Foto: VioletaStereo. Francisco Lloreda, presidente de la ACP

La Asociación Colombiana de Petróleo (ACP) es la encargada de agrupar las diferentes empresas petroleras y mineras privadas con presencia en el país. Como gremio, busca el desarrollo de la industria y promueve los intereses y proyectos minero-energéticos.

Para el sector de hidrocarburos, el año 2014 marcó un punto de inflexión, porque el precio del barril pasó de más de 100 USD a 20 USD en menos de seis meses; situación que obligó a replantear el esquema en temas de expansión, relaciones laborales, aportes fiscales y relaciones con comunidades.

Por lo tanto Crudo Transparente buscó un espacio de diálogo con Francisco José Lloreda, presidente de la ACP, para comprender la situación del sector acerca de este panorama y recoger sus perspectivas y posibles aportes al posconflicto. Pese a que se otorgó el espacio para que la organización plasmara sus argumentos, se reservaron el derecho de no responder a determinadas preguntas, alegando que “con respecto al tema de posconflicto y seguridad, preferimos no referirnos en este momento porque aún no se ha definido cuál será el alcance definitivo de los acuerdos de paz.”

A continuación, exponemos el panorama actual y futuro de la industria según la ACP, quien hizo énfasis en temas económicos, de inversión y de seguridad jurídica.

¿Cree que Colombia sigue siendo un destino de inversión atractivo frente a la crisis y teniendo en cuenta que los crudos colombianos son en su mayoría pesados?

Si bien las empresas del sector siguen mirando al país como un destino interesante, lo cierto es que en todos los países que tienen recursos de hidrocarburos hay proyectos para invertir, y con un menor flujo de caja las empresas son mucho más selectivas a la hora de escoger hacia dónde van sus recursos.

En particular en Colombia, la caída de los precios del petróleo dejó en evidencia una serie de dificultades e ineficiencias que afectan las operaciones en territorio. Los costos de operar en el país son altos, Colombia se ubica en el 25% de la producción más costosa de extraer en el mundo, y estos elementos comprometen la sostenibilidad de las inversiones. Sin embargo, el país puede tomar medidas para revertir esta tendencia y mantener su autosuficiencia en materia de hidrocarburos.

¿Cree que existen garantías y seguridad jurídica para que las empresas extranjeras inviertan en Colombia?

Entre los países de la región Colombia siempre ha sido reconocido por ser un país atractivo y estable para la inversión, y eso se evidencia en la encuesta de tendencias de inversión realizada por la ACP. Sin embargo, hay una serie de aspectos que hoy en día ponen en tela de juicio la estabilidad jurídica que requieren las empresas para operar.

El abuso de la acción de tutela y las consultas populares que buscan frenar proyectos que cuentan con todos los permisos y autorizaciones de ley para operar, es uno de estos aspectos. Adicionalmente, algunas decisiones tomadas recientemente por autoridades del Gobierno Central también han dejado preocupación en la industria, por ejemplo, la revocatoria de la licencia ambiental otorgada por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, una licencia que se aprobó después de un proceso cuidadoso y meticuloso de licenciamiento, y se revocó sin mayores argumentos jurídicos.

Esto dificulta para las empresas ejecutar la inversión y cumplir con sus compromisos contractuales y explica que en los últimos tres años el 66,5 por ciento de los pozos para exploración que estaban en los planes y presupuestos de las compañías tuvieran que ser aplazados.

¿Cómo afecta las decisiones de la ANH la inversión extranjera?

Los acuerdos de la ANH han sido favorables para la industria en la medida que han permitido flexibilizar las condiciones contractuales para las empresas, lo que permitió aplazar inversiones en lugar de cancelarlas. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer.

¿Qué debería hacer, en su opinión, el Estado para incentivar la inversión en el sector petrolero?

La Asociación Colombiana del Petróleo ha insistido en la necesidad de revisar la carga tributaria de manera integral, pues el Government Take (la participación del Estado en las ganancias de las empresas) ya no es competitivo. También es importante reducir los tiempos para llegar al primer barril, complementar y optimizar la infraestructura de transporte para lograr costos más competitivos y garantizar la seguridad jurídica. Con estas medidas, que la ACP ya ha venido discutiendo con el Gobierno Nacional, Colombia podría relanzarse como destino de inversión atractivo para las empresas del sector y garantizar las inversiones en exploración y producción requeridas para mantener la autosuficiencia energética que el país necesita.

¿Cómo afrontar la crisis de baja exploración que se viene presentando, sabiendo que se necesita aumentar las reservas de petróleo y gas del país?

Es necesario tomar medidas como lo mencionamos en la respuesta anterior. Es posible reactivar la exploración, pero se necesita viabilizar las inversiones.

¿Cómo garantizarles a los colombianos, en especial a los residentes de las áreas de influencia, que el método fracking es seguro y apropiado para la extracción petrolera en el país? ¿Se han realizado estudios en suelos colombianos con este método? ¿Qué opina sobre las protestas en San Martín, César, para que no se utilice fracking en su territorio?

Durante dos años Colombia realizó una discusión minuciosa y concertada para construir una regulación sólida y exigente que asegure que la exploración en yacimientos no convencionales y la realización de fracturamiento hidráulico se haga con los más altos estándares de seguridad industrial, respeto por el medio ambiente y responsabilidad social. El país necesita incrementar sus reservas de crudo para mantener su autosuficiencia en materia de hidrocarburos, y los yacimientos no convencionales son una fuente importante para lograr este cometido, pero es necesario primero hacer exploración para saber cuál es el verdadero potencial. Sería irresponsable no hacerlo, más cuando se trata una técnica segura que la industria ha perfeccionado a lo largo de los años.

¿Cuáles son las perspectivas y proyecciones del sector petrolero para el mediano plazo en el país?

En el 2016 las empresas están haciendo su mayor esfuerzo por mantener sus metas de producción, los cálculos de la ACP estiman inversiones alrededor de los 3.200 millones de dólares en producción. En cuanto al volumen de producción en marzo estimamos que esta podría ubicarse alrededor de los 940.000 barriles diarios, sin embargo, las condiciones que hemos visto a lo largo de los últimos meses nos hacen pensar que es posible que sea inferior.

En materia exploratoria, esperamos inversiones alrededor de los 640 millones de dólares, de los cuáles el 56% corresponde a inversión en proyectos costa afuera. Se podrían dar inversiones adicionales en el área de exploración por 180 millones de dólares, pero esto depende de que se den las condiciones de operación para las empresas. En materia de transporte, según lo consultado con las empresas del sector se esperan inversiones por 550 millones de dólares para ampliar capacidad.

Pero más allá de las cifras, la ACP confía en que, de la mano con el Gobierno Nacional, sea posible trabajar en soluciones para los cuellos de botella que actualmente afectan las operaciones del sector, para que la industria continúe haciendo sus aportes al desarrollo económico y social de las regiones del país, cumpliendo con los más altos estándares de responsabilidad ambiental.

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