Foto: Secretaría Internacional del EITI. Ana Carolina González en la primera fila ubicada de derecha a izquierda en segundo puesto.
Para este mes entrevistamos a Ana Carolina González, representante en la mesa directiva internacional de la sociedad civil ante la Iniciativa para la Transparencia de la Industria Extractiva (EITI, por sus siglas en inglés). Ana Carolina es doctora en Ciencia Política del Instituto de Estudios Políticos de París, Francia y Master en Política Comparada y Desarrollo, de la misma institución. Cuenta con experiencia en proyectos de desarrollo e investigación sobre gobernanza y políticas públicas del sector minero-energético, con énfasis en Colombia y América Latina.
El EITI (Extractive Industries Transparency Initiative) surgió en el 2002 como iniciativa en la Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible. Está constituido por un órgano tripartito conformado por gobiernos, empresas y organizaciones de la sociedad civil que pretende garantizar la transparencia y la rendición de cuentas del sector extractivo, en los 51 países donde se ha adoptado, entre ellos Colombia.
La iniciativa permite reportes sobre contratos de exploración y explotación de hidrocarburos y minerales, volúmenes de producción, pagos significativos generados por la industria, su distribución en el presupuesto nacional y su ejecución. Colombia inició el proceso de implementación y preparación a la candidatura al EITI en mayo de 2013.
Entrevista
Crudo Transparente: nos puedes contar sobre el panorama minero energético y ¿cómo se aterriza en el país con lo que se está moviendo en el sector de hidrocarburos?
Detrás de esta promoción del sector está la idea de que las rentas deberían generar una actividad económica mayor y por tanto un mayor beneficio para las comunidades, pero este no siempre es el caso y la iniciativa toma eso en cuenta porque sabe que hay una especie de maldición de los recursos naturales, pero se entiende que esa maldición no es inexorable y que debe manejarse de alguna manera. Para llegar a ese objetivo, la iniciativa busca promover el acceso a la información y una discusión informada y reformas que permitan una mejor gobernanza de los recursos naturales.
En un contexto de reducción de los precios de los commodities, más un incremento de situaciones de desconfianza y de conflictividad social alrededor de la explotación de los recursos naturales, hace que por un lado los países tengan que plantearse si estos recursos son suficientes y, si viene otro boom, preguntarse: ¿es la renta que se debería estar generando?, pero más allá ¿ahorramos suficiente?, ¿cómo los utilizamos para diversificar la economía? Más otras preguntas que tienen que ver con esta conflictividad. Por eso la iniciativa ha venido ampliando su alcance a que no sólo sea la divulgación de pagos, sino toda una divulgación del contexto y el marco legal que rige ese sector, con algunas cosas que aún no se incluyen y que desde América Latina consideramos que deberían estar; como los temas sociales y ambientales.
Para la gente que no conoce mucho del EITI ¿por qué es importante?
Si un Gobierno decide inscribirse y es aprobado dentro de la iniciativa ¿Todas las empresas que están trabajando en el país, deben justificar sus pagos o pueden decidir no hacerlo?
¿Sobre el balance en participación de las empresas mineras y petroleras cuál sería la empresa que hace falta que se sume a la iniciativa?
¿Una empresa puede decidir, después de participar, no estar en el próximo informe?
Hace poco estuviste en Kazajistán nos puedes contar ¿por qué estuviste allá y cómo te fue?
La junta internacional se reúne alrededor de 3 veces al año y toma de decisiones de política sobre el estándar. Por ejemplo, la iniciativa era sólo de pagos, requería que los gobiernos y las empresas publicaran cuánto pagó y cuánto recibió. Hoy en día la iniciativa sugiere la transparencia de contratos. O, si usted quiere hacer parte de la iniciativa, usted tiene que dar información sobre el volumen de producción, o usted tiene que dar información sobre las reservas.
El estándar cambió mucho de lo que era en 2002 a lo que es hoy. Aún no es todo lo que uno quisiera que fuera, pero es mucho más de lo que fue en dicho año. Eso se hizo en esa negociación a veces no fácil, entre actores muy distintos con intereses muy distintos, pero que lograron ponerse de acuerdo con la ampliación del estándar.
Hay muchas cosas que hoy en día contiene el estándar. Hay un compromiso entre los países que implementan el EITI y tienen que hacer una ruta para trabajar en beneficiarios reales y que en el 2020 puedan tener un registro público de estos, que no es otra cosa de quiénes son los reales dueños de las empresas del sector minero-energético.
También creo que por un lado es importante trabajar todas estas nuevas narrativas de la iniciativa desde un nivel global y bajar la información para que la sociedad civil la pueda usar, para que incluso pueda hacer incidencia en su propio país.
¿Cómo bajar toda esta información? Todas estas cartillas como: Publiquen lo que pagan; información sobre cómo leer un contrato, sobre cómo analizar estos temas de los beneficiarios reales, es decir, bajar esa información a la sociedad civil de América Latina, eso me parece lo primero. Si logramos eso, me parece que ya tenemos un avance.
Lo otro es el paso al revés, pero es muy importante y es cómo llevar el mensaje de la sociedad civil latinoamericana a la iniciativa… es decir -oiga es que en América Latina todo este tema de los ingresos es clave, por el tema de la transparencia ambiental y transparencia social.
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