El sector minero-energético en el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018

 El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2014-2018, está en evaluación en el Congreso. Su reto: construir las bases de la paz. Para alcanzarla se plantea, entre otras cosas,  fortalecer la infraestructura para integrar el territorio y reducir las desigualdades sociales y territoriales. Parte fundamental de esta estrategia es el desarrollo minero energético. El PND presenta este sector como eje de la economía y del desarrollo local en equidad social y ambiental. Sin embargo, el PND es apenas el inicio de lo que tendráque ser una red compleja de políticas públicas que logre este equilibrio: un sector minero energético fuerte e innovador, que contribuya estratégicamente a una paz sostenible.

Sobre el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018: Construyendo las bases de la paz

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) define la orientación de las políticas públicas, los objetivos del Gobierno, las metas y prioridades a mediano plazo de la política socio-económica. El Departamento Nacional de Planeación (DNP) lo formula y  vela por su implementación como coordinador interinstitucional e interministerial.

El PND 2014-2018 se basa en tres pilares: paz, equidad y educación. Bajo una lógica de interdependencia, establecer la paz favorecerálas condiciones para la equidad y la educación; y viceversa.

         Para el PND, la consolidación de la paz es condición del crecimiento económico. También es crucial consolidar el capital humano (Educación), asegurando la igualdad de oportunidades sociales (Equidad).

         Reconociendo que el desarrollo socio-económico es heterogéneo en los distintos territorios, el PND adopta un enfoque territorial que considera las particularidades y necesidades de cada región. Por tanto, plantea estrategias regionales, para el Caribe, el Pacífico, la región Centro-Oriente, región Centro-Sur, los Llanos y el Eje cafetero. La idea del PND es crear diálogo entre la institucionalidad nacional y regional para consolidar los vínculos de confianza y la legitimidad del Estado, elementos esenciales de la paz.

Desde su segundo enfoque, el PND estáorientado a resultados, buscando mejorar la calidad de las inversiones (en particular de las regalías), incrementar la transparencia y la rendición de cuentas.

         Para alcanzar sus objetivos, el Plan definiócinco estrategias transversales, de las cuales tres son claves para la construcción de una paz sostenible:Infraestructura y competitividad estratégicas, Transformación del campo y crecimiento verde y Consolidación del Estado Social de Derecho.

El desarrollo minero energético tiene un importante rol dentro de la competitividad, la infraestructura y la transformación del campo, además de ser responsable de los asuntos sociales y ambientales que rodean esta actividad económica.

La visión del PND con respecto al sector minero-energético en Colombia

         El sector minero-energético es considerado el principal motor de desarrollo del país. Por esta razón, el objetivo del Gobierno es asegurar su crecimiento para financiar las políticas públicas y las reformas previstas. El PND subraya que en 2013, el sector de minas y energía aportóel 32 por ciento de los ingresos del Estado, por lo que se debe promover el máximo aprovechamiento de los recursos naturales, tanto renovables como no renovables, bajo los más altos estándares ambientales y sociales, en articulación con las demás políticas sectoriales, las autoridades territoriales y la sociedad civil. Con este propósito, el PND presenta seis líneas de acción estratégica.

               En primer lugar: aprovechar las reservas de hidrocarburos y garantizar que la producción soporte el desarrollo económico del país. Así, promoverála exploración y producción costa afuera, asícomo la exploración y producción de yacimientos no convencionales.

 La segunda estrategia pretende aumentar la cobertura y el abastecimiento relacionado con el mercado de gas combustible. 

En tercer lugar, el PND se enfoca en el abastecimiento de combustibles, buscando modernizar los procesos de refinación del crudo, consolidar la capacidad de las refinerías del país y fortalecer la infraestructura de puertos y ductos para el transporte. Se reconoce la importancia de la diversificación de los combustibles, pero no se plantean acciones claras y concretas.

La cuarta estrategia es la ampliación de la cobertura de energía eléctrica, buscando llegar a un servicio continuo, con costos eficientes. Cada nuevo usuario, podría significar una inversión de 10 millones de pesos, teniendo en cuenta las dificultades de acceso, en las zonas que aún no tienen cobertura.

El quinto punto, es consolidar el sector minero con responsabilidad social y ambiental, combatiendo la minería ilegal, promoviendo de la minería de pequeña, mediana y gran escala, y facilitando el diálogo social.

En la sexta línea, se plantean las acciones transversales para el desarrollo del sector: el fomento al desarrollo de fuentes no convencionales, los sistemas de información y transparencia, el desarrollo con responsabilidad ambiental y social. En estas estrategias transversales, se destaca el interés de dinamizar la aplicación de la Ley 1715 de 2014 relacionada con la producción de energía de fuentes renovables y no convencionales. Un punto importante a largo plazo para la autosufiencia energética del país.

De igual forma, es importante resaltar el interés del PND por la transparencia del sector, a través de la adhesión a la IETI, Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas, y la creación de sistemas de información armonizados. Lo que facilitaría el control y la veeduría del sector, además de una mejor planeación y coordinación entre los distintos actores.  Aunque las acciones que se proponen son aun del ámbito nacional, la intención del PND es llevarlo al nivel regional y local.

Por último, la transversalidad se aplica a la responsabilidad ambiental y social del sector. El PND da prioridad a la articulación entre los distintos actores institucionales, el diálogo público-privado y el licencimiento oportuno. Da importancia a los procesos de interlocución y diálogo que tengan en cuenta a los distintos grupos de interés, pero no especifica mecanismos, ni define responsables.

Bajo este panorama, para el periodo 2014-2018, con miras a una paz sostenible, el sector minero-energético, enfrenta grandes retos en cobertura, abastecimiento, infraestructura, innovación, articulación, transparencia, manejo ambiental y gestión social. El Plan Nacional de Desarrollo abre la puerta a estos retos, pero las soluciones reales estarán en construcción bajo la responsabilidad de diversos actores que deberán tener una visión común y espacios de coordinación y colaboración. 

Autores: Jasmine Cozic y Catalina Jiménez