COLOMBIA: ESCASEZ DE COMBUSTIBLE Y ALZA EN EL GAS

Columna de Opinión Nacional

 

 

La descarbonización no asegura las transiciones socioambientales en los territorios minero-energéticos.

 

 

 

Jaime Arias 

 

 

 

Coordinador de investigación en Transformaciones de las estructuras productivas del Área de Conflicto y Dinámicas Sociales de la facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Externado de Colombia, investigador en estudios sociales de la transición energética. Ing. de Minas y metalurgia, master ENSM Paris y Ales en Francia. Consultor en conflictos y trasformaciones territoriales por diferentes prácticas de la matriz minero-energética. Asesor y consultor con entidades estatales, proyectos mineros y organizaciones sociales desde una visión del ecodiseño minero.

 

Resultan significativos dos hechos relacionados con las acciones frente al cambio climático de este 2021. El primero es el acuerdo entre cerca de 200 países en la cumbre de Glasgow sobre un texto para acelerar la lucha contra el calentamiento global y el segundo, la reacción al alza del precio internacional del carbón que llegó en octubre a 163 US/Ton; la más alta en 13 años.

 

 

 

Aunque algunos analistas ven como pasajera esta situación, rompió con los pronósticos de reducción de la demanda de energías fósiles como resultado de las políticas ambientales.  Lo más importante de resaltar para este análisis, es el desacompañamiento entre los objetivos políticos y el comportamiento de los mercados. Los primeros representan las voluntades de los Estados por medio de representaciones burocráticas, consultas, protocolos, refrendaciones, firmas, viajes, acuerdos y su incorporación a las legislaciones nacionales y las políticas públicas. Los segundos cada vez más complejos de predecir se gobiernan por la medición digital de la demanda y una oferta enrarecida por la geopolítica con algoritmos que determinan los precios de la energía.

 

Los anteriores dos ámbitos de la globalización no escapan a distorsiones inducidas por intereses regionales. De un lado, China e India se niegan a que se incluya en el texto de Glasgow un aparte sobre la necesidad de eliminar la dependencia del carbón y a la vez China avanza en la construcción de infraestructura para abastecerse del carbón de Rusia, lo que de paso jalona al alza los precios de energía en Europa.

 

Por su lado, el gobierno del presidente Joe Biden, en contravía de su discurso ambiental, libera 50 millones de barriles de sus reservas de petróleo para tratar, al parecer sin éxito, de controlar los precios del petróleo, cuya alza viene sumándose con el riesgo inflacionario de la inversión pública de su plan de infraestructura y al gasto social estatal de la pandemia.

 

El anterior panorama es un telón de fondo que puede ser útil para situar la política ambiental de Colombia frente al cambio climático. Nuestra acostumbrada postura de flotar en las corrientes convenientes y de firmar casi todos los acuerdos internacionales se está encontrando con situaciones locales muy reales que decididamente obliga a pensarse los intereses y sostenibilidades territoriales como fundamentales de las acciones frente al cambio climático y las transiciones energéticas.

 

En este sentido la vinculación de conflictos socioambientales locales con el calentamiento global debe ser abordado desde una agenda integral y coherente. Esto se evidencia cuando, el alza del precio internacional del carbón ha sido una buena noticia para Colombia y en particular para las regiones mineras de Guajira y Cesar, pero va en contravía de las metas globales de descarbonización. El aumento global de generación eléctrica a partir de la solar-fotovoltaica y eólica toma un significado particular en el País a partir de los retrasos de Hidroituango y sus consecuencias para nuevas grandes hidroeléctricas. Finalmente, la debilidad histórica estatal en el control de muchos territorios genera emisiones de gases de efecto invernadero por la deforestación asociada a ganadería extensiva, avance de la frontera agrícola, contrabando de madera, cultivos ilícitos y minería ilegal.

 

Lo anterior hace que uno de los aspectos destacados de Glasgow, el avance para la creación de fondos de financiamiento para “daños y pérdidas en países vulnerables” debe ser una contraprestación al país de la matriz 70%-Hidro y de las 59.9 millones de hectáreas de bosque natural, y del mínimo de 0,6% de su emisión a la atmosfera, sin duda en el balance captura/emisión de CO2 los países industrializados nos deben y encima las ventas de carbón colombiano empiezan a presentar incertidumbres. Por eso debe encontrar Colombia unas prioridades de adaptación propias a las amenazas climáticas para proteger vidas e infraestructuras en los territorios. Pero también las transiciones socioeconómicas y ambientales planificadas en territorios con fuertes dependencias dentro de la transición energética van a requerir la concentración de regalías en lo territorial. 

 

Una agenda nacional fuerte que interprete adecuadamente las variables de adaptación climática y de la transición energética en sinergia con los objetivos globales, sin duda será muchos más eficaz tanto en lo político como en la capacidad de corregir los mercados distribuir socialmente la riqueza y orientar los modelos de desarrollo territoriales, especialmente aquí cuando se trata de la economía de los recursos naturales como lo previó la Constitución Política (Art. 334).

 

“ …. La dirección general de la economía estará a cargo del Estado. Este intervendrá por mandato de la ley en la explotación de los recursos naturales, en el uso del suelo, en la producción, distribución, utilización y consumo de los bienes, y en los servicios públicos y privados, para racionalizar la economía con el fin de conseguir el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes

 

En este sentido los cierres planificados de las minas de carbón y el futuro de los hidrocarburos son un tema complejo que debe ser parte de una agenda estratégica nacional y visión de largo plazo con metas claras ante las incertidumbres que están mostrando los mercados en la transición energética. Que no esté sujeta exclusivamente de los tiempos de los acuerdos políticos globales. En el caso de la reconversión socioeconómica de zonas carboníferas la historia nos ha mostrado casos como el cierre de las minas del Reino Unido bajo la política neoliberal de Margaret Tatcher en la década de los años 80 que afectó a cerca de 200 mil obreros mineros y condujo a la huelga más grande en la historia de ese país. Alla fue la política la que tomó la decisión y cronogramas de los cierres argumentando que no eran rentables entre otro por costos laborales. Aquí siguen siendo rentable para el nivel central del Estado.

 

El tema es complejo, las empresas van a querer argumentar declaraciones de su cantidad de reservas mineras, como activos de valor bajo el derecho de la concesión a los que no querrán renunciar. El Estado tendrá que buscar fórmulas para convertir las incertidumbres de los mercados futuros y las restricciones globales de la descarbonización, como factores tangibles de depreciación de reservas que permitan construir escenarios de cierre planificados con metas que consulten los intereses de los trabajadores, las comunidades, las empresas y el Estado. 

 

En este sentido la implementación de grandes parques de energía eólica en La Guajira, la construcción del proyecto más grande del país de energía solar-fotovoltaica en el municipio de El Paso – Cesar con capacidad instalada de 86,2 MW, y la potencial extracción de cobre en la serranía del Perijá, necesario para la tecnología de las dos anteriores. Se presenta como la transición en términos ambientales de generación de energía alternativa. Ayuda al cumplimiento de las metas globales de descarbonización, e intereses económicos de las empresas y las elites políticas. Pero tendrán que implicarse mucho más estructuralmente en el desarrollo territorial concertado con las comunidades, porque la sostenibilidad del territorio será la sostenibilidad de los proyectos. De esta forma el futuro uso del suelo, productivo y ambiental de muchas de estas áreas mineras de cierre, junto a la reconversión laboral y la articulación a economías de modelos endógenos debe convertirse en una verdadera oportunidad para las comunidades.


 

 

NOTICIAS

Colombia: primera startup para disminuir emisiones de CO2

 

 

Según cifras del Dane, actualmente los colombianos destinan entre 7% y 11% de sus ingresos para el pago mensual de los servicios públicos. Es decir, un hogar colombiano, conformado por tres a cuatro personas de estrato 3 y 4, gasta al mes entre $214 mil y $275 mil en agua, luz y gas.

 

A raíz del impacto económico que generó la pandemia, estos valores superaron la capacidad del bolsillo de un importante grupo de colombianos, al punto que, de acuerdo con Andesco, la cartera morosa de los servicios públicos en 2020 alcanzó valores históricos por encima del 40%. Hoy, según la Superservicios, los colombianos siguen debiendo por energía eléctrica $3.7 billones, por agua $934.881 millones y por gas natural $103.403 millones. 

 

Debido a lo anterior, GreenBi –una unidad de negocios de Energy Master Analytics–, se consolidó en Colombia como el primer software con inteligencia de negocios que, de forma automática y con robots, captura, carga y registra toda la información de las facturas de agua, luz y gas, las analiza y audita todos sus datos. Así mismo, por medio de Inteligencia Artificial, estudia los hábitos de consumo de cada usuario y los compara con otros hogares similares.

 

Según los resultados de las pruebas piloto que actualmente realiza el emprendimiento con más de 100 hogares a nivel nacional y de diferentes estratos, las personas alcanzan ahorros promedio entre un 15 y 30% en el costo de la factura del agua, entre un 10 y 20% en el servicio de energía eléctrica y entre un 5 y 15% en la factura de gas natural. 

 

 

Fuente: Valora Analitik: Emprendedores colombianos crean la primera startup para disminuir emisión de co2 08/12/2021

 

 

un millón de barriles de petróleo neutros en carbono ofrecerá Colombia

 

 

 

 

Colombia está buscando vender petróleo neutral en carbono, a medida que pone a prueba el apetito del mercado por el petróleo ASG (ambiental, social y de gobernanza corporativa). Para ello, Ecopetrol ofrecerá hasta 1 millón de barriles de petróleo neutro en carbono, según un documento interno al que tuvo acceso Bloomberg.

 

 

Las ofertas vencieron el pasado  jueves 9 de diciembre y los embarques se cargarán en febrero. Ecopetrol estaría siguiendo los pasos de Occidental Petroleum Corp. (OXY), que vendió, en febrero del 2021, un cargamento del llamado petróleo estadounidense neutro en carbono a la refinería india Reliance Industries Ltd.

 

La estatal petrolera colombiana está midiendo el mercado para el petróleo neutral en carbono y, dependiendo del interés del comprador, planea ofrecer tales cargamentos de manera regular, según una persona con conocimiento de la situación.

 

Términos como ‘neutral en carbono’ y ‘cero neto’ implican la compensación de emisiones eliminando una cantidad equivalente de carbono de la atmósfera. Climatólogos de algunos organismos que incluyen la iniciativa Science-Based Targets, respaldada por las Naciones Unidas, dicen que medidas como prevenir la deforestación o apoyar proyectos de energía renovable en realidad hacen poco para extraer carbono adicional del aire y no deberían contribuir a afirmaciones cero netas.

 

Fuente: Portafolio: Colombia ofrecerá un millón de barriles de petróleo neutros en carbono 08/12/2021

 

 

Se abre el debate en el Congreso de la República por el alza del gas

 

 

 

La Comisión Quinta del Senado abrió un debate de control político por el aumento del precio del gas licuado del petróleo (GLP), este fue citado por el congresista Didier Lobo Chinchilla del Partido Cambio Radical

 

Lobo, asegura que las alzas afectan a más de 12 millones de usuarios que en un 90% pertenecen a los estratos 1 y 2. Las alzas mensuales han llevado un incremento del 123% al 2020, lo cual es insostenible.

 

Guillermo García Realpe, del Partido Liberal manifestó su postura diciendo que no podría continuar con precios internacionales ya que el GLP no se importa. Adicionalmente, afirmó que la Superintendencia de Servicios Públicos y la Superintendencia de Industria y Comercio no están realizando el control y la vigilancia a las empresas del sector de hidrocarburos.

 

Finalmente, el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa intervino en el control político asegurando que no es la primera vez que pasa y que desde el Ministerio se han expedido medidas regulatorias para tratar de resolver la volatilidad.

 

Fuente: El Nuevo Siglo. Debate en el Senado por alzas en el gas. 09/12/2021

 

Conductores de Bogotá reportan escasez de combustible

 

 

 

 

En Bogotá, los conductores han reportado que en varias de las estaciones hay filas enormes para tanquear. RCN Radio realizó varias entrevistas a los trabajadores del gremio para afirmar la hipótesis.

 

En una de las entrevistas, Alexander Lozano, transportador de combustibles aseguró que el problema viene surgiendo desde el mes de noviembre, que se demoran aproximadamente 30 horas para abastecerse porque no hay suficiente crudo.

 

En otro ámbito, se resaltó que en municipios como Chía, Faca y Mosquera hay días en los que hay existencia de gasolina pero de ACPM no, y al otro día viceversa. La situación ha repercutido en ciertas estaciones donde los trabajadores han tenido que alargar sus jornadas laborales para cubrir la demanda.

 

En una estación de servicio, los trabajadores han resaltado que usualmente en el día llegan 10 000 galones para abastecer y están llegando solo 4 000.

 

No obstante, Ecopetrol confirmó que hay suficiente combustible para abastecer a la región centro, la situación radica en la planta de Puente Aranda, la cual no ha distribuido de manera eficiente el combustible.

 

Fuente: RCN Radio. Transportadores de combustible confirman escasez de gasolina y acpm en bogotá.

Fuente: Conductores y Transportadores Alertan de Escasez de Combustible Por Enormes Filas Para Tanquear en Bogotá.

 


 

 

Columna de Opinión Regional

 

 

 

EXTRAYENDO PODER

 

 

 

Invitado especial:

 

 

 

Elvia Lorena Parra Jaimes

 

 

 

 

De acuerdo con el Reporte Global de Brechas de Género 2020 del Foro Económico Mundial (WEF), el mundo ha logrado cerrar el 68,6% de las brechas de género existentes, lo que significa que aún el camino por recorrer es bastante amplio. El panorama para América Latina y Colombia es alentador, sin embargo, aún no es suficiente y los retos siguen latentes.

 

El indicador del WEF mide cuatro aspectos principales. Los dos primeros se enfocan en el acceso a la salud y a la educación, cuyos avances han sido significativamente grandes en los últimos años. En este sentido, las brechas a nivel mundial se han cerrado en 97% y 96%, respectivamente.

 

En Colombia, en el 2019  la brecha salarial general entre hombres y mujeres, según el Dane, era del 12,9 por ciento . “Esto indica que por cada 100 pesos que recibe un hombre por concepto de ingresos laborales totales, una mujer gana 87,1 pesos”, revela la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) realizada por esta entidad.

 

 

Sin embargo, estas cifras pueden haber aumentado debido a la pandemia. En enero de este año el Dane dio a conocer que la tasa de desempleo en las mujeres fue de 22,7 por ciento mientras que la de los hombres se ubicó en el 13,4 por ciento. 

 

Las cifras anteriores representan la falta de inclusión laboral para las mujeres, por ejemplo en el pasado, la presencia de una mujer en una mina era considerada de mala suerte. Hoy en día, se abren camino a nivel técnico y profesional realizando diferentes labores que van desde la conducción de camiones, la operación de maquinaria pesada, apoyo en diferentes áreas administrativas, hasta el liderazgo de compañías.

 

Actualmente, 160 mil colombianos tienen una vinculación laboral con el sector minero – energético, de estos,  20 mil mujeres trabajan allí y esta cifra viene creciendo. De Acuerdo con el DANE, pasando de un 20% en 2015 a 30% en 2020. Con los datos anteriores, se puede analizar que durante seis años, el porcentaje de participación de la mujer sólo aumentó un 10 %. De modo que, los esfuerzos realizados previamente por el Estado y algunas entidades aún no ha generado un equilibrio entre mujeres y hombres dentro de las empresas. 

 

De tal forma, desde 2019 la Asociación Colombiana de Minería (ACM) ha adelantado varias acciones que han servido para que las compañías adopten medidas en materia de equidad, promoviendo de esta forma la participación de las organizaciones con las diferentes iniciativas desarrolladas. 

 

Entre las acciones que ha desarrollado la agremiación, se destacan los convenios que ha generado con el Ministerio de Minas y Energía; los acuerdos con los grupos Women in Mining Colombia y la alianza con la firma Aequales con la que promueven la participación en el Raking Par (herramienta de medición anual, gratuita y confidencial de las condiciones de equidad de género de las organizaciones en Latinoamérica.)

 

Adicionalmente, son creadores de una iniciativa que reconoce el papel de aquellas mujeres trabajadoras y líderes comunitarias que se destacan en la industria. Según Aequales en Colombia el 30.4 %  de las mujeres están en cargos directivos de segundo nivel, mientras que en nivel presidencial el 80.3 % son hombres. 

 

No se ha cumplido el 100% de las expectativas en la inclusión de la mujer minera, por causa de esto, es necesario hacer un llamado para este y todos los sectores, para que sean la voz de la inclusión de las mujeres, para poder visibilizar su labor, sacando a la luz las problemáticas e implementar estrategias y herramientas dirigidas a lograr el empoderamiento, la participación y promover el conocimiento y la educación en los derechos humanos y laborales con el fin de terminar las brechas de género.

 


*Se precisa que las columnas de opinión pertenecen a sus respectivos autores/autoras y por ende, no comprometen a Crudo Transparente, ni a sus financiadores.