Alberto Emilio Guazorna Bernaza es Consejero de Territorio, Recursos Naturales y Biodiversidad de la Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC.
La Consulta Previa es un instrumento que permite reconocer los derechos de los pueblos originarios en las decisiones que sean tomadas en sus territorios, que comprometan los recursos naturales y velen por el interés y protección de las comunidades como patrimonio de la humanidad.
En Colombia, tras la nueva constitución de 1991 se ratifica el convenio de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), que busca protección a los pueblos indígenas en un marco de obligatoriedad de consulta de los procesos sobre la adopción de medidas legislativas y administrativas, para proteger la relación entre colectividades indígenas, afro y raizales y su territorio. Hasta corte del 2012 se han realizado más de 150 Consultas en el país. Un escenario que no ha sido fácil para los pueblos indígenas, ya que, las negociaciones se han visto marcadas por los intereses corporativos y muchas veces las consultas se han omitido.
Tan sólo en febrero de 2016, la Corte Constitucional detuvo la explotación de pozos petroleros en Orito, Putumayo alegando daño al tejido cultural y al medio ambiente de los indígenas awa en su territorio. Los awa afirman que no fueron consultados ni por Ecopetrol, empresa estatal colombiana, ni por Petrominerales.
Crudo Transparente entiende la importancia del capital humano de los territorios y de este instrumento legal, por lo que dialogó con Alberto Guazorna, consejero de la ONIC, organización la cual busca ante nada defender la autonomía de los principios indígenas y sus territorios para establecer políticas nacionales desde 1971 representando a más de 2 millones de indígenas.
Entrevista
C.T: ¿Cuáles son las consecuencias económicas, sociales, culturales que genera la explotación petrolera en las comunidades indígenas?
Alberto Guazorna Bernaza: hay de muchos factores. El punto principal que nos afecta es el daño ecológico de los territorios, porque nos afecta las plantas medicinales, los animales, el agua, el oxígeno y claramente los humanos como comunidades. Todos los territorios que explotan, lo afectan.
También se afectan los espíritus de “jai”, esos espíritus que están en esos lugares; entonces se empiezan a generar enfermedades por culpa de esto.
También nos afecta la política económica porque esos territorios no van a quedar aptos, no sirven en el futuro para el desarrollo de la producción, porque quedan revolcados; no queda igual la tierra.
Es difícil de entender todo esto para el Estado colombiano, pues ellos buscan los recursos económicos, el dinero; y cuando la gente busca eso pues no importa lo que pase desde que entren los recursos económicos.
Nosotros lo que defendemos es la naturaleza, el agua, los animales, las plantas, todo aquel que nos da la vida en el territorio. Y esto es uno de los puntos muy complicados para nosotros en Colombia porque no vamos detrás del interés económico, sino de la conservación de la vida.
La explotación petrolera está generando una tensión muy grande en las comunidades. No sólo en los indígenas sino en todo Colombia porque es un tema nacional, que involucra a toda la sociedad colombiana. Esto no sólo afecta a los indígenas, afecta también al conjunto de la población colombiana para muchas cosas en el futuro: el agua, los animales, las plantas. ¿Quién consume el agua y las plantas? Pues los humanos en general, esto no es un tema exclusivo de los indígenas.
Crudo Transparente: ¿de qué manera se involucra la ONIC en el proceso de consulta previa con las comunidades indígenas?
A.G.B: el movimiento indígena tiene muy claro que el proceso de Consulta Previa se tiene que hacer con las bases de las comunidades y de sus territorios.
Sin ello no se pueden hacer procedimientos de consulta. La Consulta Previa debe ser “libre e informada”; y creemos que tenemos que estar informados sobre lo que se va a consultar. Por esta razón entonces somos muy respetuosos de los derechos fundamentales que están consagrados en la Constitución.
Para nosotros si no hay una consulta previa con las comunidades, no se pueden hacer los procedimientos. Es decir, la Consejería de la ONIC no puede reunirse para hacer acuerdos de consulta, siempre lo hacemos en lo colectivo. Para hacer una consulta de hidrocarburos, tema minero, etc., siempre nos toca hacer una gran asamblea colectiva para dar a conocer el proyecto, y si se aprueba allí, arrancan los procedimientos legales.
C.T: ¿Cuáles son las demandas más recurrentes de las comunidades indígenas frente a las empresas petroleras?
A.G.B: Nosotros hemos hecho muchas demandas a las empresas petroleras, sobre todo a las que han iniciado procesos sin hacer consulta previa. Hay un punto de tensión, y es que el Estado en la Constitución argumenta que el suelo y el subsuelo son de él y eso ha generado graves problemas con las comunidades indígenas, porque nosotros argumentamos que el suelo y subsuelo en territorios indígenas pertenecen a nosotros y por eso lo cuidamos; razón por la cual se debe consultar.
Todo esto nos motiva a hacer demandas a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a la ONU, a todas las instancias pertinentes y que nos han dado la razón. Lo que significa que hemos demostrado razones y hemos tumbado muchos procesos con petroleras por esto.
C.T: ¿Cuáles son las exigencias que ustedes les hacen a las petroleras?
A.G.B: Una de las exigencias es que cuando no hay consulta, no se puede desarrollar ningún proyecto petrolero.
La otra exigencia es reconocer nuestros derechos y participación política, pues el Estado desconoce los derechos de un pueblo organizado como gobierno dentro de la misma nación colombiana.
C.T: ¿Cuáles son los obstáculos que ustedes presentan como organización para garantizar la participación de los grupos indígenas?
Foto: Comisión Interamericana de Derechos Humanos
A.G.B: El obstáculo es que el Estado colombiano dice que el suelo y subsuelo es de ellos y como nosotros no podemos obtener ese derecho, tenemos muchos problemas.
Otro problema que se nos presenta es el tema de los grandes propietarios. Hay grandes terratenientes que dicen “acá los indígenas no pueden intervenir” cuando nosotros hemos demostrado que defendemos la naturaleza. Nosotros no lo hacemos porque estamos interesados en participar económicamente; lo que buscamos es defender la naturaleza para la vida de las nuevas generaciones.
Un obstáculo fuerte que hemos tenido han sido los actores armados porque entran a intervenir en contra del movimiento indígena. Hablamos de actores armados de izquierda, de derecha y del mismo Estado. Son intereses de parte y parte. Cuando no es por las FARC-EP, cuando no es por los paramilitares, es el Ejército.
Lo hemos vivido. Yo he estado en momentos difíciles que involucran la explotación, conversaciones con grupos al margen de la ley o con el mismo Ejército donde me han tratado mal y me han dicho que si no aceptamos, igual allá a los territorios nos va a llegar el Ejército. Entonces a uno le queda claro que no están interesados en defender nuestros intereses que terminan siendo el de toda la sociedad colombiana.
C.T: ¿Cuáles son las comunidades indígenas más amenazadas por la industria petrolera?
A.G.B: En este momento eso se tiene muy identificado. La industria petrolera está afectando a los hermanos amazónicos. Ya hay exploración en la Amazonía. Pero también son afectadas las comunidades del centro-norte del país donde hay más problemas con las comunidades indígenas porque allá están los grandes pozos petroleros. En el occidente no tenemos casi ese problema.
C.T: ¿Cuál es la posición de la ONIC respecto a la propuesta del presidente Santos de hacer una reglamentación del proceso de consulta previa?
A.G.B: Nosotros tenemos un debate; o nos acogemos a la reglamentación de las consultas previas o de una vez nos oponemos a dicha reglamentación.
A nosotros nos deja muy claro que si nos sometemos a la reglamentación de la consulta previa puede ser que esté en contra del movimiento indígena. Porque va a ser una reglamentación de un Estado y no con comunidades indígenas.
Nosotros estamos esperando unas políticas para poder adelantar este proceso; pero si como movimiento indígena lo aceptamos, nos toca poner mucho cuidado porque para nosotros la reglamentación de la consulta previa debe estar bajo las condiciones que siempre hemos defendido y las leyes internacionales: que deben ser consultadas con las comunidades indígenas. Si esto se logra, creo que podemos mantener la reglamentación favorable para todos.
C.T: ¿Ustedes como movimiento indígena sí están de acuerdo en la reglamentación?
A.G.B: claro que estamos interesados porque seguramente si las políticas se pueden dar, uno puede decir que podemos ganar.
C.T: Se dice que las comunidades no quieren una reglamentación del proceso pero si quieren que se genere un protocolo. ¿Qué opina la ONIC sobre esto?
A.G.B: Nosotros tenemos que poner mucho cuidado ahí. Creemos que las políticas del movimiento indígena están basadas en los principios de hacer políticas para toda la nación, el país.
Pero cuando hablamos de esto, también tenemos que entender y saber qué opinan los afrodescendientes, qué piensan los campesinos, y a veces lo que nosotros planteamos es un tema nacional y que hay que escuchar a todas las partes.
Como ONIC creemos que los principios deben ser muy claros y que ojalá esto se lleve a una reforma clara con los otros movimientos sociales del país, para que haya unión y salga algo que nos beneficie a todos.
Si hablamos de protocolo, hablamos de una reunión, donde se convoca y se habla con los que lleguen. Pero si hablamos de una reglamentación, es ir a las comunidades, a las regiones y conocer sus puntos de vista para que nos aporten y que construyamos algo que sea bueno para toda la sociedad colombiana.
C.T: ¿Cuáles son los principales puntos que debería contener esa ley para que las comunidades indígenas lleguen a un acuerdo con el Gobierno?
A.G.B: Nosotros siempre hemos hablado y defendido que siempre debe estar por encima la defensa de la vida, que no perjudiquen a nuestra población; que no vayan a intervenir con grupos armados, que es lo que ha pasado siempre en Colombia.
Si nos garantizan que la reglamentación de la consulta previa va a ser defendiendo la vida de la población en general, podemos considerarlo.
Otros puntos que creemos que deben estar ahí son que se haga la consulta previa con la población. Donde se decida si sí se hace o no, porque eso es una consulta, preguntarle a la población si está de acuerdo o no en que se lleve a cabo algo. No es solo una reunión formal.
No le podemos temer a las consultas previas, lo que toca hacer es tener claro qué es una consulta y si lo que se pretende hacer es bueno para nosotros o nos afecta.
C.T: ¿Las comunidades si están preparadas para esos procesos?
A.G.B: el proceso es conocido de forma general en todos los territorios, así haya unos que estén más fortalecidos o débiles.
Lo que hemos dejado claro es que se debe defender la naturaleza y todo en general que nos puede afectar la salud y la vida.
C.T: ¿La ONIC apoya a las comunidades en esos procesos?
A.G.B: La ONIC es la cabeza para apoyar todos los procesos del movimiento indígena que son filiales de la ONIC. Nosotros representamos a 46 organizaciones indígenas de Colombia y a más de 2 millones de indígenas.
C.T: ¿Cuáles son las comunidades étnicas que se encuentran en conflictos con la industria petrolera?
Foto: ceremonia de yagé, tigre y anaconda
A.G.B: Son muchas, tenemos identificados 23 departamentos que presentan conflictos étnicos: por minería, por petróleo y por diferentes proyectos.
C.T: ¿Desde la ONIC cuáles son los procesos que deben impulsarse al interior de las comunidades para que los procesos de consulta previa sean efectivos?
A.G.B: Nosotros el año pasado definimos que este 2016 vamos a hacer un procedimiento de trabajo de encuentros multiétnicos en los territorios para discutir el tema de la consulta previa. Tenemos un cronograma para realizar diferentes talleres para conocer los diferentes puntos de vista.
C.T: ¿Cuál es la actitud de las petroleras frente al tema de la consulta previa?
A.G.B: Las petroleras siempre han creído que todo lo debe legislar el presidente y no quieren realizar los procesos de consulta previa.
C.T: ¿Cree que la consulta previa ha sido efectiva en estos años que se ha venido implementando?
A.G.B: Nosotros hemos tenido unas consultas que han sido autocriticadas con nuestros pueblos. Porque se hacen las consultas, luego se hacen las leyes y decretos y al final el resultado que queremos no es claro para avanzar en esos procesos. Ahí es cuando vemos dificultades, problemas. Las cosas no son transparentes y claras desde el Gobierno.
Por ejemplo la ley de víctimas fue realizada por medio de consultas previas y salió la ley, pero hoy las víctimas siguen siendo desatendidas y están en situaciones críticas.
Entonces, lo que nos demuestra es que sí se hacen las consultas previas pero que no hay voluntad del Gobierno para llevar los acuerdo a cabo. Falta un presidente fuerte.
C.T: ¿Cree que pueden existir cambios positivos al respecto en el contexto del posconflicto?
A.G.B: Estamos de acuerdo con la paz y que se entreguen las armas, pero nos preguntamos qué va a pasar en los territorios, dónde se van a llevar a cabo todos esos acuerdos.
Lo que debe producirse es un cambio social y no se evidencia que ni la guerrilla ni el Estado, están negociando eso y mientras no se produzca un cambio político y social importante en el país seguiremos en las mismas.
Lo que se ve es que son los mismos movimientos sociales del país quienes deben implementar ese cambio y eso va a generar una gran discusión y se van a conocer todo tipos de pensamientos. Tenemos que fortalecernos para afrontar esos momentos.
C.T: se dice que con la firma de los acuerdos de paz las petroleras van a incursionar en zonas donde antes no era posible por la presencia de grupos armados. ¿Qué plantea este escenario para la ONIC? ¿Cómo afrontar esa demanda masiva de extracción de recursos?
A.G.B: Nosotros estamos claros en eso e insistimos que el éxito está en la capacidad organizativa de las regiones. Es cierto que ya no van a haber armas, pero tenemos que estar unidos y fortalecidos para afrontar los cambios y tomar las mejores decisiones para nuestras comunidades y para la sociedad en general.
Pero si después de entregadas las armas, seguimos siendo controlados por el mismo sistema y por los pocos, vamos a continuar mal y quizás peor.
C.T: ¿Qué opinión le merece las palabras de representantes del Gobierno que argumentan que los procesos de consulta previa son demorados porque los indígenas buscan es obtener beneficios y no en preservar sus costumbres y territorios?
A.G.B: Nosotros buscamos proteger la vida. No estamos detrás del interés monetario. Estamos convencidos que las consultas previas deben defender los derechos de las personas que habitan ese mismo Estado. No buscamos el interés sólo de los indígenas sino de toda la sociedad.
Para el Estado colombiano la ONIC es el obstáculo, pero interpreta mal. Nosotros les hemos demostrado que lo que se debe producir es un cambio social y ese cambio no está en el pensamiento de los grandes terratenientes de este país, ni de los ricos. Ese cambio está en la sociedad mayoritaria, en nosotros que somos los actores sociales.
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