“Petróleo y agricultura bien manejados pueden convivir”: Presidente de Campetrol

 

Foto: Campetrol. Rubén Lizarralde, presidente del gremio.

Crudo Transparente entrevistó a Rubén Lizarralde, presidente de la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol), en un contexto de transición económica y social de la industria petrolera: precios del barril que apenas se asoman a los 50 USD, que ponen en vilo la rentabilidad de los campos, y manifestaciones sociales que le dan la espalda al desarrollo de proyectos de exploración y explotación petrolera en las regiones. Al panorama se suma el desafío de hallar nuevas reservas para suplir un desabastecimiento nacional, que ocurriría dentro de 6 años y que desembocaría en una nueva necesidad de importación de crudo.

Desde finales de los años 80, Campetrol agrupa a las empresas que le prestan servicios a la industria petrolera y defiende sus intereses para facilitar el ambiente empresarial de los agremiados. Ahora, representando un sector que aporta casi un 30% del ingreso fiscal, Campetrol se enfrenta a distintos desafíos con otra cara distinta a la de la bonanza. Por ejemplo se evidencia una disminución sustancial en la operación de los taladros que supera el 70% en la prestación de las operaciones y se han presentado aproximadamente 40.000 despidos de trabajadores relacionados con la industria, durante los dos últimos años.

A su vez, existe una desconfianza generalizada de las comunidades en varios departamentos del país como Casanare, Caquetá, Meta y Putumayo. En este último departamento, la Corte Constitucional suspendió la explotación petrolera a Petrominerales y Ecopetrol a principios del 2016, por considerar que violaban los derechos ambientales de la comunidad Awa. Estos departamentos esperan salidas alternativas a un desarrollo socioeconómico del país trazado en la extracción en donde la percepción sobre el papel indispensable de la industria empieza a ser cuestionado.

Aunque los desafíos para el gremio petrolero parecen titánicos en una época en donde repensar la industria es una necesidad y representarla un reto, Rubén Lizarralde, en entrevista con Crudo Transparente, explica en el siguiente podcast los desafíos de un país que está perdiendo sus reservas, en un momento de vulnerabilidad, ya que, cuando bajan los precios, salen a flote las preguntas que ponen en una encrucijada al Gobierno y a la industria.

Escuche la entrevista completa:

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Lea la entrevista con el presidente de Campetrol

¿Cuál ha sido el desempeño de Campetrol y cuál ha sido su mayor rol agremiando de las empresas que prestan servicios petroleros en el país?

Este sector tiene un elemento bastante desconocido, muchos escenarios económicos del país deberían tener como referente el sector petrolero. Y uno se extraña al descubrir que este sector en temas por ejemplo de competitividad, no era un referente, y además tampoco este sector era un referente en relación con tema de crecimiento económico. No era un referente con temas de exportación, no era un referente en materia fiscal y si uno analiza porque no era un referente, pues se llevauna sorpresa inmensa, porque definitivamente la competitividad de este país pasa por el sector petrolero, porque al ser un sector que aporta más o menos el 27% del ingreso fiscal y aportaba más del 50% – y ahora aproximadamente el 50% – de las exportaciones, (…) uno se sorprende que no fuera un referente, y cuando viene la disminución de los precios del petróleo entonces el país se empieza a hacer preguntas, ¿por qué está pasando esto? (…) Las razones por las cuales hay una afectación muy importante en el tema cambiario es por el petróleo, una caída muy importante de las exportaciones… es por el petróleo, una caída muy importante del ingreso fiscal… es por el petróleo, y la forma en que lo enfrentan, por lo menos del punto de vista del Gobierno, es definitivamente disminuyendo el presupuesto para las distintas actividades y los distintos rubros del presupuesto nacional. Por supuesto, en mi concepto, es una decisión equivocada, porque aunque definitivamente sí había que ajustar el presupuesto, lo que tenía que haber hecho es terminar con dos cosas: la primera, es cómo compensar la disminución de ese flujo de caja que le estaba generando ingresos al país y que con esos ingresos estaba cumpliéndose o satisfaciéndose una parte muy importante del gasto social que estaba realizando el gobierno; y dos, cómo mover a que un país que está perdiendo sus reservas active todos los mecanismos que permiten recuperarlas. En este sentido, acordémonos que este país producía cerca de 300.000 barriles diarios, y que pasó a producir más de un millón de barriles diarios y eso definitivamente tiene un impacto, no solamente en lo que ya he dicho, sino también en el empleo y en el desarrollo de las regiones, hay mucha más contratación, hay mucho más oportunidades de trabajo, hay una dinámica económica en las regiones, que es importante.

Pero en vez de buscar, de estimular la exploración, estimular la sísmica, la exploración para recuperar los barriles que se están perdiendo por consumo, lo que uno ve es una posición del gobierno frente al sector bastante débil, en ningún momento plantea por ejemplo frente a la Corte Constitucional la importancia que ese sector tiene. La Corte Constitucional, en sus decisiones, ha sido muy cuestionada, expresa, “es que yo estoy defendiendo a los más débiles, eso es mi posición, y resulta que los más débiles se están beneficiando de los recursos del petróleo a través de rubros como familias en acción, como el SISBEN, como guardabosques, etc.”. Es decir en este país tenemos un concepto del bien y del mal bastante bastante cerrado y no hacemos análisis del impacto que genera una actividad en todo un entorno y nos quedamos simplemente analizando si el petróleo hace bien, hace regular o hace mal. Eso no quiere decir que el sector petrolero no haya cometido errores. Eso no quiere decir que en tiempos pasados no hubo un ejercicio de acercamiento hacia la región, hacia la comunidad mucho más amable, eso lo aceptamos, consideramos que fue un error, pero tampoco eso quiere decir como mucha gente piensa que el petróleo le pertenece a las multinacionales, y se lo llevan las multinacionales y no le queda nada al país, porque resulta que el petróleo primero no es de las multinacionales, es de la nación porque el subsuelo es de la nación, y segundo Ecopetrol, que es la empresa del Estado donde hay unas acciones que son de Colombianos, Ecopetrol es la empresa que tiene la mayor participación en la torta petrolera y es la que maneja prácticamente en este país el negocio, y partir del 1 de julio, Pacific le entrega Rubiales a Ecopetrol, y Ecopetrol queda con casi el 80% del negocio petrolero. (…) Entonces no es cierto, esto no es el país que necesite para reivindicar la riqueza sobre el petróleo, que requiera una nacionalización, porque resulta que el 80% del petróleo es de la nación.

¿Cuál es la postura de Campetrol frente a esa participación de Ecopetrol?

Nosotros pensamos que en esos momentos más que Ecopetrol, son políticas que se están definiendo desde el Ministerio de Hacienda que no están propiciando una actividad productiva importante en el país, entonces: ¿eso a qué lleva? A una parálisis y a desaprovechar un sector que le da caja al país. ¿Y qué es importante de esa caja? No solamente lograr pasar la situación de crecimiento que está viviendo el país, que viene en una curva descendente sino que el gobierno los utiliza más bien para promover empleo que para gasto social, y para promover empleo estimulando sectores como el agro-industrial y como el manofacturero. El petróleo terminaría contribuyendo en la consolidación económica del país, consolidación que no se daría solo por petróleo sino por el fortalecimiento de otro tipo de actividades. (…) Se debe aprovechar los recursos que genera el petróleo, por ejemplo para fortalecer la inversión en bienes públicos, para la agricultura y el agua, a través de proyectos de canalizaciones, de riegos, de embalses, de explotación adecuada de acuíferos, (…) de modo que administraríamos las inundaciones y también administraríamos las sequías. Entonces allí vemos cómo el petróleo puede ser un articulador de desarrollo, aquí lo que pasa es que lo hemos visto como un articulador del gasto social, y ese gasto social se puede hacer cuando hay plata pero cuando se acaba la plata no se puede seguir haciendo ese gasto social. Entonces nosotros lo que planteamos es que el mejor gasto social, no es el SISBEN, no es Familias en Acción, no es Familias Guardabosques, el mejor gasto social es generar empleo, generar desarrollo económico, generar empleo y desarrollo económico en unas zonas que el país requiere activar económicamente, sino quiere que la economía informal o ilegal las ocupe y más en un proceso de posconflicto. Si nosotros queremos sustitución de cultivos ilícitos pues hay que meterle plata y tecnología, plata e infraestructura, hay que meterle plata a nuevas semillas, hay que meterle plata a nuevos desarrollos, asistencia técnica, educación; eso es lo que debe hacer el gobierno y eso es lo que me permite que el desarrollo sea un desarrollo equilibrado, sostenido y sustentable y es fundamental que el petróleo contribuya a esto.

¿Por qué hay un altibajo con las comunidades? ¿Usted cree que se acostumbraron a esta industria y el petróleo entró como un papá para suplir el rol de Estado?

Hay de todo un poquito, de manera desordenada, y no solamente de manera desordenada, a raíz del cambio en legislación en materia de regalías, las regiones petroleras dejaron de recibir los recursos que venían recibiendo. Yo no voy a mirar hacia atrás para hacer el juicio de si utilizaron adecuadamente los recursos petroleros o no, pero de todas maneras los actuales gobernantes reclaman que sus departamentos que están produciendo petróleo no están recibiendo los ingresos mínimos para hacer inversiones y desarrollo social en su región. Entonces adicionalmente a eso, han empezado a surgir una cantidad de organizaciones con comportamientos mafiosos que quieren captar los recursos del sector petrolero a través de las bolsas de empleo o a través de asociaciones de empresarios que cobran unas tarifas inmensas para la prestación de servicios o les cobran a las empresas unas comisiones inmensas, para dejarlos participar en región. Si no las pagan pues los bloquean para que participen de los contratos con las empresas petroleras, sea mano de obra o sea prestación de servicios, entonces esa cultura mafiosa que se ha ido propiciando y generando en región pues definitivamente le hace mucho daño a la región, y le hace mucho daño al país, porque la gente se va acostumbrando a conseguir el dinero de una manera fácil, de una manera extorsiva y eso no contribuye al desarrollo de nada ni de nadie.

Adicionalmente, pues tengo que decir respecto a la primera pregunta, que pues todos hemos ido aprendiendo en este proceso y consideramos que la región no recibe con entusiasmo a las empresas petroleras ni a las empresas prestadoras de servicios, porque consideran que lo que van a hacer allá que lleva a extraer el petróleo no les da un retorno interesante para hacer las inversiones que ellos requieren. Dos, hay muchas – repito- organizaciones extorsivas que aprovechan con las consultas previas, o aprovechan los bloqueos para presionar beneficios económicos. Entonces muchas veces no es solamente que las regiones no quieran ver la actividad petrolera por el daño al medioambiente, que hoy por cierto se mitiga casi que completamente por el desarrollo tecnológico, por la misma legislación que en este momento exige a las compañías tomar todas las medidas del caso e inclusive con las operadoras teniendo en cuenta que una mala práctica los puede afectar en el valor de ese operador, en la bolsa de New York, o en la bolsa en Canadá, o lo que sea, porque permanentemente evaluadores de ese de recursos y de manejo societarios le están haciendo seguimiento a las inversiones que esas empresas hacen, a ver si están bien, regular o mal, y más en un país como el nuestro.

De modo que todo eso ha venido contribuyendo a que la informalidad sea – y esa informalidad inclusive – se impone en las mismas comunidades, habla en nombre de las comunidades, y generan esas situaciones de conflicto que en la mayoría de los casos lo que busca es plata. En muy pocos casos, de acuerdo a lo que nosotros hemos evaluado, la gente está buscando una reivindicación social. Ahora uno también ve que ha habido ciertas empresas petroleras que, cuando el precio estuvo encima de 100 dólares el barril, estuvieron dispuestos a pagar lo que fuera para que pudieran poner a producir un pozo porque, por no ponerlo a producir, tenía un costo demasiado alto, entonces le pagaban a esas empresas mafiosas para que le dejaran trabajar y definitivamente eso generó una situación extremadamente inconveniente que hoy respecto a esto, se está teniendo muchas brechas.

¿Usted qué siente cuando escucha la palabra consulta previa, que se le viene a la mente?

A mi se me vienen muchas cosas, positivas y negativas. Positiva, se me viene que es la oportunidad de consulta en gente de la región, o en comunidades indígenas, o en comunidades afrodescendientes en función de un proceso de conclusión, después de un proceso pedagógico, en relación con una actividad que se va a realizar, por una vía, o lo que sea. Digamos que es la parte democrática del paseo. Pero también en mente los negocios que han venido surgiendo de la consulta previa, desgraciadamente hay muchos, que están aprovechando la consulta previa para sacar dinero, y beneficiarse no una comunidad sino unos pocos de esa comunidad, y no solamente lograr eso sino que si las empresas no se dejan extorsionar en el proceso de consulta previa los proyectos se atrasan tremedamente, perjudicando la actividad productiva de las empresas pero también de las regiones y del país. Entonces se me viene en la mente esas dos posiciones, una que puede ser muy positiva y otra que puede ser muy negativa, y que definitivamente esa muy negativa le está haciendo daño a esa positiva que consagró desde la Constitución de 1991.

¿Usted hablaba del tema del posconflicto, cuál es la expectativa de Campetrol?

Nosotros llevamos año y medio trabajando en un proyecto que se llama “territorios de la energía”, lo hemos venido trabajando con una fundación, la fundación Metropoli, una fundación aliada a Microsoft.

Lo que busca es que en las zonas petroleras se focalice todos los recursos que el sector petrolero tiene que invertir en región y estamos planteando inclusive a través de una reforma de regalías que los recursos que no se ejecuten en el resto del país regresen a la región petrolera para promover proyectos agro-industriales y eco-turísticos. Nosotros consideramos que es tremedamente negativo que las regiones dependan del petróleo, primero porque el petróleo no tiene la capacidad de generar empleo a todo el mundo, segundo porque este país tiene un potencial de desarrollo agro-industrial inmenso.

Consideramos que la palanca del posconflicto en las regiones petroleras, que son regiones de conflicto, la palanca de desarrollo y la palanca de progreso que se puede activar a través del sector petrolero, sería supremamente importante para dar garantías de que el proceso de posconflicto va a ser positivo. Si esto no se hace así, si no se estimula la generación de nuevos negocios industriales y eco-turísticos, pues creo que eso va tener consecuencias fatales y va a contribuir a que esos nuevos grupos que aprendieron a tener cultivos ilícitos, o a administrarlos, que conocen las rutas de entrega de la coca, se van a fortalecer en región y le van a hacer mucho daño al país. De modo que nosotros consideramos que este sector debe ser una palanca de desarrollo económico y social en la región petrolera y contribuir a que la gente que vive alrededor de los proyectos petroleros no dependan solamente del petróleo y siembre desarrollo y con eso siembre también una riqueza para la región y el país.

Nosotros por ejemplo estamos pasando el proceso de evaluación que nos permitiría acceder a los mercados internacionales porque nuestros productos se volvieron muy baratos, entre un 40 y 45%, y aún con ese beneficio relativo, gracias a la tasa de cambio, que estamos recibiendo, no hemos podido llegar a esos mercados internacionales. ¿Por qué? Porque no tenemos la infraestructura adecuada para promover una agro-industria competitiva, una agro-industria que esté dispuesta no sólo a conquistar los mercados internacionales, sino como lo decía la FAO, a ser uno de los países despensa del mundo en el año 2050.

¿Las empresas petroleras deciden acompañar el posconflicto y están abiertas a hacer un acompañamiento y a recibir a todas esas personas que en algún momento tuvieron un fusil en sus manos?

Por supuesto que sí, pero quiero expresarle que no es simplemente un planteamiento retórico. Nosotros hemos visitado más de 30 entidades del Estado, entre alcaldes petroleros, o gobernadores petroleros, ministros, jefes de planeación y otros del ministro de posconflicto, y su equipo. Hemos estado, hace más de año y medio, recorriendo todas las entidades, entregándoles lo que nosotros consideramos que puede ser uno de los aportes más importantes al proceso de posconflicto, de modo que no lo tenemos inclusive esperando a que se de la firma del acuerdo, no, llevamos año y medio y ahora le voy a compartir el trabajo que hemos venido haciendo y la propuesta que hemos venido haciendo, porque consideramos que si en este país no hay desarrollo económico, pues el conflicto que hoy termine va a surgir mañana. De hecho el conflicto puede surgir de varias formas. Una a través de organizaciones como las BACRIM. Otra con el resurgimiento de grupos guerrilleros que inclusive en algún momento hicieron las paces con el gobierno como el EPL. (…) Pero ¿qué uno ve? Que más que organizaciones guerrilleras son organizaciones de narcotraficantes, en el Norte de Santander, en la zona del Catatumbo, sí depende del petróleo pero también depende de la coca, y si uno se va al Putumayo, Putumayo depende del petróleo pero también depende de la coca. No hay una alternativa diferente y nosotros tenemos que romper esa mono-dependencia: la mono-dependencia del petróleo pero también la mono-dependencia de la coca. Entonces (…) sí, va a haber paz con las FARC pero nosotros no podemos garantizar, como no lo puede garantizar el gobierno, que el 100% de las FARC va a hacer las paces. Nosotros estamos seguros por los análisis que hemos venido haciendo y lo que ha pasado en otros procesos de paz, que un grupo muy importante, sobre todo los niveles medios de las Farc, van a transformarse. ¿Y en qué se van a transformar? Pues en integrantes de las BACRIM o si el ELN no avanza con suficiente rapidez en el proceso de negociación, pues se van a ir a engrosar las filas del ELN. Y entonces mañana no tendremos FARC pero sí tendremos ELN, una guerrilla que además en el proceso de paz de las FARC se ha venido fortaleciendo, se ha venido creciendo, y ha venido por supuesto duplicando sus actividades terroristas en diferentes partes del territorio, de modo que, en la medida que este proceso de paz siga demorando como se está demorando, nos preocupa que otras guerrillas o que otros grupos al margen de la ley se fortalezcan más y más, como lo estamos viendo porque entraríamos a un “sin salida”.  (…) Van a volver a surgir movimientos si nosotros, a esta lógica del cumplimiento de la ley, del respeto del orden constitucional, no le ponemos una barrera, un límite, porque quienes han aprendido que teniendo un fusil en la mano, conociendo una renta de narcotráfico, les queda muy fácil no solamente conseguir terrenos, tener un negocio y ser jefes en los territorios que ocupan.

¿Cómo toman la medida que miembros del ELN van a poder ser juzgados en ausencia, como perpetradores en conrta de la infraestructura?

Yo esto definitivamente no lo relaciono a lo que tradicionalmente en el país lo hemos relacionado. Los atentados, los bloqueos, (…) ese tipo de actividades todos los días se están volviendo herramienta, instrumento para conseguir cosas. De modo que si hay grupos, llámese como se llamen, guerrilleros, paramilitares, BACRIM, delincuentes comunes, lo que sea, que descubrieron que hay una forma de conseguir las cosas más fácil, lo van a seguir haciendo, sea quien sea.

Van a seguir libres, van a seguir en sus territorios, mientras el país, la institucionalidad no ocupe todo el territorio, con sus instituciones, con las fuerzas militares, con la policía, con los jueces, con los fiscales, con colegios, con hospitales. Mientras el territorio no se ocupe institucionalmente esto va a seguir, esa forma de vida, ese medio de vida va a continuar.

¿Qué están haciendo sobre ese fantasma del desabastecimiento que ya sucedió? ¿Cómo se está preparando Campetrol… hay resignación?

Primero, no hay sentimiento de resignación. Segundo hay una posición muy fuerte donde expresamos nuestra incredulidad en relación con las medidas que se han venido tomando que desestimulan la exploración petrolera y repito: ¿Por qué nos ha sorprendido eso? Porque definitivamente si yo tengo la posibilidad de acceder a una riqueza, con un país con todas las necesidades que este país tiene pues es absurdo que uno no acceda a esa riqueza cuando necesita esa riqueza para precisamente satisfacer necesidades, además dramáticas que todavía hay en el país. Este es uno de los países en América Latina con mayor pobreza extrema, con mayores oportunidades de desarrollo y con mayores desperdicios en ese sentido. De modo que nosotros no estamos aprovechando el extraordinario potencial económico que este país tiene, y el petróleo es y puede ser uno de los motores de ese proceso de desarrollo, lo podemos aprovechar para eso, pero no lo aprovechamos para eso. En la gran bonanza lo aprovechamos para el gasto social y eso es loable pero yo personalmente considero que el gasto social más efectivo es la generación de empleo. ¿Por qué? Porque la bonanza se fue, el empleo y la actividad productiva que no depende del petróleo, que puede ser agro-industrial, que puede ser eco-turística, que puede ser manufacturera, continúa. Esta al haber logrado, haber permitido eso, el haber estimulado eso es el mayor impacto social que puede generar la bonanza de cualquier cosa, en este caso la bonanza petrolera.

Con esas lecciones aprendidas que me menciona ¿Están trabajando en algún documento, socializandolo entre las empresas para que la industria tenga un nuevo panorama?

Claro. Nosotros lo primero que estamos haciendo es promoviendo esto, porque definitivamente esto se convierte en la mayor herramienta de desarrollo no dependiente del petróleo es decir la focalización de los recursos que genera el petróleo hacia sectores agro-industriales y eco-turística.

Esto viene siendo Territorio de la Energía, de modo que el proyecto que nosotros hemos diseñado, que hemos venido trabajando hace año y medio precisamente lo que busca es dar una alternativa a la sociedad, a las comunidades, a la región, diferente al petróleo, pero utilizando el petróleo como motor, como impulsador de ese desarrollo. Mañana se acaba el petróleo y pasado mañana queda el desarrollo impulsado por el petróleo, que no es más petróleo sino un desarrollo agro-industriales y eco-turístico.

¿Qué le espera en materia de fracking al país?

Primero el fracking será posible el día que el precio del petróleo esté por encima de 70 dólares el barril, antes aquí no habrá fracking. Dos, el fracking es una actividad como cualquiera que se puede desarrollar bien, regular o mal. Lo que hace el fracking es perforar unas rocas que tienen atrapado el petróleo y generalmente esas rocas están a dos, tres, hasta cinco kilómetros… profundas, y se perfora como perforar cualquier pozo y cuando se encuentra la roca se explota a través de una actividad regulada que produce unos poros a la piedra. Lo que es fracking es la producción de unos poros a la piedra, poros como el tamaño de un pelo, para que el líquido salga.

Esos ejercicios están por supuesto amparados en una regulación, y esa regulación el país la ha venido construyendo de una manera muy rigurosa. Si ha habido algo en lo cual no se ha improvisado, ha sido en eso. De hecho, el primer Gobierno del presidente Santos estuvo visitando ejercicios muy importantes en diferentes partes del mundo, y recorriendo la legislación inclusive más estricta (…), y en esos momentos pues es la legislación que nosotros estamos construyendo. No está todavía totalmente construida pero en eso ha habido extraordinario cuidado, de modo que en ese sentido el fracking es una práctica como cualquiera, que si se hace mal pues por supuesto tiene tremendos problemas, y si se hace bien, no tiene problemas. Es como cuando dicen en las regiones, “es que a mi se me fue el agua porque allí están perforando y por la perforación se llevaron el agua”. Eso puede ser que hubiera sucedido hace 20 – 30 años, hoy no. Hoy hay no solamente demasiado vigilancia sino que las exigencias para hacer cualquier tipo de perforación garantiza que si yo atravieso un acuífero ni el agua se mete a mi, que es gravísimo porque el petróleo no le conviene el agua, ni el petróleo se le mete al acuífero, ni genera una perforación al acuífero, porque en la medida que se está dando el paso por el acuífero se produce un enmallamiento. (…) Eso queda debidamente protegido, debidamente sellado, y en este sentido los daños que se manifiesta que se hacen no se hacen. Estos días tuve la oportunidad de estar por Puerto Boyacá, y ver una cantidad de actividad petrolera de Ecopetrol y ver una cantidad de actividad ganadera y agrícola y no solamente ganadera y agrícola (…) y no se estaban filtrando absolutamente nada porque las cosas se pueden hacer bien hechas. A mi me parece que el petróleo y la agricultura bien manejados pueden convivir perfectamente, y no solamente pueden convivir sino que repito el petróleo puede ser un motor de desarrollo de empuje para que tengamos una agricultura mucha más fuerte, una agro-industria mucho más fuerte que le permita un desarrollo mucho más estable a las regiones.

¿Qué le hace falta al marco legal en tanto a fracking?

No soy yo el que lo menciona, es la misma ANLA (Autoridad Nacional de Licencias Ambientales) en el sentido de que todavía no están completamente cerrados todos los temas que brindan y que deben brindar, no solamente un proceso muy exigente de perforación, sino adicionalmente un proceso muy exigente de producción. Entonces todavía hacen falta algunos elementos de la legislación, pues que todavía no lo han sacado, y seguramente no lo han sacado porque no han tenido la presión para que lo saquen, porque los precios no los justifica, es decir hoy el precio del petróleo a 50 dólares el barril nadie va a tener una actividad productiva que incluya la actividad del fracking porque económicamente no es viable.

Por: Crudo Transparente

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