El departamento de Caquetá ha experimentado en los últimos años, un aumento de las movilizaciones sociales, producto de la oposición de las comunidades a que se adelanten proyectos de exploración y explotación petrolera en su territorio. En torno a esta situación, se ha producido un debate público en la región sobre el tipo de desarrollo que se quiere, que ha dejado en evidencia el conflicto entre vocación del territorio y uso del mismo.
Según información de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), el departamento se encuentra localizado dentro de la cuenca Caguán-Putumayo, una de las más prósperas del país para el hallazgo de nuevas reservas de crudo. Actualmente, el 25% de la región, tiene contratos de exploración, evaluación técnica y explotación de hidrocarburos.
Los caqueteños tienen una tradición ganadera y agrícola que desean continuar ejerciendo. Les preocupa que la posible incursión de las empresas petroleras en la región, genere impactos negativos en el medio ambiente y pongan en peligro su actividad económica. Tienen una visión propia del desarrollo que quieren que el gobierno escuche y permita llevar a cabo.
Sin embargo, y pese a la afirmación del gobierno del fortalecimiento de la democracia participativa en la toma de decisiones de los ciudadanos sobre situaciones que afectan su entorno, se evidencia un conflicto entre el discurso y la realidad; pues aunque los caqueteños han manifestado su oposición a la extracción de recursos naturales, se adelan-tan proyectos de esta índole en la región.
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