Con signos de recuperación en el precio, los distintos actores aun son prudentes en sus predicciones.
En la jornada del jueves los precios WTI y Brent alcanzaron sus máximos del año. El crudo en Estados Unido llegó a un máximo de US$59,40 por barril, su nivel más alto desde el 12 de diciembre y el Brent se mantenía estable en US$65,84 por barril. Los precios fueron presionados al alta por un dólar que cayó a su nivel más bajo desde febrero, así como las proyecciones de un desvanecimiento en el exceso de suministros. Se conoció que los inventarios de crudo en los Estados Unidos aumentaron en 1,9 millones de barriles (a 490,9 millones de barriles), por debajo de las expectativas de los analistas que apuntaban a un crecimiento en 2,3 millones de barriles. Lo anterior, sugeriría que la sobreoferta estaría empezando a disiparse.
No obstante, el viernes se registró la caída de 0,19 por ciento para el crudo Brent (cerró en 66,46 dólares); el petróleo de Texas bajó un 0,80 por ciento hasta los 59,15 dólares. Los analistas afirman que se trata de una interrupción poco significativa en la recuperación de los precios, si se tiene en cuenta que en lo que va de 2015, el petróleo ha registrado un ascenso del 11 porciento respecto del cierre del 31 de diciembre de 2014.
El pasado lunes, Bank of America Merrill Lynch (BofA) revisó al alza su pronóstico para el Brent a 62 dólares por barril para 2016, mientras que mantuvo su estimación para el WTI sin cambios en 57 dólares, pues sólo prevé una reducción moderada en los inventarios globales. Para 2015, BofA estima que el crudo Brent promediará 58 dólares por barril, (6 dólares más que su pronóstico anterior) y para el WTI, estimó 53 dólares por barril (3 dólares más que su revisión pasada).
Existen sectores que se mantienen pesimistas debido al exceso de suministro y la debilidad de la demanda en Europa, China y los mercados emergentes, provocada por la desaceleración económica. A esto se suman un posible aumento de la producción de esquisto en Estados Unidos originado por la recuperación de los precios, y las expectativas de un acuerdo nuclear con Irán que permitiría que el país persa retomara su capacidad de venta de crudo al mundo, lo que aumentaría la oferta y disminuiría aún más los precios. Además, se ven indicios de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) no tiene intención de reducir su producción, lo cual se verá hasta su próxima reunión en junio de este año.
Por su lado, el Gobierno colombiano se suma a la expectativa de crecimiento de los precios del petróleo, situándolo entre 60 y 70 dólares para los próximos años. Sin embargo, vaticina una reducción en la renta petrolera de 20 billones de dólares en 2016. Para hacerle frente a dicha situación, el Gobierno afirmó que las entidades deberán reducir 10% sus gastos de funcionamiento, y en la DIAN, ya existe la meta de recaudar $5 billones por cuenta de la lucha contra la evasión.
En medio de este panorama, el jefe de exploración de la estatal Ecopetrol, Max Antonio Torres, informó de un reciente descubrimiento de petróleo en aguas profundas frente a las costas de Colombia en el Mar Caribe (en el pozo Orca-1 a 40 kilómetros de la costa, dentro del bloque Tayrona). La Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) afirmó que los recursos en altamar podrían ser la fuente más grande de crudo para el país en la próxima década.
En las regiones continúan las tensiones al rededor de la industria
Ninguno de los 15 municipios del Departamento de La Guajira cumple con las coberturas mínimas de agua potable, alcantarillado y recolección de basuras; a pesar de la instalación de una desalinizadora en Puerto Virgen, así como la implementación de una motobomba en un pozo de Cocomona y la adecuación de cinco pozos artificiales para la recolección del agua lluvia, como parte de una alianza entre la petrolera Repsol y el PNUD.
Si bien las regalías aumentaron en un 300% durante el período de 2002 a 2010, llegando a 596 mil millones en 2009, no se ha avanzado en el cumplimiento de las coberturas mínimas. La Gobernación aseguró que la situación se debe a que los recursos no alcanzan para satisfacer las necesidades que ha generado la crisis de la sequía e intenta enfrentar la crisis con distribución de agua en carrotanques, a pesar de que el agua no es apta para el consumo. Adicionalmente, sigue retrasándose el avance en la construcción de la segunda fase de la represa El Cercado, con la que se pretendía abastecer de agua a siete municipios y que hoy solo abastece de agua a El Cerrejón y parte de la Baja Guajira.
Mientras tanto, en el Huila, las comunidades aledañas al campo Dina, completan siete días de paro. Las comunidades del corregimiento de Guacirco, en el municipio de Aipe, paralizaron el Campo Dina, debido al despido injustificado de trabajadores, así como la afectación de la población por la carencia del servicio de agua y la parálisis de actividades productivas diferentes a las relacionadas a la exploración petrolera, como consecuencia de la operación de la Ecopetrol y sus contratistas en la zona.
Ecopetrol, por su parte, emitió un comunicado rechazando las vías de hecho y haciendo un llamado al diálogo. También afirma que el bloqueo ha generado perjuicios a la compañía y a sus empresas contratistas por lo que suspendió los contratos de 140 personas. Asimismo, la empresa señala que ha priorizado la contratación de mano de obra local (con 1570 personas vinculadas en Huila) y que el 100% de mano de obra no formada es local, así como el 89% de la calificada.
Vea el Resumen de las Noticias de la semana
María Camila Pinilla & Daniel Giraldo
investigacion@crudotransparente.com
Sin comentarios aún