciudadanos. [18]

 

También, comunidades indígenas cercanas al Nevado del Cocuy, en Boyacá, como los U´wa, han denunciado que tras los ataques al oleoducto Caño Limón Coveñas se ha generado enfermedades en sus comunidades, la tierra ha sido menos fértil, no hay acceso a agua potable, y los alimentos han disminuido ya que los animales para la pesca y caza están contaminados. [19]

 

Junto con lo anterior, estas comunidades denuncian que se registran desnutrición en los niños y afectaciones a las mujeres; especialmente, quienes están embarazadas porque no tienen acceso a los alimentos y al agua, dado que están contaminados. [20]

 

Conclusiones

 

Cuando se revisa los complejos petroleros de Colombia, el que más sobresale es el oleoducto Caño Limón Coveñas. Desde su creación se ha considerado el oleoducto más relevante por su trazado, su capacidad de transporte y su misión de conectar el puerto de Coveñas, Sucre, con el interior del país.

 

Esta infraestructura, además de ser histórica para la industria petrolera, en los últimos 30 años ha estado marcada por los atentados por parte de los grupos armados no estatales.  Actores como las extintas Farc y el ELN, son responsable de estos hechos y su motivación giran en torno a lo político, ideológico y económico.

 

Las cifras de estos sucesos, están alrededor de 1 500 atentados y ha dejado cerca de 3.7 millones de barriles de petróleo derramados. Igualmente, en los últimos cinco años se ha denotado un aumento de estas voladuras, especialmente entre los años 2016 y 2018; periodo el cual se estaba desarrollando los diálogos de Paz con las extintas Farc y el Gobierno Nacional.

 

Sumado a estos hostigamientos, este oleoducto ha sufrido las consecuencias de las válvulas ilícitas. Estos artefactos durante décadas, se han convertido en un problema para la Nación y compañías petroleras, ya que su instalación desencadena pérdidas económicas, contaminaciones y afectaciones a las comunidades aledañas. Además de perjudicar la industria, estas pegas tienen como fin último hurtar el producto transportado que es empleado como insumo para el procesamiento de hoja de coca.

 

De esta manera, estas afectaciones al Caño Limón Coveñas demuestran que las pérdidas van desde lo económico, ambiental y social. Por el lado económico, estos actos violentos se traducen en detrimentos para la Nación, por los barriles derramados, y retrocesos para el sector energético por la inversión que se debe hacer en las reparaciones.

 

Desde el lado ambiental, los atentados e instalaciones impactan de manera inmediata a la capa vegetal, cuerpos de agua y fauna y flora donde está el trazado de estas infraestructuras. Además, tras la contaminación por hidrocarburo las repercusiones son a largo plazo y las zonas afectadas no quedan igual. Por último, por el lado social, las ciudanías aledañas a estos complejos ven perjudicado su cotidianidad, salud y bienestar por estas voladuras.

 

Entonces, por estas pérdidas, afectaciones, impactos y demás consecuencias es urgente pensar en una solución para detener estos actos; propiciar un espacio de diálogo con los grupos armados no estatales, puede ser unos de los caminos para empezar. Al igual, mientras esto sucede, las instituciones del Estado deben contar con una política de prevención y atención de desastres ocasionados por el derrame de crudo, para atender de manera inmediato y reduces los impactos negativos en el ambiente.

 

Bibliografía

 

  1. Aproximación crítica al conflicto armado en Colombia: normatividad interna-El reto del Post- Conflicto, disponible en: https://revistas.unilibre.edu.co/index.php/advocatus/article/view/6591/5911
  2. “Verdad y afectaciones a la infraestructura petrolera en Colombia en el marco del conflicto armado” disponible en: http://ideaspaz.org//media/website/codhes-web.pdf
  3. Gestión de riesgos ambientales para oleoductos en Colombia, disponible en: https://repository.uamerica.edu.co/bitstream/20.500.11839/7035/1/441927-2017-I-GA.pdf
  4. La explotación petrolera en el Centro-Oriente y el Oleoducto Bicentenario de Colombia, disponible en: https://www.semillas.org.co/es/la-explotaci
  5. Ibid.         
  6. TERRORISMO COMO DETONANTE DE DESASTRES: ATENTADOS TERRORISTAS CONTRA OLEODUCTO CAÑO LIMÓN COVEÑAS EN COLOMBIA . disponible en: http://www.revistareder.com/ojs/index.php/reder/article/view/65/76
  7. “Verdad y afectaciones a la infraestructura petrolera en Colombia en el marco del conflicto armado” disponible en: http://ideaspaz.org//media/website/codhes-web.pdf
  8. Arauca una comunidad sometida al terror disponible en: https://pares.com.co/2019/08/15/arauca-una-comunidad-sometida-al-terror-del-eln/
  9. Válvulas ilícitas desangran campo petrolero en el Catatumbo, disponible en:  https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/valvulas-ilicitas-desangran-campo-petrolero-en-el-catatumbo-282078
  10. Dinámicas del conflicto armado en el Catatumbo y su impacto humanitario, disponible en:  http://cdn.ideaspaz.org/media/website/document/5b72fe7f2b9d1.pdf
  11. Tropas del Ejército desinstalan en el Catatumbo, disponible en: http://noticucuta3.blogspot.com/2015/10/tropas-del-ejercito-desinstalan.html
  12. Válvulas ilícitas desangran campo petrolero en el Catatumbo, disponible en:  https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/valvulas-ilicitas-desangran-campo-petrolero-en-el-catatumbo-282078
  13.  Ibid.
  14. Hubo más de 3600 ataques a la infraestructura petrolera durante el conflicto armado disponible en:   https://www.elespectador.com/colombia2020/justicia/verdad/hubo-mas-de-3600-ataques-a-la-infraestructura-petrolera-durante-el-conflicto-armado/
  15. https://repository.unimilitar.edu.co/bitstream/handle/10654/18090/GarciaRodriguezEdwinJavier2018.pdf?sequence=2&isAllowed=y
  16. Ibid.