Columna de opinión nacional
¿El final del Acuerdo de Escazú?
Katherine Casas, investigadora nacional
El gobierno del presidente Iván Duque entró en su recta final. Tras cuatro años en la presidencia de Colombia, termina su mandato con una desaprobación del 64,6 %, dejando graves hechos de violencia en la periferia del país, con un alarmante aumento de asesinatos de líderes sociales (según cifras de Indepaz, entre 2019 y 2022, criminales asesinaron 835 líderes) y con un enorme descontento social que se evidenció y se desencadenó en el 2019.
En ese mismo año, 2019, empezó con pie derecho la adopción del Acuerdo de Escazú en Colombia. En medio del estallido social que vivía el país, se firmó el tratado regional ante las Naciones Unidas y en julio del 2020, Duque radicó el proyecto de ley con mensaje de urgencia en el Congreso de la República; sin embargo, finalizó el periodo legislativo y no llegó ni a un primer debate, aunque estuviera en el orden del día.
Sin duda alguna, este acuerdo regional va más allá de ser un tratado y pareciera que los gremios y la bancada de gobierno no entienden su importancia y urgencia. Hace apenas unas semanas terminó la COP1 de Escazú, la primera cumbre del único acuerdo ambiental de América Latina y el Caribe. El evento fue celebrado en Santiago, Chile, y tuvo logros en cuanto: disposiciones financieras para la adopción del Acuerdo, reglas de procedimiento de la Conferencia de las Partes y se decidió iniciar trabajos en materia de protección de líderes ambientales.
Por su lado, Colombia tuvo una participación escasa durante esta cumbre. Por los compromisos pactados internacionalmente por Duque el año pasado en la última COP26 y al ser el territorio con más asesinatos para líderes ambientales, la intervención del país debía ser más contundente. El presidente ni asistió al encuentro regional y la representación de Colombia estuvo a cargo del ex ministro de Defensa, Guillermo Botero; algo paradójico ya que el encargado más idóneo para este evento debía ser el ministro de Ambiente, Carlos Correa y no un funcionario que defendía las fumigaciones con glifosato para los cultivos ilícitos.
Luego de una semana terminada la COP1 hubo un avance, por fin, sobre este Acuerdo en el Congreso. El pasado 28 de abril, la Comisión Segunda del Senado aprobó en primer debate la ratificación del acuerdo con seis votos a favor y uno en contra. Con este nuevo impulso hubo una celebración y una esperanza en cuanto a Escazú; sin embargo, fue a medias, ya que, para el segundo debate, el 18 de mayo, la sesión fue aplazada por falta de quórum.
De nuevo, partidos como el Centro Democrático y el Conservador se levantaron del recinto para no votar, dado que consideran que el tratado es perjudicial para la soberanía de Colombia y a su vez podría generar trabas en proyectos productivos y de infraestructura. Razones ilógicas, ya que afirmar que un tratado internacional, que está avalado en el marco del derecho internacional de las Naciones Unidas, infringe la soberanía de los países, es algo totalmente equivocado.
Estas últimas “jugaditas” del gobierno Duque y las acciones de su bancada, reafirman el final del Acuerdo de Escazú en esta legislatura. Para que Escazú se apruebe, falta un debate en la plenaria del Senado, un debate en Comisión Segunda de la Cámara de Representantes y otra en la plenaria de la Cámara de Representantes; además, después de todo esos procesos, el Presidente debe sancionar la ley y dejar aprobado. Es decir, otra deuda que deja el gobierno del saliente mandatario.
Ahora bien, no todo está perdido. Aunque el proyecto de ley se archive, llega un nuevo presidente en agosto y en julio se instaura un Congreso con representación de más líderes regionales, jóvenes y activistas ambientales que seguramente exigirán la ratificación del acuerdo en medio de la coyuntura climática actual.
En medio de esta jornada presidencial, el llamado es para que el próximo mandatario priorice verdaderos cambios. Por tal razón, más allá de la asistencia en eventos internacionales e incumplimientos pactados, el nuevo presidente debe encaminar su agenda y actividades en temas concretos para combatir la crisis climática y en la protección de los defensores ambientales. El Acuerdo de Escazú no es un capricho, el país entero está pidiendo su ratificación.
Cuatro proyectos offshore fueron suscritos para la exploración en la Guajira y en Magdalena
Las compañías Ecopetrol y filial de la Occidental Petroleum Corporation (Oxy), Anadarko Colombia Company suscribieron un acuerdo de exploración, con el fin de buscar hidrocarburos en una zona potencial, conjunta en cuatro bloques del mar Caribe, ubicados en las aguas profundas de La Guajira y el Madgalena. El anuncio fue lanzado el 18 de mayo a través de un comunicado.
El acuerdo para trabajar en los bloques COL 1, COL 2, COL 6 y COL 7 está sujeto a aprobación por la Agencia Nacional de Hidrocarburos de Colombia (ANH). Cabe resaltar que estos yacimientos se encuentran a una distancia promedio de 150 kilómetros de la línea costera de estas jurisdicciones.
La petrolera Colombiana tendrá el 40 % de los derechos de exploración y producción en los bloques, mientras que una filial de Oxy, Anadarko Colombia Company se mantendrá con el 60 % y asimismo, tendrá la condición de operador.
Las pruebas de evaluación geológica de los bloques serán tareas realizadas por Anadarko, las cuales se harán mediante un equipo de última tecnología en el área. La filial asegura que de confirmarse la presencia de estos hidrocarburos, el evento se convertiría en la “transformación de la industria petrolera colombiana”
Petro anunció que respetará los contratos actuales de carbón y petróleo
Gustavo Petro, candidato a la presidencia, sostuvo una reunión con el Consejo de Empresas Americanas (CEA) la cual agremia diferentes empresas norteamericanas con sede en Colombia. En el encuentro se abordaron temas como la estabilidad jurídica, el TLC con Estados Unidos y la transición energética.
Entre las empresas presentes en la reunión se encontraban Coca-Cola, PWC, World Vision, MetLife, Mercer, Honeywell, Hill+Knowlton Strategies, Eaton, Citi, Boston Scientific, Baker McKenzie, Baxter y 3M.
Ricardo Triana, director del CEA se entrevistó con el medio radial, Blu Radio, y comunicó que el aspirante les dio un parte de tranquilidad; garantizandoles la seguridad jurídica a las empresas extranjeras que tienen inversiones en el país. No obstante, señaló que la “tranquilidad” fue parcial para la industria minera del carbón y de hidrocarburos.
Él ha dicho que hay tres problemas en Colombia que son el carbón, el petróleo y la cocaína. Nos preocupa eso porque son dos sectores de la minería muy importantes, no hay que olvidar que representan el 30% de la inversión directa y más del 77% de las regalías de Colombia, así como más del 7 % de los ingresos fiscales del país, señaló el presidente del CEA.
Petro le manifestó a los empresarios que respetaría los contratos de carbón y petróleo que hay actualmente, pero que daría 12 años para cesar la producción petrolera y carbonífera del país. Sin embargo, hay casos donde la situación se complejizan, un ejemplo de ello es el contrato de Drummond en la Guajira, ya que es la empresa con la mayor inversión extranjera del país con más de 35 años de trabajo, señaló Triana.
La apuesta de empresas para que Colombia reduzca 3 millones de toneladas de CO2 con el Hidrógeno Verde
Se estima que el desarrollo del hidrógeno le permitirá a Colombia la reducción entre 2,5 y 3 millones de toneladas de CO2 en la próxima década. Lo anterior, contribuye al cumplimiento de las metas de la COP21 de alcanzar la carbono neutralidad en 2050.
Para lograr el cometido, algunas compañías se han sumado a la labor ambiental. Promigas, firmó el 18 de mayo un acuerdo para promover la movilidad eléctrica con hidrógeno en Colombia junto con la compañía japonesa Sumitomo Corporation Andes.
Sumándose así a los pilotos de hidrógeno lanzados con el fin de generar conocimiento y determinar el potencial del país con el combustible, la alianza contempla en sus primeras fases la colaboración en el desarrollo de estudios para determinar oportunidades y retos que representa la producción, distribución, comercialización y uso del hidrógeno para movilidad vehicular.
Cabe resaltar que entre los proyectos pilotos está el electrolizador de Ecopetrol en Reficar, el cual tiene una potencia de 53,2 kw y permitirá probar el potencial uso de agua en los procesos y la estabilidad en la producción de esta tecnología. Por otro lado, está el piloto exploratorio de hidrógeno verde y blending con gas natural en redes de transporte y distribución, ubicado en la Estación Heroica de Promigas en Cartagena, Bolívar.
Fuente: Nuevo Siglo. Se intensifica producción de hidrógeno verde en Colombia. 18/05/2022.
Secretaría de Energía de Estados Unidos anunció que no se importará petróleo ni de Irán ni de Venezuela
Jennifer Granholm, la secretaría de Energía de Estados Unidos, afirmó que el gobierno de Joe Biden no comercializará crudo de Irán ni de Venezuela ante una audiencia del Congreso. Esto ocurrió dos días después de que el Gobierno anunciara que aliviará algunas sanciones al régimen de Nicolas Maduro, las cuales beneficiarian a la petrolera Chevron, siendo esta la última empresa estadounidense en hacer negocios con el país sudamericano en el 2019.
Dentro de la intervención, Rick Scott, senador republicano cuestionó a la secretaría y al gobierno sobre el “relajamiento” de sanciones diciendo ¿Por qué querría hacer negocios con Maduro, quien ha cometido un genocidio contra sus propios ciudadanos y millones de personas han tenido que irse de Venezuela porque están obligados a morir de hambre en este país?.
Los cambios limitados permitirán a Chevron Corp negociar su licencia con la petrolera PDVSA pero no perforar ni exportar petróleo de origen venezolano, según detalló el Gobierno Federal.
Esta multinacional tiene cuatro filiales (PDVSA) ubicadas en el estado de Zulia, con las cuales produjo alrededor de 200 000 barriles diarios en el 2019; sin embargo, en 2020 el gobierno de Estados Unidos le ordenó reducir la producción y desde entonces solo se le ha permitido realizar trabajos esenciales en pozos petroleros para preservar sus activos y niveles de empleo en Venezuela.
RESEÑA
¿Cómo Impacta a Colombia el Conflicto entre Rusia y Ucrania?
Por: Nicoll Quintero Arias
El evento “¿Cómo impacta a Colombia el Conflicto entre Rusia y Ucrania? Se realizó en la Universidad de los Andes a cargo del programa de Maestría de Ingeniería de Petróleos. La primera intervención estuvo a cargo del profesor Ruben Darío, filólogo de la Universidad Nacional y un reconocido colaborador entre las relaciones diplomáticas entre Colombia y Rusia. El académico realizó una introducción destacando la importancia que tiene el territorio entre Europa y Asia y como el Estado de Ucrania y otros países ubicados en la frontera han tenido el desafío de mantener esta figura institucional.
Por otro lado, Victor Mijares, profesor y coordinador de la Maestría en Estudios Internacionales de Uniandes, expuso sobre uno de sus más recientes trabajos. En este proyecto, habla del impacto de la guerra en Ucrania desde una mirada del estudio de los petroestados.
El académico definió a los petroestados como aquellos que dependen crónica y patológicamente del petróleo. Entre los dos aspectos que lo definen están aquellos Estados que sus exportaciones petroleras equivalen un 40 % o más al total al total de las exportaciones. El segundo aspecto hace referencia a que sus exportaciones equivalgan a más del 10 % del PIB. Esto hace que sus economías no sean diversificadas y dependen de los hidrocarburos.
Dentro del análisis se observó que los países de la OPEP+ y algunos petroestados han manifestado su alianza hacía Rusia a través de las relaciones diplomáticas. Un ejemplo de ello es la votación de sacar a Rusia del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas donde estos países, exceptuando a Libia, se abstuvieron a votar o votaron en contra de su salida. Por otro lado, se hizo énfasis en el caso venezolano, siendo un Estado que mantiene unas relaciones diplomáticas estrechas con Rusia y es el único país petrolero de la región con el que se mantienen conversaciones.
Para finalizar su discurso, Mijares quiso mencionar una de las variables por las que esta pasando Colombia en este momento y son las elecciones presidenciales. Para ello, abrió el comparativo de lo pasado en Venezuela y el “temor” que tienen inversionistas por la llegada al poder de Gustavo Petro. Sin embargo, pone sobre la mesa la importancia que le dan algunas empresas a la seguridad jurídica; un ejemplo de ello ExxonMobil que prefiere tener esta seguridad y lo está demostrando en las inversiones en Guyana, un potencial petroestado en la región. El caso contrario es Chevron, la cual se caracteriza por “arriesgarse” o como lo hizo en Venezuela, sabiendo que era posible que la situación económica empeorará en el país.
La tercera intervención estuvo liderada por Sergio Cabrales, profesor de la facultad de la Universidad de los Andes del programa de maestría de Ingeniería de Petróleo. En su discurso señaló lo “bueno” y lo “malo” de la situación.
Cabrales hizo mención a las cifras de la producción petrolera en Rusia, indicando que no han bajado de manera significativa desde que empezó la guerra. Normalmente, se producen 12 millones de barriles al día, pero desde que el conflicto estalló se sacan entre 9,5 y 10 millones de barriles. En contraste con la pandemia, la producción alcanzó un récord de 8 millones. Asimismo, en el aspecto de la producción de gas la producción se ha aumentado por el incremento del fracking y otras prácticas alrededor del mundo.
En temas estratégicos Rusia le provee a Europa el 30% gas y Ucrania es aquel país por el cual se transporta el 65% de ese 30% del gas con cuatro gasoductos que se interconectan con otros.
El impacto positivo como lo menciona el panelista, ha sido la subida del barril al pasar de un promedio de 61 dólares a un barril de 96 usd. Esto equivale a que Ecopetrol ganó en un trimestre lo que gana usualmente Ucrania en prestar su servicio de oleoductos normalmente (2000 millones de dólares).
Por otro lado, el expositor señaló que el precio de la gasolina en Colombia por la demanda que hay debería estar situada en 20 000 COP. Cabrales explica que el Gobierno de Colombia está subsidiando el combustible con el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles para mantener los precios en los que se compra el galón en Colombia actualmente. Sin embargo, el panelista asegura que Colombia le está debiendo al fondo 19,6 billones de pesos, una cifra comparable a la reforma tributaria que se quería realizar en el 2021, lo cual genera una preocupación para el país.
*Se precisa que las columnas de opinión pertenecen a sus respectivos autores/autoras y por ende, no comprometen a Crudo Transparente, ni a sus financiadores
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