Boletín Abril 2014

Este mes, desde Crudo Transparente, seguimos recogiendo las noticias más importantes en tema de crudo e hidrocarburos.

Desde las instituciones, se proclamó y se difundió mucho optimismo por las alentadoras potencialidades que tiene la industria petrolera y carbonífera en el país. Por un lado, el proceso de promoción de Ronda Colombia 2014 está siguiendo con una recepción muy positiva por parte de las empresas extranjeras; por el otro lado, se sacaron proyecciones favorables sobre cifras.

Sin embargo, la visión rosa a nivel económico e industrial choca con el retrato de un país con el mayor número de conflictos por la explotación y la gobernanza de los recursos naturales, donde las comunidades que viven en zonas petroleras y carboneras sufren por desigualdad, pobreza, deterioro ambiental y altos niveles de contaminación. Este mes, algunos reportajes especiales de los mayores periódicos del país narran a través de imágenes, videos, entrevistas con campesinos y líderes de los municipios afectados los impactos de la presencia de empresas transnacionales en los territorios. En concreto, se presenta la ruta del carbón, que recorre los departamentos del César y de la Guajira, las zonas más importantes para la industria del carbón. Pese a representar un porcentaje muy relevante para el ingreso económico de las dos regiones, la industria carbonera tuvo y sigue teniendo impactos sociales y ambientales muy fuertes: por la alta contaminación, se reasentaron poblados lo cual significó un cambio en el estilo de vida de la comunidad, una pérdida no sólo del territorio sino también de la identidad; además, se registraron varios casos de corrupción e infiltración de grupos armados. Así mismo, otro especial vuelve a contar de la grave sequía en Casanare y se retoma el tema de las responsabilidades de los actores. A través de la recopilación de varios artículos periodísticos y de opinión, se intentó trazar un cuadro de los argumentos pro y contra la responsabilidad de las petroleras en la contaminación y en el uso de las aguas en Casanare. Finalmente, por falta de estudios e investigaciones completas por parte del Estado y de expertos, no se pudo determinar con absoluta seguridad hasta qué punto llega la responsabilidad de estas empresas. Se espera poder contar con información más confiable en los próximos meses por los adelantos de las investigaciones oficiales.

Creemos que este cuadro bastante pesimista de la situación ambiental y social ligada a la explotación de crudo e hidrocarburos en muchas zonas del país tiene que representar un estímulo para seguir buscando soluciones y aportar nuevas ideas, la que se definieron “propuestas verdes”. En este sentido, se quieren presentar y contar las propuestas de las comunidades, de las academias y de las empresas, como también los procesos de resistencia social a nivel comunitario. Un caso llamativo de este mes ha sido las protestas en el resguardo del pueblo indígena U’wa en el Norte de Santader, cuya comunidad bloqueó la reparación del oleoducto de Caño-Limón en Toledo para que su voz y sus demandas sean por fin escuchadas por el Estado. Tal forma de protesta tuvo varias consecuencias a nivel económico ya que se paró la producción y afectó también a los trabajadores del sector, aunque pudo de esta forma focalizar la atención en los impactos que esta industria tiene en territorios ancestrales indígenas. El caso nos permite también abarcar varios aspectos de la cuestión de la seguridad: personal, ambiental, económica y social. Además, contamos con proponer una sección especial en el mes de mayo sobre indígenas y explotación de los recursos naturales en Colombia y América Latina para dar seguimiento al caso de los U’was y analizar con más detalles casos parecidos.

 

Finalmente, concluimos este mes con una sección internacional. La explotación de recursos naturales influye de forma contundente en las relaciones internacionales, por ejemplo países con pocos recursos crean cierta dependencia con países que en cambio están ricos de recursos. Este es el caso de Europa con el gas de Rusia. A raíz de la crisis en Ucrania se deterioraron las relaciones de Europa con el gigante asiático y eso puede poner en peligro el abastecimiento de gas. Por consiguiente, hace falta buscar alternativas, no sólo encontrar a otros proveedores sino también considerar nuevas formas de energía, todo eso teniendo en cuenta al mismo tiempo cuestiones ambientales y políticas.